Mentira
A veces las mentiras parecen verdad dependiendo del ¨¦nfasis, o del atril. Cuando una mentira se soba mucho termina siendo un t¨®pico. Un t¨®pico fue al principio una lluvia fina, un sirimiri, y al final es una gota grande, como las que dibujaba Bagar¨ªa para Miguel Mihura: "?Y qu¨¦ es esa gota inmensa?" "Una nueva forma de llover: en lugar de que llueva todo el d¨ªa, cae una gota enorme, y ya est¨¢, ya ha llovido".
Me acord¨¦ de ese chiste que hicieron don Miguel y el dibujante mientras escuchaba a Cristina Kirchner hablando del f¨²tbol de pago: "Es como el secuestro de 30.000 argentinos que hizo la dictadura". Eso lo repite algunas veces m¨¢s la dirigente argentina, al lado de Maradona, que estaba a su lado cuando lo dijo, y termina uno escuch¨¢ndolo luego en las tertulias: el f¨²tbol de pago es un secuestro.
As¨ª se escribe la historia, a base de t¨®picos que son mentiras. En una tertulia de Intereconom¨ªa en la que rifan un gato escuch¨¦ a un sedicente periodista decir que ¨¦l no buscaba la objetividad, que ese es el lexat¨ªn de las audiencias, sino la verdad.
Luego dijo un t¨®pico (es decir, una mentira que lleva tiempo circulando) sobre una persona muy querida de esta Casa en la que escribo y ya me di cuenta de lo que quer¨ªa decir con su prop¨®sito de buscar la verdad. Como hab¨ªa alguna periodista al lado me dije: "Le dir¨¢ que no es cierto". No, no lo dijo, as¨ª que la mentira sigui¨® en el aire, alimentando el eterno sirimiri del t¨®pico.
En esa excursi¨®n por la mentira hubo alguna tregua el viernes por la noche. Mar¨ªa Escario (La Uno) present¨® as¨ª las l¨¢grimas de Usain Bolt: "Tambi¨¦n es humano". Es decir, verdadero; el atleta llor¨® al escuchar en el impresionante estadio berlin¨¦s el Happy Birthday (Cumpleanos feliz) que merecen su edad y la celebraci¨®n de su genio.
En un escenario como ese, donde alguna vez se quiso pisotear a los de su color, la emoci¨®n del deportista alcanza la categor¨ªa de un s¨ªmbolo, como si la historia le diera un abrazo.
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