Digitalizaci¨®n en el frente europeo
La guerra por el proyecto de Google Books se traslada a la UE - Berl¨ªn se opone al acuerdo con el gigante inform¨¢tico - La Comisi¨®n debatir¨¢ el asunto el lunes
La batalla por el futuro de la comercializaci¨®n de los derechos de libros digitalizados tambi¨¦n se libra en Europa. El millonario acuerdo para el escaneado de libros firmado en 2008 entre los editores y autores de Estados Unidos y Google ha suscitado un enconado debate ahora tambi¨¦n a este lado del Atl¨¢ntico. Ese acuerdo a¨²n debe ser aprobado (el 7 de octubre) por al juez federal neoyorquino Denny Chin.
Para unos, el proyecto de Google Books supondr¨¢ un monopolio de facto del buscador sobre la explotaci¨®n electr¨®nica de millones de obras. Para otros, una preciosa oportunidad para difundir el saber a todo el globo.
La Comisi¨®n Europea ha convocado el lunes en Bruselas una reuni¨®n para examinar en detalle el impacto de este intrincado mecanismo legal que supone la creaci¨®n de un registro universal de obras. Mediante ese mecanismo se regular¨ªa el reparto a todo el mundo del dinero que generen las futuras ventas online. Cu¨¢nto de ese dinero acabar¨ªa en manos del gigante inform¨¢tico, y cu¨¢nto en las de los autores y editores. Por el momento el mecanismo est¨¢ limitado a Estados Unidos. El plazo para que los autores y editores se autoexcluyan de dicho pacto vence hoy.
Existe un acuerdo entre Google, los autores y los editores de EE UU
La Biblioteca Nacional de Francia ha manifestado que colaborar¨¢
Amazon, Yahoo! y Microsoft se unen para canalizar la oposici¨®n
En Europa, Alemania lleva la voz cantante entre los detractores. Berl¨ªn considera que el pacto es contrario a sus leyes y a las iniciativas p¨²blicas para crear bibliotecas digitales mundiales no comerciales, como es el caso de Europeana, el proyecto de digitalizaci¨®n europeo. "Esperamos que el tribunal rechace el acuerdo o que al menos retire del mismo a los autores y editores alemanes", declar¨® el martes la ministra germana de Justicia, Brigitte Zypries. Berl¨ªn ha dirigido un escrito al juez neoyorquino que instruye el caso. La reacci¨®n del Gobierno alem¨¢n se corresponde con el recelo que el acuerdo ha suscitado entre los intelectuales de aquel pa¨ªs, que el pasado mes de abril firmaron el llamado Manifiesto de Heidelberg.
El Gobierno alem¨¢n ha sido el ¨²nico hasta el momento en oponerse al acuerdo. Aunque en Francia, su Biblioteca Nacional, locomotora hasta la fecha de Europeana, ha sorprendido al respetable anunciando hace unos d¨ªas su intenci¨®n de cooperar con Google. El Gobierno franc¨¦s se ha dado un plazo de dos meses para decidir si da su pl¨¢cet a dicha colaboraci¨®n.
Una treintena de grandes bibliotecas del mundo, entre ellas varias espa?olas, ya digitalizan sus fondos dentro del programa de Google. La ¨²ltima en expresar su inter¨¦s en sumarse al proyecto ha sido la Biblioteca de Florencia (Italia). Ser¨¢ un alto cargo del Ministerio de Cultura italiano quien deba decir si comienza el escaneado, de la mano del gigante inform¨¢tico, de 300.000 obras que van desde el a?o 400 al 1870.
En el seno de la UE, el proyecto de Google cuenta con la simpat¨ªa de la comisaria para la Sociedad de la Informaci¨®n y los Medios de Comunicaci¨®n, Viviane Reding. "Entiendo los miedos de muchos editores y bibliotecas europeas respecto al poder de Google en el mercado; pero tambi¨¦n comparto la frustraci¨®n de muchas compa?¨ªas de Internet que desear¨ªan ofrecer interesantes modelos de negocio en este campo y no pueden por la fragmentaci¨®n del sistema legal europeo", declar¨® Reding en una conferencia en julio.
En Espa?a el Gobierno... no sabe, no contesta. Tampoco se ha producido una movilizaci¨®n similar a la de los intelectuales alemanes. "No s¨¦ si por falta de inter¨¦s. Quiz¨¢ hay pa¨ªses donde est¨¢n m¨¢s organizados", se?ala por tel¨¦fono Magdalena Vintent, presidenta de la Federaci¨®n Internacional de Entidades de Gesti¨®n de Derechos de Reproducci¨®n, que tambi¨¦n dirige CEDRO, la rama espa?ola de dicha organizaci¨®n. Vintent, que acudir¨¢ a Bruselas, subraya que estos organismos est¨¢n informando a sus socios (autores y editores) del contenido del acuerdo. Tambi¨¦n est¨¢n tratando de garantizar que quienes quieran darse de baja o realizar ulteriores reclamaciones econ¨®micas puedan hacerlo.
El responsable del buscador de libros de Google en Espa?a y Portugal, Luis Collado, insiste en que el pacto de Estados Unidos no supone exclusividad. "Cualquier otro particular puede firmar un acuerdo similar", se?ala. Collado subraya que es necesario separar lo que est¨¢ ocurriendo en EE UU del proyecto general de Google para la digitalizaci¨®n de libros. "Son dos cosas distintas. La cuesti¨®n, en Europa, es qu¨¦ hacer con todos esos libros que est¨¢n fuera del ¨¢mbito comercial". No obstante, Google nunca ha negado su intenci¨®n de extender a Europa el modelo estadounidense, si se dan las condiciones.
El tira y afloja iniciado hace tiempo en EE UU (el gigante inform¨¢tico comenz¨® su gigantesca empresa hace cinco a?os) se ha convertido, m¨¢s bien, en un "todos contra Google". La ¨²ltima empresa en unirse al coro de detractores del acuerdo es Amazon. Ese inmenso supermercado online ha presentado esta semana en los juzgados una petici¨®n para que el juez Denny Chin, que instruye el caso, detenga el acuerdo, porque lo considera "una versi¨®n en alta tecnolog¨ªa de esos pactos de desv¨¢n de los que se nutren las pesadillas monopol¨ªsticas".
Amazon, junto con los otros dos grandes rivales de Google en el mercado de las b¨²squedas online, Yahoo! y Microsoft, pertenece a la Open Book Alliance, una agrupaci¨®n creada el mes pasado para canalizar la oposici¨®n a Google Book Search. A esa iniciativa se han ido uniendo todo tipo de entidades, desde la Asociaci¨®n de Bibliotecas de Nueva York hasta la principal agrupaci¨®n de escritores de ciencia-ficci¨®n, a la que pertenecen unos 1.500 autores.
Hoy se cumple el plazo para presentar alegaciones en el caso que est¨¢ valorando la juez Chin, que deber¨¢ decidir si le da la aprobaci¨®n final al acuerdo. Google se ha comprometido a pagar 90 millones de euros a las editoriales a cambio de los derechos para escanear los libros. Seg¨²n la propuesta, esa empresa ofrecer¨ªa los libros escaneados de forma gratuita en bibliotecas y cobrar¨ªa por el acceso completo a esos vol¨²menes en la Red, pagando un gran porcentaje de sus beneficios a los autores. Adem¨¢s, el pacto es no exclusivo, por lo que otras empresas podr¨ªan llegar a acuerdos similares.
La Asociaci¨®n de Escritores sali¨® ayer en defensa de Google. En una carta abierta, critic¨® la "impresionante hipocres¨ªa" de Amazon, una empresa a la que le atribuye un control casi total y f¨¦rreo del mercado de los libros en Internet. "Amazon no necesita preocuparse, de verdad: este acuerdo es sobre los libros que est¨¢n fuera de impresi¨®n. Su control de la distribuci¨®n online de libros en imprenta, desafortunadamente, parece garantizada".
Cifras 'online'
- Un 20% de los fondos que Google ofrece online est¨¢ sujeto a derechos de autor. La empresa ha escaneado siete millones de libros.
- Google Books ya tiene obras en m¨¢s de 100 idiomas.
- M¨¢s de 600 editores espa?oles han autorizado a CEDRO, entidad espa?ola de gesti¨®n de derechos de reproducci¨®n, a negociar en su nombre con Google. Suponen un 80% del mercado.
- En Espa?a, en 2007, ¨²ltimo a?o con datos, unas 200 editoriales de las cerca de 900 asociadas a su federaci¨®n (FGRE) publicaron obras en formatos distintos al papel. Es el 10,5% de la facturaci¨®n anual. En Derecho, el formato digital supera el 55% de la facturaci¨®n.
Babelia
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