La violencia ¨¦tnica estalla de nuevo entre chinos y uigures en Xinjiang

Un nuevo estallido de violencia ¨¦tnica ha vuelto a causar desordenes y muertes en la provincia de Xinjiang, en el oeste de China, dos meses despu¨¦s de que alrededor de 200 personas murieran en los graves disturbios provocados por la tensi¨®n entre chinos de etnia han y uigures. Pek¨ªn reconoci¨® ayer que al menos cinco personas han fallecido ya en la oleada de protestas de los han que agita desde el mi¨¦rcoles Urumqi, la capital de Xinjiang. Los manifestantes reclaman a las autoridades mayor firmeza contra los uigures y los supuestos ataques que ¨¦stos perpetran.

La chispa que volvi¨® a atizar la ira de los han es una presunta serie de agresiones sufridas a mano de uigures armados con jeringuillas. La agencia oficial Xinhua informaba ayer de que 531 personas resultaban hospitalizadas por semejantes ataques, 106 de ellas con "evidentes signos de haber sido pinchadas con agujas de jeringuillas".

Decenas de miles de han enfurecidos salieron a las calles de Urumqi el jueves exigiendo a las autoridades protecci¨®n y represi¨®n de los uigures. A pesar de la prohibici¨®n de cualquier manifestaci¨®n y del imponente despliegue de fuerzas de seguridad, miles de han volvieron a manifestarse ayer y fueron dispersados con gases lacrim¨®genos. Algunos de ellos reclamaban las dimisiones del l¨ªder del Partido Comunista local.

"El Gobierno est¨¢ siendo demasiado laxo con los uigures", se quejaba un comerciante han en declaraciones a la agencia Reuters. "Estos uigures nos est¨¢n pinchando con jeringuillas, tendremos que resolver este problema", dec¨ªa un manifestante que intentaba superar una barrera policial erigida para bloquear el acceso a los barrios uigures de Urumqi, que se presentaba ayer como una ciudad paralizada. Las autoridades decidieron cerrar escuelas y tiendas de la capital.

"Restablecer el orden es la prioridad", dijo el ministro de Seguridad P¨²blica, Meng Jianzhu, que se desplaz¨® a la zona. Las autoridades reconocieron la muerte de cinco personas, pero no precisaron las circunstancias de los fallecimientos ni la etnia de las v¨ªctimas. El vicealcalde de Urumqi, Zhang Hong, se limit¨® a decir que dos de ellas eran "civiles inocentes" y que se estaban investigando los otros casos.

Representantes en el exilio de los uigures -una etnia que profesa la religi¨®n musulmana y representa la mitad de los 20 millones de habitantes de Xinjiang- rechazaron las acusaciones de los han. Los uigures reprochan a Pek¨ªn haber aplastado su cultura y haberles discriminado en favor de los han, que abarcan m¨¢s del 90% de la poblaci¨®n china.