Vuelta al cole
Lo reconozco, este inicio de temporada se me ha echado encima sin pedir permiso. Y es que las pretemporadas de los equipos espa?oles est¨¢n tan llenas de partidos, de torneos, de presentaciones estruendosas, que cada vez se me hace m¨¢s dif¨ªcil llegar a discernir el d¨ªa en el que la victoria va unida a los tres puntos correspondientes, ¨¦sos que en el mayo van a ser decisivos. Claro que tampoco me ayuda a centrar el objetivo este arranque interruptus en el que al primer partido de Liga le siguen dos semanas de par¨®n por la llegada de la selecci¨®n, el que el cierre del mercado de jugadores no se produzca hasta 24 horas despu¨¦s de que se haya disputado la jornada inaugural o que el pentacampe¨®n debute un lunes, fuera del fin de semana. Si a todo ello le unimos que el inicio de la Liga es la misma frontera que el final de las vacaciones y el regreso al trabajo, tal vez sean comprensivos conmigo y mi desconexi¨®n, ya que es posible que tambi¨¦n a usted le haya sucedido que, mientras conduc¨ªa de vuelta a casa,de pronto, se ha sentido sorprendido por la sinton¨ªa del Carrusel Deportivo, ¨¦se que hace m¨¢s llevaderas las retenciones.
Adem¨¢s, me pasa que, antes, el inicio de la temporada era el momento en el que ve¨ªamos a los nuevos jugadores, sab¨ªamos de los nuevos t¨¦cnicos, nos enter¨¢bamos de las metas de cada equipo. Ahora, para cuando llegamos al 30 de agosto, ya hay hasta proyectos que est¨¢n en crisis y la mayor novedad se ha convertido en un habitual de las tertulias del que ya sabemos sus gustos, sus hobbies, y hasta ya nos ha dado tiempo para empezar a sentirnos cansados de que cada vez que se hable de deporte salgan los mismos.
F¨ªjense en el Athletic, que ya ha tenido tiempo de disputar cuatro partidos para entrar en la UEFA Europa Leage m¨¢s otros dos de la Supercopa y, si ya andaba la gente rojiblanca con la mosca detr¨¢s de la oreja antes de que Toquero cerrase el partido contra el Espanyol, asegurando los primeros puntos, ya me dir¨¢n lo que ser¨ªa si el billete que acreditaba la participaci¨®n europea de los bilba¨ªnos se hubiera quedado en el C¨ªrculo Polar, en la ciudad de Tromsoe (Noruega). En crisis antes de empezar a andar.
Algo de eso suele suceder despu¨¦s de esta jornada inicial a la que sigue mucho tiempo de par¨®n. Esto que es habitual durante la temporada, el deseo de ganar el partido antes de que la Liga se pare para evitar d¨ªas de dudas y de preguntas engorrosas, se hace m¨¢s necesario si cabe en el arranque de la competici¨®n. Si se preguntan por qu¨¦, les dir¨¦ que algunos equipos suelen llegar al estreno liguero con ciertas dudas; otros, con necesidades de reivindicarse; otros, con la certeza de que el trabajo realizado ha sido bueno, pero con la necesidad de refrendarlo en el primer examen puntuado del a?o. Cierto que quien llega con la base del a?o anterior se va a encontrar con menos sorpresas, pero tambi¨¦n es verdad que sus posibilidades de cambio, si la cosa se encalla en el arranque, son menores. Para verlo en un lugar concreto miremos al Vicente Calder¨®n, donde hace una semana los atl¨¦ticos celebraban su pase a la Champions y formulaban el deseo de que este a?o debe ser el de la consolidaci¨®n definitiva como un grande en Europa. Cinco d¨ªas m¨¢s tarde, cuando todav¨ªa alg¨²n rojiblanco (¨¦ste, madrile?o) andaba mirando los viajes a Londres y las fechas libres que le quedan en el calendario laboral, llegan el M¨¢laga, La Rosaleda y el calor de la Costa del Sol y mandan a los de la camiseta a listas rojas y blancas al sill¨®n del psiquiatra para envolverse en todas las dudas y preguntas tantas veces formuladas, tantas veces olvidadas.
Y ahora, un par de semanas para rebozarse en la duda. Cerca del Calder¨®n se oye un grito que dice: ?Qu¨¦ vuelva pronto la Liga!
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