ONCE
El hombre invisible era una bomba. Ni se enganchaba al ordenata ni ten¨ªa colegas ni le molaba la boller¨ªa industrial. Tampoco era un fan¨¢tico de los dibujos animados ni un amante del mundo animal (daba una patada a Dedo cuando el perro intentaba hacerle una gracia). Estaba jodido, pero no sal¨ªa de su boca un ay. Tampoco su comportamiento delataba nada raro. Al contrario, parec¨ªa un cr¨ªo d¨®cil, tranquilo, disciplinado, obediente. Demasiado d¨®cil, demasiado tranquilo, demasiado disciplinado, demasiado obediente. Mi hermana no se coscaba de la situaci¨®n porque tambi¨¦n a su vida, como a la de mis viejos, hab¨ªa llegado la felicidad, ah, ah, ah. Canturreaba por toda la casa y se tuneaba la jeta cantidad. Adem¨¢s, se hab¨ªa comprado ropa interior nueva (no pregunt¨¦is por qu¨¦ lo sab¨ªa). Total, que hab¨ªa ligado con un tipo del trabajo, un jefe. Se volv¨ªa de espaldas para hablar por tel¨¦fono, como si volvi¨¦ndose de espaldas el hombre invisible y yo no nos pisp¨¢ramos de nada, y vomitaba esas risitas mariconas que proporciona la dicha tonta. Al colgar, se daba la vuelta muy seria, como si hubiera hablado con el frutero, pero llevaba escrito el gusto en todos los pedazos de su cara.
Mi hermana babeaba de placer al vernos tan unidos. No ten¨ªa ni idea de lo que ocurr¨ªa por debajo
El ex de mi hermana se hab¨ªa ido a vivir a Barcelona, por razones de trabajo, o eso dijo. El caso es que fue espaciando primero sus visitas a Madrid y luego sus llamadas, hasta convertir al hombre invisible, t¨¦cnicamente hablando, en un hu¨¦rfano. Excepto cuando estaba en el colegio, el cr¨ªo se pasaba la vida a mi lado, mir¨¢ndome desde su estatura con los mismos ojos de desamparo que el perro. Que te vas a quedar sin bisagras, le dec¨ªa yo. ?Qu¨¦ bisagras?, preguntaba ¨¦l. Las que unen la cabeza al cuerpo, imb¨¦cil, le respond¨ªa yo. Le mandaban la hostia de deberes al pobre, pero a m¨ª, la verdad, me entreten¨ªa ayudarle. Le¨ªa cada lecci¨®n antes de explic¨¢rsela y aprend¨ªa un huevo, m¨¢s de lo que hab¨ªa aprendido nunca de estudiante. Mi hermana babeaba de placer al vernos tan unidos. No ten¨ªa ni idea de lo que ocurr¨ªa por debajo. Lo que ocurre por debajo siempre es jodido. A veces, lo que ocurre por encima tambi¨¦n.
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