"Odio los festivales y el teatro al aire libre"
No es macarra, ni de los chic, ni de los otros, ni coprol¨¢lico, ni adicto a las ordinarieces. Andr¨¦s Pel¨¢ez es, adem¨¢s de hombre culto y profundamente ilustrado, el director de un museo p¨²blico (el Nacional de Teatro) que m¨¢s tiempo lleva en el cargo. Veinte a?os. Hay quien barrunta que su r¨¦cord es internacional. "Quiz¨¢ el secreto sea que este museo no le ha interesado especialmente a ning¨²n Gobierno y muchos pol¨ªticos incluso lo han visto como un capricho m¨ªo o de la gente del teatro que siente mucho afecto por ¨¦l", se?ala este hombre que fund¨® el museo en Almagro, donde est¨¢ ubicado, ligado al popular Festival de Teatro Cl¨¢sico.
Pel¨¢ez recuerda con nostalgia al inolvidable Jos¨¦ Luis Alonso, considerado por muchos el m¨¢s gran director de teatro de Espa?a del siglo XX. "Yo tambi¨¦n me cago en los festivales y en el teatro al aire libre, como dec¨ªa Alonso que era persona exquisita, pero es que muchos me parecen un negocio, sobre todo para la hosteler¨ªa". Este investigador de la escena se?ala que no se puede hacer una obra mientras suena una moto, cohetes, una disco... "El teatro necesita concentraci¨®n y comodidad, adem¨¢s puede haber fraude, porque al calor del festival surgen compa?¨ªas que no ser¨ªan admitidas en ning¨²n lado. Eso no quita que haya festivales como el de Oto?o, Edimburgo, o incluso el de M¨¦rida, con grandes producciones que son salvables", a?ade.
El jefe del museo de Teatro de Almagro prefiere el arte sin cohetes de fondo
En su conversaci¨®n, trabada con comentarios elogiosos hacia los gambones con papada y espinacas, confiesa: "Estoy todo el d¨ªa entre legajos y objetos de gran antig¨¹edad. Seguramente para compensarlo me he hecho tecnosexual", suelta con su humor chispeante y de gran agilidad y deja claro que siente pasi¨®n libidinosa por los adelantos en telefon¨ªa m¨®vil, libros electr¨®nicos, port¨¢tiles...
Trabajar tantos a?os en una ciudad peque?a en medio de La Mancha, donde en invierno oscurece pronto y a partir de las seis de la tarde no hay un alma por la calle no le ha parecido duro: "A lo mejor si lo pienso s¨ª, pero el d¨ªa a d¨ªa no lo ha resultado; mi relaci¨®n no es con la gente sesuda de Bellas Artes, mi relaci¨®n es con los profesionales de la escena y no hay gente m¨¢s maravillosa que la del teatro, ni nada m¨¢s apasionante que el mundo del espect¨¢culo. Tengo que hablar con personas como N¨²ria Espert, como habl¨¦ en su d¨ªa con Jos¨¦ Tamayo y no negocio con grandes herederos como en otros museos, sino con gentes sencillas que a veces se impresionan de que t¨² valores sus cosas; mis ratos con Pedro Moreno, o con Maite de la Cruz, viuda de Agust¨ªn Gonz¨¢lez, de los que se aprende tanto, no los cambio por nada".
En la soledad almagre?a la comida es un gran refugio, mientras en su casa los cuidados recaen sobre la mesa "tal y como he aprendido de mi marido". El restaurante elegido, considerado entre los mejores de Castilla-La Mancha, le gusta especialmente: "Su chef ha inventado, a partir de productos populares, comidas exquisitas llenas de imaginaci¨®n". Un sitio al que acude en ocasiones especiales, como cuando va con Francisco Nieva o Antonio Gala, y en el que muchas veces ocupa la mesa de Adolfo Marsillach, quien durante sus largas temporadas en Almagro iba a diario al Corregidor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.