Privacidad

Antes, la privacidad era otra cosa: inofensiva y hasta saludable. En momentos de privacidad era bastante usual masturbarse. Una parte importante de la adolescencia consist¨ªa en evitar que te pillaran tus padres. Otra parte de la adolescencia, mucho m¨¢s importante que la primera, consist¨ªa en evitar lo contrario: pillar t¨² a tus padres. Eran cosas privadas o, como mucho, familiares, que no implicaban al resto de la sociedad. Resulta evidente que las cosas han cambiado. Para comprobarlo, basta con visitar un medio digital y adentrarse en las secciones de "comentarios". ?Qu¨¦ pasa? ?Ya nadie se masturba? Por razones que ignoro, mucha gente dedica hoy su esparcimiento a escribir barbaridades bajo la cobertura del anonimato. No digo que antes no se hiciera (la literatura de retrete es tan antigua como los retretes), pero se hac¨ªa menos y de forma artesanal. Ahora, la burrada pat¨¦tica, el insulto atroz y la rabia escupida se han convertido en un fen¨®meno masivo.

Hay muchos comentarios correctos, e incluso hay bastantes con inter¨¦s. Pero la proporci¨®n de soci¨®patas es alarmante. Y hay que tener en cuenta que la mayor¨ªa de los medios pagan a alguien (que sin duda deber¨ªa cobrar m¨¢s de lo que cobra, y jubilarse a edad temprana, por la penosidad de su tarea) para que elimine las intervenciones m¨¢s deleznables. Cierto, una sola persona puede soltar muchas barbaridades con distintos seud¨®nimos. A¨²n as¨ª, la cuenta de quienes usan la privacidad para eyectar sus amarguras intestinales sobre la pantalla, y de paso amargar un poco la vida del pr¨®jimo, resulta excesiva.

En Nueva York, un juzgado ha ordenado a Google que revele la identidad de un bloguero que insult¨® a la modelo Liskula Cohen. El bloguero escribi¨® que Cohen era "psic¨®tica y mentirosa" y propensa a las actividades sexuales. Se enfrentar¨¢ a un juicio por difamaci¨®n. Me parece injusto. ?El bloguero s¨ª, y los comentaristas no? ?S¨®lo porque al bloguero se le pilla m¨¢s f¨¢cil? O todos, o ninguno. Todos es imposible: la paja mental se ha impuesto sobre la otra de forma definitiva.