Quir¨®s y su plan antiestr¨¦s
El gaditano deja los palos 10 d¨ªas para arrinconar el miedo esc¨¦nico y asombra en el US PGA
Und¨¦cimo hoyo del primer d¨ªa (el jueves) del US PGA, el ¨²ltimo torneo grande de la temporada. Sobre el green, el estadounidense Tiger Woods. De repente, una bola bota en la calle y reposa cerca de sus pies. A 265 metros de distancia, un chico, de rojo chill¨®n, levanta la mano y pide perd¨®n. "?Qu¨¦ golpe tan bueno!", exclama el irland¨¦s Padraig Harrington, compa?ero de partido de Woods, quien torci¨® el gesto, pero no dijo nada. "No s¨¦. Le di con el driver desde la calle, algo raro, y pens¨¦ que no llegar¨ªa", se disculpa ?lvaro Quir¨®s (C¨¢diz, 1983), el mayor pegador del circuito con 289 metros de media desde el tee, la salida. En el fondo, estaba contento. El golpe hab¨ªa sido extraordinariamente largo, pero lo m¨¢s importante es que hab¨ªa volado recto. Como casi todos los que peg¨® en la primera jornada, que le situ¨® a s¨®lo dos del l¨ªder a su t¨¦rmino, de Woods.
Novel en las citas grandes del golf, Quir¨®s ni siquiera pas¨® el corte en sus tres primeras participaciones (Masters de Augusta, Open de Estados Unidos y Open Brit¨¢nico). Pero en Hazeltine, el campo m¨¢s largo (7.017 metros) que alberga un major, se lo pas¨® de maravilla. Sonrisas, aplausos a los compa?eros de partido, el ingl¨¦s Lee Westwood y el norteamericano Fred Couples, y bromas con el c¨¢mara. "Disfrutaba. Se le ve¨ªa relajado. Siempre con ganas de afrontar el hoyo siguiente", cuentan desde su entorno. Est¨¢ claro que le sirvi¨® el plan antiestr¨¦s que realiz¨® en su casa. Las sucesivas decepciones en el Grand Slam y, en especial, en el British dejaron a Quir¨®s con la moral mermada. Decidi¨® descansar. "Durante los 10 primeros d¨ªas no cogi¨® los palos ni para calentar", recuerdan fuentes de su cuerpo t¨¦cnico. S¨ª que se esmer¨®, sin embargo, en mejorar el aspecto psicol¨®gico de su juego y en el gimnasio, consciente de que necesitaba un impulso en sus resultados al m¨¢s alto nivel: "Y en los 10 d¨ªas siguientes practic¨® el juego corto y la direcci¨®n". Funciona. La semana pasada se qued¨® el 15? en el Bridgestone Invitational y en el US PGA se codea con los mejores. "Mi pelea no est¨¢ con Woods o Harrington. El objetivo es jugar en este campo el s¨¢bado y el domingo", dice. O, lo que es lo mismo, pasar el corte.
Ya el primer d¨ªa de entrenamiento las cosas le salieron redondas a Quir¨®s en Hazeltine: sum¨® un -6 (un eagle y cuatro birdies) en los cinco primeros hoyos. "Malo", resolvi¨® con una sonrisa; "gast¨¦ los birdies antes de tiempo". Pero nada m¨¢s lejos de la realidad. En la primera jornada hizo seis, los mismos que Woods, aunque tambi¨¦n tres bogeys. "Cuando ?lvaro las tira rectas, est¨¢ con los mejores", apostill¨® Sergio Garc¨ªa, que tambi¨¦n comenz¨® por debajo del par de campo (-1). "Si alguien consigue pegarle siempre recto", sostiene Quir¨®s; "ser¨¢ el pr¨®ximo Tiger o el pr¨®ximo Nicklaus".
Para Quir¨®s, que ha ganado tres t¨ªtulos en el tour europeo -Alfred Dunhill, Masters de Portugal y Masters de Qatar-, la experiencia del US PGA es m¨¢s que reconfortante. "Ya tocaba que se quitara de encima el peso de jugar en Am¨¦rica", concluyen en su entorno. El curso que viene, al igual que Garc¨ªa, alternar¨¢ el circuito europeo con el norteamericano.
Clasificaci¨®n provisional (el segundo recorrido se estaba disputando anoche): 1. T. Woods (EE UU) (tras el hoyo 6), - 5. 2. P. Harrington (Irl.) (6), -4. 3. ?. Quir¨®s (5), G. McDowel (Irl. del N.) (8), V. Singh (Fiyi), B. Jones (Aus.) y L. Glover (EE UU), -3. 32. S. Garc¨ªa (7), +1. 65. G. Fern¨¢ndez-Casta?o, +3. 85. M. ?. Jim¨¦nez, +4.
Ryo Ishikawa, un ni?o entre hombres
Cuando finaliz¨® los 18 hoyos de la segunda jornada del US PGA, una nube de periodistas se abalanz¨® sobre ¨¦l. Se sucedieron entonces los flashes y las preguntas. Poco importaba que, en ese momento, no tuviera claro si pasar¨ªa o no el corte con un +4 en su tarjeta (dos recorridos de 74 golpes). Ryo Ishikawa (Saitama, Jap¨®n; 1991) es el ni?o del circuito, el jugador m¨¢s joven que ha disputado los cuatro torneos grandes del a?o, la atracci¨®n nipona por excelencia.
Ryo, apodado El Pr¨ªncipe Humilde por su caracter afable y poco engre¨ªdo, seg¨²n los propios golfistas, se dio a conocer hace dos temporadas, cuando se impuso en el Open de Munsingwear con s¨®lo 15 a?os y 245 d¨ªas. Se convirti¨® as¨ª en el ganador m¨¢s joven de una competici¨®n del circuito profesional masculino de su pa¨ªs, honor que ten¨ªa Severiano Ballesteros, que gan¨® el Open de Jap¨®n de 1977 con 20.
Estudiante en la Suginami Gakuin High School, Ryo empez¨® a jugar entre los profesionales como aficionado. En 2007, adem¨¢s del de Munsingwear, gan¨® otro dos torneos (Mynavi ABC Championship y Open de Kansai) y se qued¨® segundo en otros tantos (Open de Jap¨®n y Dunlop Phoenix). En 2008 decidi¨® hacerse profesional. No le sali¨® nada mal la jugada porque tiene un contrato de imagen de 15 millones de euros, adem¨¢s de los ingresos que obtiene de los diferentes torneos y marcas. Que mire los greenes como el colombiano Camilo Villegas -se inclina horizontalmente sobre el suelo, como si fuera una ara?a- hace las delicias de los patrocinadores y de sus miles de seguidores. Est¨¢ en boca de todos. Incluso Woods le augura un estupendo futuro profesional. "Que Tiger hable de m¨ª es como un sue?o", responde ¨¦l.
En este curso ya ha ganado dos torneos (Open Yomiuri Classic y Sun Chlorella Classic). "Todo empez¨® a los seis a?os, cuando mi padre me regal¨® un fant¨¢stico driver de ni?os", recuerda. Le falta dar el ¨²ltimo paso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.