"Larsson es patol¨®gicamente malo"

Donna Leon (Nueva Jersey, 1942) es peque?a, delgada, vigorosa y dicharachera a partes iguales. La autora de novela negra, madre de la saga del comisario Guido Brunetti -cuya vig¨¦sima aventura empezar¨¢ a preparar en septiem-bre-, arranc¨® ayer en la Universidad Men¨¦ndez Pelayo el curso Escribiendo novela policiaca, que ayer se dedic¨® a debatir sobre las razones de ¨¦xito del g¨¦nero. No se habl¨® de ¨¦l en la sesi¨®n, pero Leon no comparte la popularidad del autor m¨¢s afamado del momento. Primero se cubre: "Tengo que ser muy cuidadosa con lo que digo porque si critico un libro siempre suena a celo profesional". Despu¨¦s se sincera: "Le¨ª el primero, Los hombres que no amaban a las mujeres, y pens¨¦ que era patol¨®gicamente malo, principalmente porque su actitud es un agravio al amor humano, a las relaciones humanas. Todos los contactos sexuales son violentos o fuera de l¨ªmites, no hay pasi¨®n en el libro, tan s¨®lo pasi¨®n por violencia o por venganza".

La autora confiesa que no lleg¨® a terminar el primer libro de la trilog¨ªa Millenium: "Por la repugnancia que me produc¨ªa. No hay calidez humana, los sentimientos son ajenos a m¨ª". La escritora se refiere al ¨¦xito del sueco ("S¨¦ que se le considera un genio, que ha vendido m¨¢s libros de los que yo vender¨¦ en mi vida y siento mucho que haya muerto tan joven; seguro que era un buen hombre") en un rotundo: "No lo entiendo. Bueno, s¨ª. Y ese ¨¦xito me asusta".

Dejando a un lado la saga m¨¢s vendida del momento, Leon cree que estamos en "un momento muy rico para la novela negra". Es bueno porque los ingleses y americanos ya no dominan el g¨¦nero y "autores de otros pa¨ªses est¨¢n demostrando lo buenos que pueden llegar a ser". Una calidad que encuentran, asegura la autora, porque el g¨¦nero da a la gente lo que no tiene en su vida: "Les explica por qu¨¦ pasan las cosas, por qu¨¦ suceden los cr¨ªmenes y ¨¦stos se resuelven. Se descubre qui¨¦n lo hizo, qui¨¦n es el responsable, y la persona es castigada. Y eso no ocurre en la vida".

No obstante, afirma que ahora las obras reflejan que, a veces, el culpable es pillado, pero penado: "Antes, el malo siempre iba a prisi¨®n, como en Agatha Christie. Hoy, sin embargo, frecuentemente el malo es descubierto aunque no castigado. Los grandes no van a la c¨¢rcel; los peque?os, s¨ª".

La dama de la novela negra y social, como se le llama, afincada en Venecia, no est¨¢ contenta con la adaptaci¨®n que la televisi¨®n alemana ha hecho de las aventuras de Brunetti. "He visto dos cap¨ªtulos y en un momento aparece una viejecita dulce de 90 a?os que viene de la residencia de jugar al bridge", que resulta ser la madre de Brunetti. "?Pero si la ¨²ltima vez que la vi era una loca con alzh¨¦imer!". Sin embargo, es posible que conf¨ªe de nuevo en la peque?a pantalla y deja caer: "La BBC est¨¢ rascando la puerta". Y aunque acaba de publicar La otra cara de la verdad, ya piensa en la nueva entrega.