"Nunca dejar¨¦ de ser una persona para hacerme personaje"
Hotel Las Artes. Pinto. Mi¨¦rcoles, 28 de julio. Una de la tarde. Menos de 72 horas antes contemplaba el mundo, y el mundo lo contemplaba a ¨¦l, desde lo m¨¢s alto del podio de los Campos El¨ªseos. Puntual como si le esperara la rampa de lanzamiento de una contrarreloj del Tour, Alberto Contador, solo, al volante de su Audi Q7 negro, llega a la cita. Contador, 62 kilos de huesos y dinamita. Un coraz¨®n. Y unos ojos a la sombra de largas pesta?as. Un chico normal, de una ciudad dormitorio normal, en las afueras de una gran capital m¨¢s, tres d¨ªas despu¨¦s de ganar, a los 26 a?os, su segundo Tour, un corredor que no es tan normal. Ni tampoco lo es que la m¨²sica que m¨¢s le emocione, tanto como para ponerle los pelos de punta, sea la del himno del Tour, que suena en su tel¨¦fono siempre que recibe una llamada, que es muy a menudo. As¨ª es el mejor ciclista del mundo, el pistolero que ha hecho enfundar al viejo sheriff Lance Armstrong, Billy el Ni?o reescribiendo la escena final de Pat Garret, lo que, esto s¨ª, no es en absoluto normal.
"cada vez es m¨¢s dif¨ªcil sorprender. al ciclismo ya no se le admira"
"Soy realista. s¨®lo pienso en cosas que s¨¦que puedo conseguir"
?Siente que cuando le llama "pistolero", en el fondo, Armstrong le est¨¢ enviando un mensaje de admiraci¨®n? Lo de la pistola es un gesto; no le doy mayor importancia. Y no quiero ning¨²n tipo de pol¨¦mica. No lo veo tampoco admirativo. No es una cosa que diga me gusta.
?Merece la pena pasar por todo lo que ha pasado, tres semanas dificil¨ªsimas, como ha dicho, unas relaciones imposibles con el mejor ciclista de los ¨²ltimos a?os, aparte de todo un a?o de sacrificios, para ganar el Tour? S¨ª, sin duda. El sacrificio para conseguir la victoria es muy grande, pero lo que te da el Tour no te lo da ninguna otra carrera. Y la satisfacci¨®n siempre es mayor cuantas m¨¢s penalidades conlleva. Cuanto m¨¢s cuesta una cosa, m¨¢s se saborea.
?Tan grande es el premio? S¨ª, claro. El reconocimiento cuando se gana el Tour es incre¨ªble, no tiene nada que ver con otras carreras.
?Cuando se sube a lo m¨¢s alto del podio, lo ¨²nico que se siente es el gran vac¨ªo que sigue a tantos d¨ªas de trabajo intenso y bien hecho? ?Queda a¨²n adrenalina en la sangre para emocionarse? Lo que se siente, sobre todo, es una gran liberaci¨®n, una ausencia de tensi¨®n y de presi¨®n. Son casi cuatro semanas de concentraci¨®n plena en la carrera y fuera de ella tambi¨¦n Y cuando se consigue el objetivo, que es estar en lo m¨¢s alto en Par¨ªs, es como una liberaci¨®n.
Y no se pregunta, ?esto era todo?, ?esto es lo que se siente? Ah¨ª ya se racionaliza un poco. Sabes que el objetivo era estar ah¨ª arriba, en lo m¨¢s alto, y que la gente, como se dice, te exig¨ªa estar ah¨ª. Y yo, en cierto modo, quer¨ªa estar ah¨ª para cumplir una exigencia. Parece que la victoria es una obligaci¨®n, con lo dif¨ªcil que es.
Se suele decir que en ciclismo el placer forma parte del sufrimiento, que se sufre con gusto cuando se trata de luchar. ?Este a?o ha sentido ese tipo de placer? Es eso, desde luego. En carrera se sufre much¨ªsimo, pero en el fondo te gusta, en el sentido de que lo haces por algo que quieres conseguir. Te duelen las piernas y casi les pides que te duelan m¨¢s si eso significa poder ir m¨¢s deprisa.
Ha confesado que en este Tour no ha tenido ni un minuto para relajarse. S¨ª, eso este a?o ha estado m¨¢s complicado, pero, de todas formas, para alguien que quiere ganarlo, el Tour siempre es complicado. Hay much¨ªsima tensi¨®n.
Este Tour ha estado usted tan contenido en sus declaraciones, que se ha podido sospechar que hasta se ha hecho sangre en la lengua de tanto mord¨¦rsela? No tanto. Ya sab¨ªa que la situaci¨®n iba a ser complicada, y lo que hice fue llevarla de la mejor manera posible y mir¨¢ndola con perspectiva, desde puntos de vista que sab¨ªa que pod¨ªan ser buenos. Pero lo importante es que el Tour ha pasado ya y he conseguido la victoria, y ya est¨¢. He estado muy bien en el equipo y tambi¨¦n hab¨ªa gente en el equipo que se estaba portando muy bien conmigo y, al final, lo han hecho todo m¨¢s f¨¢cil.
Solo en la monta?a despu¨¦s de un ataque, solo en la contrarreloj, solo en el equipo? ?La soledad es el peaje que tiene que pagar todo campe¨®n o es algo bienvenido, algo que se busca? No, no es algo que me guste demasiado, aunque, claro, cuando se est¨¢ en un puerto o en una contrarreloj, la lucha es siempre de t¨² a t¨². Ah¨ª s¨ª que est¨¢s solo.
Cuando se ataca, se busca estar solo? Me gusta estar solo si voy delante. Todo depende de la situaci¨®n, de si me interesa ir en grupo o no. Si vas l¨ªder, a veces lo que quieres es que se vaya en grupo ycontento de ir todos juntos. Y hay veces en que est¨¢s solo y hay uno delante de ti que te hace vaciarte. Eso me pas¨® en la Par¨ªs-Niza y no me gust¨® mucho.
En este sentido, parece que se ha hecho mayor o, por lo menos, ha cambiado. Antes le gustaba m¨¢s el espect¨¢culo por el espect¨¢culo, dar alegr¨ªa a la gente, y ahora parece que ha introducido un elemento de c¨¢lculo. A la gente le habr¨ªa gustado que ganara m¨¢s etapas? Es que al final es eso. Mi forma de correr es lo que es el espect¨¢culo. Necesito sacar diferencias en la monta?a y tengo que aprovechar las oportunidades que hay. Este a?o en el Tour he aprovechado las que he podido, y, claro, llevando los n¨²meros en la cabeza, los tiempos y las posibilidades que hubiera en las etapas siguientes. En ese sentido, si luchas por la general, el espect¨¢culo llega por s¨ª solo.
Eso en el Tour, porque en otras carreras, como la Par¨ªs-Niza, en la que sufri¨® aquel desfallecimiento, corr¨ªa con la libertad y el gusto por el riesgo de quien puede pasarse sin ganar? En Par¨ªs-Niza fue un c¨²mulo de muchas circunstancias. El d¨ªa anterior tuve que atacar solo a ocho kil¨®metros de la cima de la monta?a de Lure para coger el liderato y me desgast¨¦ mucho. Pegaba much¨ªsimo aire y not¨¦ mucho ese esfuerzo. Y todos los d¨ªas anteriores me hab¨ªa metido unos sofocones bastante grandes. Y eso hizo que
Que se agarrara una p¨¢jara, lo que dio pie a Armstrong para sermonearle dici¨¦ndole que a¨²n ten¨ªa mucho que aprender? Cuando, adem¨¢s, a usted no le iba la vida en ganar esa carrera, que ya ten¨ªa en su palmar¨¦s, y pod¨ªa tomarse la libertad de arriesgar? Eso es, lo est¨¢ definiendo perfectamente. Quer¨ªa ganarla, pero estaba content¨ªsimo con el rendimiento que hab¨ªa tenido. El nivel que tuve fue muy alto, muy alto, y me supo como una victoria.
?El mayor placer que siente sobre una bicicleta le llega cuando ataca, o hay otros momentos? M¨¢s que cuando ataco, cuando voy bien, cuando voy disfrutando. Este a?o en el Mont Ventoux, durante el Tour, disfrut¨¦ mucho
Dicen que la cabeza, los procesos mentales que llevan a cada uno a tomar sus decisiones, m¨¢s que las piernas, es lo que marca la diferencia entre un campe¨®n y un ciclista de talento m¨¢s. ?Nota usted que piensa diferente a los dem¨¢s? No s¨¦ si diferente, pero s¨ª que soy una persona que creo en m¨ª, que creo en mis posibilidades y que cuando me planteo un objetivo suelo ser bastante realista. S¨®lo pienso en cosas que s¨¦ que puedo conseguir.
Lo que pasa es que, al menos en ciclismo, usted puede conseguirlo todo, lo que nos obliga a hablar de un realismo muy alto? Mi realismo quiz¨¢ va un poco acorde con lo que me dicen mis piernas. Si mis piernas tienen unas sensaciones determinadas, las mismas con las que he ganado otros a?os, entonces sabes que, si las tienes as¨ª, o incluso mejores, vas a estar cerca de ganar. Eso me da mucha confianza, y al final es todo un c¨ªrculo: cuanta m¨¢s confianza, m¨¢s rindo; cuanto m¨¢s rindo, mejor me va todo, m¨¢s motivado me entreno y al final es lo que me hace la cabeza m¨¢s fuerte.
?Pero esa cabeza tan especial no le causa a veces problemas de comunicaci¨®n con otros compa?eros, con sus directores? ?Como si, a la hora de hacer un an¨¢lisis, usted apreciara cosas que ellos no son capaces de ver? Tampoco necesariamente. Quiz¨¢ donde yo puedo ver m¨¢s es mi capacidad en un momento dado, o mi margen de maniobra en alg¨²n sitio que ellos no pueden saber porque no tienen mis sensaciones. Y no se trata de datos. En el medidor de potencia que llevamos en la bici, en el SRM, se puede ver si se tiene tanto o tanto o tanto, pero eso no es lo importante, lo que te interesa es saber cu¨¢nto eres capaz de mover el d¨ªa D. Y eso lo sabe s¨®lo el corredor con las sensaciones que va teniendo en la carrera.
?El d¨ªa D, este Tour, ha sido la carrera en la que m¨¢s fuerte se ha sentido de su carrera deportiva? Ufff? El nivel que he tenido este a?o en el Tour ha sido muy alto, muy alto, quiz¨¢ el m¨¢s alto que he alcanzado en lo que llevo de carrera deportiva. El rendimiento que tuve en algunas etapas, las sensaciones que tuve en Ordino, las de Verbier, la contrarreloj de Annecy, fueron rendimientos muy altos, cuando m¨¢s en forma he estado en toda mi carrera.
?El orgullo propio de todos los campeones, lo que ahora llaman ego, es la cualidad que m¨¢s problemas puede crear en las relaciones? Siempre suele ir unido a una susceptibilidad exagerada? Cada uno tiene su orgullo, y yo estoy muy contento de c¨®mo me van las cosas. Cuando me sacrifico por algo y veo resultados, pues siento orgullo. Pero en ning¨²n momento soberbia ni nada de eso.
Dicen que es usted un testarudo? Si a m¨ª me cogen y me dicen una cosa, y la analizo y creo que es la m¨¢s adecuada, desde luego que la acepto. Y si mi an¨¢lisis es diferente, muchas veces cedo, porque tengo que ceder, porque es lo m¨¢s adecuado cuando afecta a m¨¢s personas aparte de m¨ª; pero si s¨®lo me incumbe a m¨ª, a lo mejor me cuesta m¨¢s cambiar.
A casi todos los grandes campeones se les asocia normalmente con un director que es a la vez t¨¦cnico, padre espiritual, gu¨ªa filos¨®fico? Y usted, en los tres a?os en los que lleva en lo m¨¢s alto a¨²n no ha disfrutado de un equipo tranquilo, sin tensiones, sin problemas. ?Cree que es eso injusto o le motiva m¨¢s? ?Echa de menos un director con el que pueda tener confianza al cien por cien? Desde luego que me gustar¨ªa tener unos a?os m¨¢s tranquilos. Sin duda. Cuando lo importante es poder centrarse s¨®lo en la competici¨®n, encontrarte con algo ajeno que te preocupe y te robe tiempo hace todo m¨¢s dif¨ªcil. Y en cuanto al director siempre he tenido confianza en ellos. Si no la hubiera tenido, mal habr¨ªamos ido.
Pues si en situaciones inestables ha ganado cuatro 'grandes' y est¨¢ imbatido desde 2007, ?qu¨¦ no har¨¢ cuando est¨¦ tranquilo? ?O es que en esa situaci¨®n consigue una motivaci¨®n extra por la rabia que le produce estar as¨ª? No creo que me falte nunca la motivaci¨®n. De momento, lo tengo clar¨ªsimo. Pero, por otra parte, creo que lo que me ha pasado estos a?os ha sido muy bueno, he conocido una cantidad enorme de situaciones y de todas ellas he aprendido algo. Hay que tratar de coger lo bueno y saber lo que no es tan bueno. Y con 26 a?os todav¨ªa estoy en edad de seguir aprendiendo. He vivido muchas situaciones delicadas, y las que me quedar¨¢n
Sorprende, de todas maneras, su capacidad para manejarse con rapidez, controlar las claves, en todo tipo de situaciones extra?as. Eso es la propia exigencia que te da la competici¨®n y las ganas que tengo de mejorar en todo. Hay que acoplarse r¨¢pido o aprender r¨¢pido a superar los obst¨¢culos.
Motivaci¨®n es la palabra. Desde este Tour hasta la pr¨®xima temporada pasar¨¢n ocho meses en los que correr¨¢ un par de d¨ªas con dorsal como mucho. ?C¨®mo piensa llegar con hambre a la pr¨®xima temporada? Es una situaci¨®n nueva. El a?o pasado en esta ¨¦poca estaba preparando los Juegos y la Vuelta? El entrenamiento ser¨¢ diferente a cuando tengo un objetivo claro. La motivaci¨®n no es la misma. Ahora podr¨¦ salir un poco m¨¢s desahogado; si me apetece darme un calent¨®n con los amiguetes en bicicleta, me lo doy. Me entrenar¨¦ para seguir manteniendo la forma f¨ªsica, pero sin meterme entrenamientos de cinco o seis horas. Soy un corredor al que le cuesta poco coger la forma, y eso el cuerpo lo agradece.
Y tan poco? En diciembre pasado lleg¨® a la concentraci¨®n del equipo reci¨¦n operado de la nariz y estuvo a la altura de todos. Bueno, menos en el puerto de Masca. All¨ª levant¨¦ el pie, porque en el equipo hasta hab¨ªan cambiado pi?ones y todo [como es tan duro ese puerto, en las faldas del Teide, en Tenerife, Armstrong y compa?¨ªa pusieron desarrollos especiales para poder subirlo], y yo no lo sab¨ªa. Me dijeron que har¨ªamos dos horas y cuando salimos y empec¨¦ a ver aquello? Menos mal que me dio por comer barritas energ¨¦ticas, porque si no me muero. Sali¨® un entrenamiento como los de antes del Tour, 3.300 metros de desnivel. Subimos una barbaridad. No me gusta Tenerife para la bici.
?Es capaz de desconectar de la bicicleta cuando se va de vacaciones? S¨ª, la segunda quincena de agosto me ir¨¦ de vacaciones. Pero tampoco ser¨¢n d¨ªas calmos. Estoy ante una situaci¨®n en la que tendr¨¦ que decidir mi futuro, si cambio de equipo, si creo uno nuevo, y tendr¨¦ bastante movimiento. Aunque ser¨¢ mihermano quien se lo trabaje m¨¢s, ypodr¨¦ desconectar bastante. Lo tengo claro. S¨¦ desconectar de la bicicleta, aunque despu¨¦s de un Tour cuesta m¨¢s, pues hay invitaciones, homenajes, actos a los que hay que asistir, y resulta m¨¢s dif¨ªcil desconectar que cuando era neoprofesional. Pero ya me encargo yo de desconectar, porque es una cosa fundamental para entrar a conciencia, con hambre, a por un nuevo objetivo.
?Toda su vida de campe¨®n es compatible con ser un chico normal de Pinto? Sin duda, sin duda, sin duda. Me considero una persona supernormal, aunque tenga menos tiempo que antes para estar con los amigos. Est¨¢ claro que echo de menos tiempo para m¨ª, pero se puede hacer una vida normal. Y es lo que yo quiero. Disfruto con la bicicleta y con mi trabajo, y no aspiro a m¨¢s.
?Hace lo mismo y le divierte lo mismo que antes? Eso es.
Hay deportistas que tienen voluntad de ser algo m¨¢s, de convertirse en personajes; de ellos se dice que tienen carisma, que son ¨ªdolos? ?A usted no le fascinar¨ªa convertirse en un personaje, en algo m¨¢s que un chico de Pinto que gana el Tour? No, no. Yo no quiero nunca dejar de ser persona y hacerme personaje. Tengo una manera de ser bastante sencilla, y es eso lo que quiero. Aunque ahora con las victorias estoy muy en el boom, en ning¨²n momento quiero la vida de glamour de las estrellas. Quiero ser querido por la gente, pero sin tener la obligaci¨®n de vivir mi vida como un show.
Muchos colegas se han hecho fan¨¢ticos del Facebook, del Twitter, del Tuenti, de todas las redes sociales. En eso son como la gente de su edad, veintea?eros. Usted, en cambio, se muestra reacio. Todos estos medios de comunicaci¨®n son buenos siempre que se sea capaz de controlarlos. Te permiten hacer contactos con muchas personas, y cuantos m¨¢s se tienen, m¨¢s afecto se tiene hacia esa persona. S¨ª que tengo mi perfil en todas esas redes, pero redireccionadas a mi p¨¢gina web, y cuando quiero dar alg¨²n mensaje desde ah¨ª lo lanzo. Pero no tengo ning¨²n perfil activo para hablar a trav¨¦s de ellos. Al final te requiere bastante tiempo, y no tengo tanto como para estar ah¨ª liado.
Ha notado cambios en el pelot¨®n, que parece invadido por gente nueva, por los ciclistas que s¨®lo se comunican en ingl¨¦s, cuando antes era el 'italofrancespa?ol' el idioma oficial? Es evidente. La mayor¨ªa de los corredores de ahora hablan suficiente ingl¨¦s para mantener conversaciones. S¨ª que se nota much¨ªsimo que los corredores americanos est¨¢n teniendo cada vez m¨¢s influencia, cuando antes parec¨ªa m¨¢s europeo.
Cuando alcanz¨® el liderato del Tour en Verbier, usted declar¨® que no era el d¨ªa m¨¢s feliz de su vida deportiva, que ¨¦se seguir¨ªa siendo un d¨ªa de enero de 2005, cuando gan¨® una etapa de la Vuelta a Australia pocos meses despu¨¦s de haber superado una operaci¨®n a vida o muerte en el cerebro. Aquello le cambi¨® la vida; alcanz¨® plena madurez con s¨®lo 22 a?os. Dentro de lo negativo que pudo ser aquello, saqu¨¦ bastantes cosas positivas. Aprend¨ª a valorar todo mucho m¨¢s, y no s¨®lo en el ciclismo, sino en la vida. Y eso me hace marcar un punto de diferencia con otras personas. Ese sacrificio que soy capaz de hacer por algo.
?Le hace sentirse diferente, m¨¢s responsable, que los de su edad? Para nada. Tiene que haber gente de mi edad m¨¢s madura, m¨¢s responsable y hasta m¨¢s seria que yo. Me ha servido, en todo caso, para ayudarme y valorar todo mucho m¨¢s. Lo hace todo mucho m¨¢s sencillo.
?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le divierte hacer en sus ratos libres? Lo primero que busco es tranquilidad, olvidarme del agobio, salir con los amigos por la noche, al cine, las vacaciones, hacer el gamba en los karts, cenar con los amigos?
?Lee? No, poco. El tiempo que podr¨ªa dedicar a leer lo uso para mirar cosas en Internet.
?No le atrae lo que le puedan dar los libros? No, no me ha atra¨ªdo demasiado nunca. Hay un libro que me ayud¨® much¨ªsimo, y me sigue pareciendo un libro importante en mi vida, que es el de Armstrong, Mi vuelta a la vida, donde cuenta c¨®mo super¨® el c¨¢ncer. A ese libro le saqu¨¦ bastante partido. Lo que me pasa es que estoy tanto tiempo de ac¨¢ para all¨¢, que no tengo tiempo para nada. Lo que m¨¢s me apetece cuando tengo un poco de tiempo libre es no hacer nada, estar tranquilo, con los pies encima de la mesita y pensar en nada.
?M¨²sica, iPod? No soy mucho de iPod, salvo cuando caliento antes de las contrarreloj, que para m¨ª es important¨ªsimo?
?Qu¨¦ escucha entonces? Top secret, je, je, no lo puedo decir. Suelo alternar canciones muy subidas, que empiezan lentas y van subiendo poco a poco para empezar a romper a sudar? Bandas sonoras de pel¨ªculas que me gustan, cosas as¨ª. Y entre medias, otras que bajan la intensidad y otras iguales, para subir progresivamente hasta hacer dos o tres picos en el calentamiento. Y lo tengo cargado de todo, con lo que cabe en un iPod? Ya vale todo, como con las c¨¢maras digitales, que se dispara a todo.
?Sigue dedicando tiempo a los canarios de su jard¨ªn? Los tengo en casa, un voladero muy grande que no me quita tiempo, pero no como cuando era cr¨ªo. Lo que s¨ª que tengo ahora es un perro que se llama Tour, un braco de Weimar, un perro de caza que me regal¨® un canal de televisi¨®n, y ya me quita el poco tiempo que me queda libre. Los animales me han llamado siempre la atenci¨®n.
A los 26 a?os ha ganado m¨¢s de lo que el 99% de los ciclistas pueden so?ar con ganar en su vida. Dicen que quien empieza ganando muy joven se retira antes? Ahora no puedo saber qu¨¦ ser¨¢ de m¨ª. Cada vez se ven m¨¢s ciclistas de 35 a?os en el pelot¨®n al m¨¢ximo nivel. Antes parec¨ªa una edad impensable yson los que luchan por las carreras. Lo dejar¨¦ cuando crea que es el momento, cuando vea que no estoy ilusionado.
Usain Bolt dice que su objetivo ¨²nico es convertirse en el m¨¢s grande de la historia, en una leyenda. ?Son palabras demasiado grandes para usted? Es una cosa que a m¨ª no me preocupa para nada. Siempre me preguntan por los n¨²meros de Indurain, por batir a Armstrong? No es un objetivo que me plantee. Una vez que termine mi carrera ver¨¦ qu¨¦ es lo que he conseguido y lo que no, pero ahora s¨®lo me planteo seguir haciendo lo que hago, competir en bici, que es lo que me gusta. Y si acompa?an los resultados, siempre ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil estar motivado.
El ciclismo siempre ha estado acompa?ado de un aura de leyenda. Sus campeones han sido hasta hace nada h¨¦roes populares que nos hac¨ªan so?ar, Oca?a, Perico? Personas capaces de llegar a donde ning¨²n mortal alcanzaba. Parece que todo eso se acab¨®. Antes parec¨ªa m¨¢s imposible a¨²n lo que hacemos los ciclistas en el Tour. Esto ha cambiado, en efecto. Ya nada es imposible. Creo que es porque, a d¨ªa de hoy, a la sociedad, en la que me incluyo, es m¨¢s dif¨ªcil sorprenderla. Hacer algo que sorprenda a la gente es muy dif¨ªcil. Quien consiga sorprender a la gente, siquiera con un anuncio de televisi¨®n, es una m¨¢quina. La mirada de la gente hacia todo ha cambiado. Y al ciclismo ya no se le admira como antes.
?En qui¨¦n se ver¨ªa reflejado de los antiguos? ?En Federico, Oca?a, Perico?? No s¨¦, no s¨¦. No podr¨ªa decir. No soy de ver v¨ªdeos antiguos. Cada uno era de una manera determinada. Los tres eran de ataques, o eso cuentan de ellos, pero no me identifico con ninguno en concreto.
Dentro de 15 o 20 a?os, ?se ve aqu¨ª en Pinto, viviendo en su adosado, llevando la misma vida que sus vecinos de calle, ni?os gritando en el jard¨ªn, paseando el perro? No lo s¨¦. A d¨ªa de hoy no miro el futuro. Me gustar¨ªa hacer mi vida aqu¨ª, pero hablar a 15 a?os vista todav¨ªa es precipitado. No tengo edad para pensar en ello. Har¨¦ lo que la vida me vaya diciendo.
Una r¨¢pida escalada triunfal
Alberto Contador Velasco (Madrid, 6 de diciembre de 1982) siempre admir¨® el valor de superaci¨®n en las personas. Lo aprendi¨® en su casa, en el peque?o municipio de Pinto. Es el tercero de cuatro hermanos. El mayor de todos ellos, Francisco Javier, fue precisamente quien le anim¨® a montar en bicicleta. Antes ya hab¨ªa demostrado sus dotes para el deporte, practicando atletismo y f¨²tbol. Desde entonces, el esfuerzo iba a marcar su camino profesional. Hacia arriba. A los 15 a?os entr¨® a formar parte del equipo de ciclismo de Pinto. Un a?o m¨¢s tarde repiti¨® en la categor¨ªa de cadetes en el madrile?o Real Velo Club Portillo. (En la foto, en el podio de una carrera ganada en Colmenarejo, Madrid, en 2000). Pronto se revel¨® como un corredor potente en las subidas. Y en las etapas de monta?a llegaron los primeros premios, entre otros, en la Vuelta al Besaya y en la Vuelta a Talavera. En 2002 gan¨® el Campeonato Nacional de contrarreloj sub-23 y fich¨® por el ONCE-Eroski. Los obst¨¢culos. Una complicada ca¨ªda durante la Vuelta a Asturias 2004 le alej¨® una temporada del ciclismo. Los m¨¦dicos le diagnosticaron un cavernoma cerebral. Inici¨® entonces una fuerte lucha personal por volver a pedalear. Para ¨¦l, "querer es poder". En 2007 venci¨® en el Tour. En 2008 subi¨® a lo alto del podio en el Giro y en la Vuelta a Espa?a. Hace historia. Acaba de convertirse en bicampe¨®n del Tour de Francia con el Astana.
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