Cima desde la v¨ªa m¨¢s dif¨ªcil del planeta
Los hermanos alaveses Iker y Eneko Pou ascienden en ocho horas de escalada libre la cara oeste del Naranjo de Bulnes, la ruta de pared m¨¢s exigente
En la cima del Naranjo de Bulnes y en la cima de su carrera: los hermanos alaveses Iker (30 a?os) y Eneko Pou (34) completaron ayer en escalada libre la v¨ªa de pared m¨¢s dif¨ªcil que existe, un itinerario de 500 metros que recorre la elegant¨ªsima pared oeste de la cima asturiana con tramos que rozan el l¨ªmite humano en escalada y una exposici¨®n que muy pocos soportan. No ser¨¢ su canto del cisne, pero esta ascensi¨®n puede ser su l¨ªmite como alpinistas. Ninguna monta?a espa?ola acumula tanta m¨ªstica, historia y atractivo como el tot¨¦mico Naranjo de Bulnes, o Picu Urriellu.
En el alpinismo, las gestas se dan sin p¨²blico ni jueces, en completa soledad, pero el Picu es otra cosa. Ninguna cima como la asturiana ha visto arremolinarse a sus pies tanto seguidor, turista o periodista, todos con el cuello doblado hacia atr¨¢s y la mirada enfocada en la roca, siguiendo la evoluci¨®n de dos manchas coloridas pegadas a su pared oeste. Para los Pou era un reto que ven¨ªan persiguiendo desde ni?os, una relaci¨®n que venera una monta?a en la que, a lo largo de varios a?os, han sido capaces de dar lo mejor de s¨ª mismos para establecer nuevas marcas de dificultad. De momento, no hay pared de roca en el mundo que presente una l¨ªnea m¨¢s complicada que la que ayer escalaron en libre los Pou.
"Puedes caer 25 metros atado a una simple cuerda de 10 mil¨ªmetros"
Los hermanos vascos llevaban dos meses y medio construyendo su obra mayor, un itinerario de escalada de m¨¢xima dificultad bautizado como Orbayu, el xirimiri vasco o el castizo cala bobos. Su objetivo, abrir una nueva v¨ªa que empalma con otra ya abierta (Mediterr¨¢neo) y liberar su largo m¨¢s complicado, 35 metros de escalada artificial que superada en libre (con la ¨²nica ayuda de pies y manos) ofrecer¨ªa una dificultad sin parang¨®n en una v¨ªa de monta?a. "No se trata de escalada deportiva donde uno puede darlo todo a sabiendas de que los numerosos seguros colocados en la pared frenar¨¢n sin problemas cualquier ca¨ªda", explicaba ayer Eneko Pou. En v¨ªas de monta?a entran en juego otros valores propios del alpinismo, como el riesgo y la exposici¨®n: se trata de acercarse a los l¨ªmites del hombre reduciendo al m¨¢ximo la seguridad, la red. Como si Usain Bolt tratase de batir su r¨¦cord del mundo de 100 metros sabiendo que diez metros despu¨¦s de la l¨ªnea de meta hay un precipicio que le obliga a frenar en muy poco espacio.
Iker Pou es un escalador ¨²nico, talento puro, fibra y determinaci¨®n. "Pero el miedo existe y no es lo mismo darlo todo sabiendo que una ca¨ªda es una an¨¦cdota divertida a darlo todo sabiendo que puedes caer 25 metros sin saber de qu¨¦ manera aterrizar¨¢s y atado a una simple cuerda de 10 mil¨ªmetros", ilustra. Veinticinco metros, cinco pisos de altura. Un pie que patina, un canto que se escurre... Iker ensay¨® al menos 30 veces el largo clave de la v¨ªa, memorizando sus min¨²sculos agarres de media y una falange, con movimientos de monodedo (todo el peso del cuerpo reposando pr¨¢cticamente sobre la fuerza de un ¨²nico dedo) y pasos aleatorios. Tanto ensayo le permiti¨® convencerse de que ser¨ªa capaz de superar esos 35 metros infernales, de que tendr¨ªa fuerzas para ello... y valor para no atascarse a medida que dejaba atr¨¢s los seguros emplazados en la roca. "Era preciso contar con un d¨ªa fresco que garantizase la m¨¢xima adherencia de la roca, porque con agarres tan peque?os la piel de los dedos resbala si las condiciones son malas. Adem¨¢s, necesit¨¢bamos escalar con la m¨¢xima concentraci¨®n, abstray¨¦ndonos del miedo a caer, el miedo al vac¨ªo, que es lo que hace que te arrugues", explica Iker.
Para dar validez a su ascensi¨®n, los Pou deb¨ªan de escalar en libre cada uno de los 17 largos de cuerda para superar los 500 metros de desnivel de la pared oeste del Picu. Ayer, casi 75 d¨ªas despu¨¦s de empezar el trabajo, cumplieron su objetivo, sin una ca¨ªda y en apenas ocho horas. Una cordada normal tarda lo mismo en completar la v¨ªa Rabad¨¢-Navarro, la primera que surc¨® la pared oeste del Picu en 1962. "Siempre hemos sentido fascinaci¨®n por esta monta?a, por su historia, por sus leyendas", cuenta Eneko acerca del Picu, una cima a la que s¨®lo se accede escalando y que fue vencida por vez primera en 1904.
Las paredes del Picu podr¨ªan glosar la esencia del alpinismo, un conjunto indisoluble de ¨¦xitos y dramas, de rescates ejemplares y accidentes fatales, fuente de noticias y posterior olvido. Conquistar su cima dej¨® de ser un reto hace tiempo, aunque no hacerlo de la forma m¨¢s elegante y audaz posible, adecuando al medio las posibilidades actuales. Empe?ados en participar de la historia del Picu, los Pou han escrito una de sus p¨¢ginas m¨¢s brillantes.
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