China admite ya que es el principal productor de CO2

China ha dado un gran paso en la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Sus expertos admiten por primera vez que encabeza la lista mundial de emisores de CO2, por delante de EE UU, y piden al Gobierno que reaccione. El techo de emisiones, dicen, debe alcanzarse en 2030. Y para despu¨¦s de esa fecha deben fijarse y cumplir objetivos concretos para contaminar menos. Las conclusiones de este informe, realizado por una docena de influyentes cient¨ªficos -algunos integrantes del Centro de Investigaci¨®n de Desarrollo del Consejo estatal, que orienta al Gobierno- son una buena noticia ante la pr¨®xima cumbre del clima en Copenhague, llamada a sustituir a Kioto. M¨¢xime en un momento en el que Obama ha dado un giro a la pol¨ªtica medioambiental de EE UU y se ha comprometido en la lucha contra el cambio clim¨¢tico.

Kioto no fijaba un tope para los gases contaminantes del pa¨ªs asi¨¢tico

Aunque el informe no es un borrador oficial, sino un texto acad¨¦mico, seg¨²n informa Reuters, sus propuestas han circulado entre la Administraci¨®n del pa¨ªs, que sufre la presi¨®n de la comunidad internacional para lograr su compromiso medioambiental. Seg¨²n el informe, si China alcanza estos "prop¨®sitos urgentes", sus emisiones de CO2 "podr¨ªan descender hasta los niveles que ten¨ªa en 2005, o incluso a¨²n m¨¢s". Los expertos apuntan estrategias: promoci¨®n de las energ¨ªas renovables, tasas sobre los combustibles f¨®siles, y un uso cuidadoso de la compraventa de emisiones.

Como otros pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, China no est¨¢ obligada a respetar los l¨ªmites de emisi¨®n que s¨ª existen para los pa¨ªses industrializados seg¨²n el Protocolo de Kioto, el compromiso de la ONU que est¨¢ actualmente vigente. Un acuerdo en pleno proceso de debate ante la pr¨®xima cumbre de Copenhague, en diciembre de 2009, de la que habr¨¢n de salir objetivos m¨¢s ambiciosos. En la reciente cumbre del G-8 en la ciudad italiana de L'Aquila, las grandes potencias acordaron que las emisiones de CO2

deber¨¢n reducirse en un 50% antes de 2050, tomando 1990 como a?o de referencia.

Para conseguir esa reducci¨®n, los pa¨ªses han avanzado qu¨¦ propuestas pondr¨¢n sobre la mesa de Copenhague. La UE se ha comprometido a reducir sus emisiones en 2020 un 20% respecto a 1990 -con la posibilidad de ampliarlo al 30% si hay acuerdo-, asumiendo un papel de liderazgo en la estrategia contra el cambio clim¨¢tico. EE UU ha mostrado por el momento m¨¢s cautela, si bien la Administraci¨®n Obama ha hecho del cambio clim¨¢tico una prioridad de su agenda. Una de las exigencias que Washington ha reiterado a lo largo del tiempo, junto a otras potencias occidentales, ha sido la necesaria presencia de China para firmar un pacto internacional, aunque la cuesti¨®n qued¨® en el aire en la reuni¨®n de finales de julio entre los dos pa¨ªses.

La noticia de la publicaci¨®n del informe coincide con indicios de cambio de actitud del Gobierno chino en materia clim¨¢tica. La semana pasada, el gabinete del primer ministro, Wen Jiabao, declar¨® que China har¨ªa "del control de las emisiones contaminantes" uno de los objetivos primordiales. Por su parte, el representante de Pek¨ªn en las negociaciones para la cumbre del clima, Yu Qingtai, dijo que China quer¨ªa reducir lo antes posible los niveles de gases contaminantes. Sin embargo, el pa¨ªs sigue esgrimiendo un argumento: que su emisi¨®n por habitante es muy baja.

Seg¨²n Xavier Labandeira, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Vigo y experto en cambio clim¨¢tico, esa apreciaci¨®n debe ser tenida muy en cuenta. "De cara a atajar el problema es esencial una coordinaci¨®n global, que implique a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, como India o China. Pero no se puede pretender que China tenga objetivos tan ambiciosos como los de EE UU o la UE", apunta. "No se puede olvidar que China es un pa¨ªs en v¨ªas de desarrollo, y que sus emisiones per c¨¢pita son menores. Y, adem¨¢s, muchas de sus emisiones las ocasionamos indirectamente nosotros mismos, ya que se deben a la demanda externa".

Otros expertos son m¨¢s esc¨¦pticos sobre esta posible toma de posici¨®n desde Pek¨ªn. "Si ponen el techo en 2030, significa que hasta 2040 no se van a comenzar las reducciones. Son primordiales estrategias a medio plazo", puntualiza Gonzalo S¨¢enz de Miera, promotor del Grupo de Trabajo sobre Pol¨ªticas Energ¨¦ticas Sostenibles. "Del incremento de emisiones que va a haber de aqu¨ª a 2030, China representa el 60%".