"El aborto clandestino provoca tragedias en Marruecos"
"Aquella mujer se introdujo tabletas de permanganato de potasio en la vagina para abortar". "Es un ¨¢cido". "Le provoc¨® unas tremendas hemorragias". "Tuvimos que suturar la vagina para evitar que se desangrase". "La intervenci¨®n dur¨® varias horas". Chafik Chraibi, de 52 a?os, es el jefe del servicio de ginecolog¨ªa-obstetricia de la maternidad p¨²blica Les Orangers de Rabat. El profesor es inagotable cuando se pone a contar las "cat¨¢strofes" que ve desfilar a diario provocadas por interrupciones clandestinas de embarazos en Marruecos. "Algunas mujeres llegan intoxicadas por tragarse una mezcla de plantas supuestamente abortivas con Coca-Cola, otras, en el cuarto o quinto mes de gestaci¨®n, se han reventado la placenta con una aguja de hacer punto", recuerda "Cada d¨ªa nos depara nuevas tragedias".
El m¨¦dico ha creado una asociaci¨®n para que se ampl¨ªe la ley del aborto
En Marruecos, como en casi todos los pa¨ªses ¨¢rabes salvo en T¨²nez, el aborto est¨¢ prohibido excepto si peligra la vida de la madre. El c¨®digo penal prev¨¦ penas de entre seis meses y dos a?os de c¨¢rcel para las mujeres que aborten y de uno a cinco a?os para los que hayan provocado la interrupci¨®n del embarazo. Si son reincidentes la condena puede llegar a 20 a?os. Los juicios son, sin embargo, poco frecuentes.
En funci¨®n de los datos que le llegan, a trav¨¦s de sus colegas ginec¨®logos de otras ciudades, Chraibi ha hecho una extrapolaci¨®n. Calcula que el n¨²mero de abortos clandestinos en el pa¨ªs, cuyos h¨¢bitos sexuales, asegura, son m¨¢s liberales de lo que aparentan, "oscila entre 650 y 800". "Un 80% son practicados por m¨¦dicos y el resto por vecinas, herboristas, hechiceras o vaya usted a saber", explica.
"Un ginec¨®logo dedicado de lleno a esta ocupaci¨®n puede ganar a diario entre 20.000 y 25.000 dirhams (1.820 y 2.270 euros) porque un aborto puede costar hasta 10.000 dirhams (910 euros)", prosigue Chraibi. "Hacerlo sin recurrir a un m¨¦dico es cinco veces m¨¢s barato, pero tambi¨¦n m¨¢s arriesgado. De ah¨ª que la mayor¨ªa de los casos graves que llegan a mi servicio sean gentes humildes que no han visto a un profesional". La Organizaci¨®n Mundial de la Salud se?ala que en Marruecos el 13% de la mortandad materna est¨¢ relacionada con el aborto.
"Urge acabar con estos dramas", afirma tajante el ginec¨®logo. "No milito por el aborto sino por preservar la salud de la mujer", recalca. "Y eso requiere flexibilizar la ley". Con tal prop¨®sito ha creado la Asociaci¨®n Marroqu¨ª de Lucha contra el Aborto Clandestino (AMLAC). "El aborto libre, como lo ser¨¢ pronto en Espa?a, es imposible aqu¨ª porque corrientes religiosas y sociedad no est¨¢n preparadas". El objetivo de AMLAC es obtener la legalizaci¨®n del aborto, durante las ocho primeras semanas, en caso de malformaci¨®n fetal, violaci¨®n, incesto, fragilidad psicol¨®gica de la embarazada y en determinadas situaciones sociales que constituyen la mayor¨ªa de los casos.
Un comit¨¦ de ¨¦tica ser¨ªa el encargado de dar la luz verde. "La prensa fue receptiva a la iniciativa, pero no as¨ª los partidos ni, sorprendentemente, las asociaciones feministas", se?ala. "S¨®lo una formaci¨®n, de la que estoy alejado ideol¨®gicamente, se mostr¨® interesada: el Partido de la Justicia y Desarrollo" (islamista moderado).
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