Dos actores de peso
Adelgazar m¨¢s de 33 kilos en cuatro meses es posible. Podr¨ªa parecer el eslogan de un anuncio publicitario indecente o la pesadilla de miles de hombres y mujeres enredados con dietas y medicamentos milagro. Es cierto. Se puede. El secreto reside en un contrato. La piedra filosofal est¨¢ escondida en la palabra oportunidad. Se puede. Pero todo resulta m¨¢s f¨¢cil cuando forma parte de tu trabajo.
Engordar m¨¢s de 33 kilos en cuatro meses y bajarlos en id¨¦ntico plazo de tiempo del mismo a?o es posible. Podr¨ªa parecer un insulto para miles de personas que acuden a terapia empujados por los d¨ªgitos de su b¨¢scula. Pero es cierto. Se puede. Incluso es el sue?o de muchos actores a los que les gustar¨ªa ponerse en la piel de algunos de sus compa?eros de Hollywood que modificaron el aspecto de su anatom¨ªa por exigencias del gui¨®n, como Robert De Niro en
Nos somet¨ªan a la tortura de la b¨¢scula todas las semanas, y ten¨ªamos que ir al gimnasio todos los d¨ªas
Compraba sand¨ªas de tres en tres. El frutero cre¨ªa que se me pon¨ªan malas, pero las com¨ªa como si fuera solomillo
Engordar m¨¢s de 33 kilos en cuatro meses y bajarlos en id¨¦ntico plazo de tiempo del mismo a?o es posible
Toro salvaje o Ren¨¦e Zellweger interpretando a Bridget Jones.
El director de cine Daniel S¨¢nchez Ar¨¦valo ha sido el genio de la l¨¢mpara. Y menudo genio. En su segunda pel¨ªcula, su rev¨¢lida despu¨¦s del ¨¦xito de
Azul oscuro casi negro (tres Goyas), se la ha jugado. La propuesta se titula Gordos (que el pr¨®ximo domingo se proyecta en el Festival de Venecia), una cinta coral engrasada con adiposidades que se convierten en met¨¢fora de la felicidad.
Dos de los elegidos para llevar a cabo la empresa fueron Antonio de La Torre, un experimentado profesional que precisamente recibi¨® un Goya al mejor actor secundario por su interpretaci¨®n en Azul..., y una novata muy novata llamada Leticia Herrero. El consagrado frente a la primeriza, y ambos, embarcados en la locura de una producci¨®n que ha tardado m¨¢s de un a?o en hacerse posible (los rodajes convencionales duran entre seis y 12 semanas).
La primera vez que Antonio se puso delante de la c¨¢mara para rodar esta pel¨ªcula pesaba 69 kilos. Espigado, pelo pajizo, ojos color mar, mucha labia... El t¨ªpico malague?o atractivo, reci¨¦n entrado en la cuarentena y con el poder m¨¢gico de encandilar. Cuatro meses despu¨¦s, Antonio era otro Antonio. Bruto, parec¨ªa m¨¢s bajo, sus movimientos eran torpes, un tanto zafios, y su mirada ya no era la misma. Ten¨ªa que llevar tirantes para sujetar sus pantalones y los escond¨ªa bajo una camiseta; le daba igual la ropa que se pon¨ªa, y verlo comer impresionaba: solicitaba lo m¨¢s contundente del men¨² y lo devoraba sin contemplaciones. Pesaba 102 kilos.
Leticia Herrero vivi¨® el camino contrario. Con tan s¨®lo 27 a?os se enfrentaba a su primera pel¨ªcula. La novata, residente en Carabanchel, profesora de autoescuela y modelo de tallas grandes, pesaba 90 kilos la primera vez que escuch¨® la palabra acci¨®n. "S¨®lo pensaba en hacerlo bien, en que la pel¨ªcula no se fuera al garete por mi culpa", recuerda Leticia, mientras come verduras y casi presume de sus 25 kilos menos.
"Para m¨ª era un reto y una oportunidad", asegura Antonio, "era un papel para poder preparar como en la escuela estadounidense, un caramelo". De la Torre no s¨®lo ten¨ªa que engordar y adelgazar en el mismo rodaje; adem¨¢s, su personaje cuenta con muchas aristas, entre otras su condici¨®n de homosexual. En el madrile?o barrio de Chueca existen varios locales famosos por acoger a la tribu de los osos dentro del mundo gay. Se trata de personas que cultivan un aspecto muy masculino y a los que el sobrepeso no les preocupa. Llam¨® a un amigo y le pidi¨® que le introdujera en ese mundo. "Quer¨ªa saber c¨®mo era, c¨®mo hablaban, c¨®mo se relacionaban estas personas", asegura De la Torre. Se pasearon por bares para llevar la empresa a cabo: Hot, Enfrente, The Paso, Bears Bar (todos en Chueca), e incluso Antonio sumergi¨® su heterosexualidad por el cuarto oscuro de un enorme local llamado Strong Center, que presume de ser el m¨¢s grande de Europa. "Recuerdo que una de las cosas que m¨¢s me ayudaron fue algo que me dijo mi amigo: 'F¨ªjate en la mirada triste. Aunque estemos ligando, bebiendo, de fiesta, debajo siempre queda un poso de tristeza, de miedo al rechazo, de todo lo que un gay ha tenido y tiene que pasar'. A partir de ah¨ª fij¨¦ mi atenci¨®n en mi amigo y le rob¨¦ gestos, expresiones, pero, sobre todo, la mirada". ?sa fue una de las fases de composici¨®n de su personaje que complet¨® con muchas conversaciones con su amigo y director de la pel¨ªcula Daniel S¨¢nchez Ar¨¦valo.
Para leticia, las cosas fueron m¨¢s como un juego. "Yo no soy actriz y no creo que lo sea a¨²n. Cuando tuve que llorar, fue uno de los momentos m¨¢s dif¨ªciles para m¨ª. Recuerdo que el director me dijo que me trajera la m¨²sica que m¨¢s triste me pusiera y le ped¨ª a un primo m¨ªo que me enviara por mail una carta que hab¨ªa escrito justo cuando muri¨® mi abuela, a la que estaba muy unida. Fue leer las dos primeras frases y echarme a llorar como una loca", asegura Leticia. Su personaje es el de una chica enamorada de un legionario de Cristo y encerrada en el mundo de la culpa. "El resto fue f¨¢cil, simplemente trataba de ser lo m¨¢s natural posible y seguir las indicaciones de Daniel, que es un excelente director".
Lo complicado fueron los kilos. Y aqu¨ª llega, por fin, el secreto de los cuerpos mutantes en tiempo r¨¦cord. Todos los actores que tuvieron que cambiar de peso (tambi¨¦n Mar¨ªa Morales y Ver¨®nica S¨¢nchez) se pusieron en manos de la nutricionista ?ngela Quintana y el Centro de Est¨¦tica Gema Caba?ero. Salvo Antonio de La Torre, que se puso en manos del endocrino Antonio Escribano. "Nos somet¨ªan a la tortura de la b¨¢scula cada semana. Ten¨ªamos que ir al gimnasio todos los d¨ªas y con un entrenador personal. Y si no aparec¨ªas, te llamaban por tel¨¦fono, como si faltaras al trabajo. Com¨ªa todo a la plancha, la verdura, la carne, pescado, pollo. S¨®lo ten¨ªa permitida una cucharada de aceite al d¨ªa, y, claro, no la iba a malgastar en la ensalada. La utilizaba para darle algo de sabor al filete. Recuerdo que mi frutero se pens¨® que me hab¨ªa vuelto loca. Compraba las sand¨ªas de tres en tres. ?l se preocupaba pensando que se me iban a poner malas, pero qu¨¦ va, me las com¨ªa en tajadas y con cuchillo y tenedor, como si fueran un solomillo. Lo que engorda, tipo pan, boller¨ªa o comidas grasientas, prohibido. Me gusta comer, la verdad, y aquello no fue f¨¢cil", recuerda Leticia. Pero tambi¨¦n tiene clara otra cosa: "Todos llevamos un gordo dentro, pero yo me siento mucho mejor estando delgada. Vas por la calle como si fuera una pasarela". Antonio dice que s¨®lo hay una secuela del proceso: "Se me ha quedado el culo un poco ca¨ªdo".
'Gordos', segunda pel¨ªcula de Daniel S¨¢nchez Ar¨¦valo, se estrena el 11 de septiembre en toda Espa?a.
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