Alerta naranja en Salzburgo
El gran festival de ¨®pera acusa por primera vez la crisis y no llena pese a su amplia oferta musical
El Festival de Salzburgo ha visto este verano las orejas al lobo. La sangre no ha llegado al r¨ªo, pero s¨ª se han activado las primeras alertas. La demanda de entradas est¨¢ por debajo de lo esperado y se pueden encontrar localidades para casi todos los espect¨¢culos el mismo d¨ªa de las representaciones. Luego pr¨¢cticamente se llenan los conciertos y ¨®peras, pero no es normal esta facilidad de acceso. Los hoteles tambi¨¦n han acusado la disminuci¨®n de reservas, especialmente algunos de los m¨¢s emblem¨¢ticos que se han visto obligados a plantear ofertas de ¨²ltima hora con una considerable reducci¨®n de las tarifas.
En cuanto a los restaurantes el efecto de la crisis es evidente. En un lugar tan carism¨¢tico como Pfefferschiff se ha podido reservar mesa para su cotizada terraza con tiempo soleado el mismo d¨ªa. Y en lugares de moda como Carpe Diem, en la misma calle donde naci¨® Mozart, es decir, a unos pasos de las salas de concierto, se pod¨ªa encontrar mesa despu¨¦s de las funciones sin reserva previa.
La estrella fue, en cualquier caso, el director napolitano Riccardo Muti
Un restaurante medio y prestigioso como Purzellbaum tuvo ocho clientes para almorzar el pasado jueves y un hotel de lujo como el Goldener Hirsch se encontr¨® una noche sin dar una sola cena. Quiz¨¢s este clima de inquietud explica las declaraciones de la presidenta del festival, Helga Rabl-Stadler, el pasado jueves recordando que el Festival de Salzburgo financia la mitad de su presupuesto, es decir, 25,2 millones de euros, con la venta de entradas, y genera cada verano 227 millones de euros en producci¨®n y negocios secundarios. La C¨¢mara de Comercio de Salzburgo realizar¨¢, como viene siendo habitual, un estudio detallado de qu¨¦ es lo que est¨¢ pasando, si es un efecto de la crisis econ¨®mica general, o solamente se limita esta situaci¨®n a la ciudad de Mozart.
La programaci¨®n del festival es, como siempre, apabullante. Las mejores orquestas, los mejores directores, los mejores solistas. Tambi¨¦n hay un ciclo importante de teatro y varias manifestaciones paralelas que no tienen nada que envidiar a las que se presentan como estelares. El punto de mira principal del festival se sit¨²a, no obstante, en la ¨®pera. Es el g¨¦nero con mayores incertidumbres art¨ªsticas. A las de las puestas en escena se une el estado general de las voces y el carisma m¨¢s o menos determinante de los directores de orquesta. La ¨®pera es el desaf¨ªo principal del Festival de Salzburgo, lo que define sus se?as de identidad. Cuatro nuevas producciones, dos reposiciones y una ¨®pera en concierto -con Daniel Barenboim- componen la actual edici¨®n.
El Festival de Salzburgo presenta este verano cuatro nuevas producciones. Las dos estelares, en la Grosses Festspielhaus, est¨¢n dedicadas a un oratorio de Haendel escenificado y a una ¨®pera francesa de Rossini.
Ni Haendel ni Rossini son autores habituales del festival. Theodora est¨¢ interpretada por la excelente Orquesta Barroca de Friburgo, con la batuta ilusionada y en¨¦rgica de Ivor Bolton. No es la sala ideal para este tipo de m¨²sica, por mucho que cuente el reparto vocal con una artista tan sensible como Christine Sch?fer y un contratenor tan distinguido como Bejun Mehta. El director de escena Christof Loy hace del oratorio un ejercicio de estilo muy particular, que, en su intenci¨®n de raro ritual cotidiano y casi coreogr¨¢fico, dispersa m¨¢s la atenci¨®n que favorece la concentraci¨®n en la maravillosa m¨²sica de Haendel. El resultado art¨ªstico es, al menos, distante.
Tambi¨¦n de ejercicio de estilo se puede calificar la puesta en escena de J¨¹rgen Flimm para Moise et Pharaon, de Rossini. Es est¨¢tica, gris, poco inspirada. No favorece la comprensi¨®n de la obra. Pero a la batuta est¨¢ Riccardo Muti, al frente de la Filarm¨®nica de Viena, y con ¨¦l, con ellos, el glamour est¨¢ garantizado.
El director napolitano est¨¢ primoroso en este Rossini en cierto modo sinf¨®nico. El reparto vocal no es para tirar cohetes. Sobresalen Ildar Abdrazakov, Nicola Alaimo, Marina Rebeka y Juan Francisco Gatell. La estrella fue, en cualquier caso, Muti, que concentr¨® las ovaciones m¨¢s apasionadas. A la premi¨¨re asistieron desde St¨¦phane Lissner hasta G¨¦rard Mortier.
El director esc¨¦nico Claus Guth cierra con Cosi fan tutte su trilog¨ªa dedicada a las ¨®peras de Mozart con libreto de Lorenzo da Ponte. Es su trabajo m¨¢s completo de este ciclo. Con una estructura de comedia elegante y fondo esc¨¦ptico, integra en ejemplar s¨ªntesis elementos de lenguaje de las ¨®peras anteriores como las mascaras, la naturaleza destructora, las escaleras, el ¨¢ngel. Teatralmente es imponente, vocalmente bastante menos -con Skovhus, Petibon y Persson, en papeles destacados- y orquestalmente cuenta con una Filarm¨®nica de Viena dirigida por Adam Fisher, tan correcto, artesanal y profesional como poco imaginativo.
La cuarta nueva producci¨®n del festival est¨¢ dedicada a la acci¨®n esc¨¦nica Al gran sole carico d'amore, de Luigi Nono. Pero eso, como la m¨²sica del ¨²ltimo siglo, requiere tratamiento aparte. Baste citar la inmejorable impresi¨®n causada por Esa- Pekka Salonen, al frente de la Filarm¨®nica de Viena, en la Sexta, de Bruckner, y en un impresionante Alban Berg con la colaboraci¨®n de una imponente Angela Denoke.
En la ciudad de Mozart
- El s¨ªndrome de las terrazas al aire libre. Lo importante es vivir la calle. Sobre todo si el tiempo lo permite, y de momento, en Salzburgo se est¨¢ mostrando solidario.
- Exposiciones. De pintura o artes pl¨¢sticas, han crecido desde la puesta en marcha del Museo de Arte Moderno. Destacan este verano las de Georg Baselitz, Marina Abramovic y Jaume Plensa.
- Turismo de Oriente Pr¨®ximo. Los turistas de Oriente Pr¨®ximo y del Golfo P¨¦rsico se consolidan cada temporada. Las mujeres no se desprenden de su vestuario, lo que agudiza los contrastes est¨¦ticos. En los conciertos no se les ve, pero s¨ª en las tiendas de ropa de marcas.
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