"Retamos a toda la ciudad a salir de la almendra central"

Ferr¨¢n Barenblit (Buenos Aires, 1968) vive en un combate perpetuo con una tesis propia: "Una instituci¨®n es tan poderosa como el precio del metro cuadrado que ocupa". El Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M), que inaugur¨® la Comunidad de Madrid con la conmemoraci¨®n del Bicentenario de la Independencia de Madrid (1808) y que ¨¦l dirige desde hace justamente un a?o, est¨¢ en M¨®stoles (unos 2.300 euros el metro cuadrado): "A 23 minutos de Madrid desde la estaci¨®n de Embajadores", puede leerse en todos los folletos de publicidad. Son, as¨ª de entrada, dos distancias las que tiene que salvar en su escalada de este K-2: por un lado la f¨ªsica (los 18 kil¨®metros que separan el centro de la capital de esta ciudad del sur), y por otro lado la art¨ªstica, que tiene que ver con ese espacio indefinido que separa el arte contempor¨¢neo del p¨²blico y que remite siempre a la misma cuesti¨®n: "Pero... ?esto es arte?". Para acometer esta empresa con ¨¦xito, la Comunidad de Madrid le ha dado un presupuesto de dos millones de euros anuales, aunque s¨®lo la mitad va destinada a la actividad del centro.

"Una instituci¨®n es tan poderosa como el precio del suelo que ocupa"

Pregunta. ?Qu¨¦ se ve desde la cima de este K-2?

Respuesta. Se ve otro Madrid, el que por el hecho de existir reta a toda una ciudad a salir de su almendra central; se ve un concepto de ciudad reconcentrado en un kil¨®metro cuadrado frente a otras capitales (Par¨ªs, Berl¨ªn y, en el extremo, Los ?ngeles...) en las que le gente se siente orgullosa de tener que desplazarse en coche porque son grandes; se ven las infraestructuras (v¨ªas de tren, autopistas y metro) pero falta la asimilaci¨®n de esos caminos como parte de una gran metr¨®poli.

P. ?Y qu¨¦ nos debe impulsar a coger esos trenes, autobuses y metros?

R. Pues el no querer perderse un lugar de encuentro entre el arte y la creaci¨®n m¨¢s reciente, un centro que no es s¨®lo un museo con una colecci¨®n propia (la de Arte Contempor¨¢neo de la Comunidad), sino un lugar que pretende impulsar y descubrir artistas (como ahora a Cristina Lucas) y nuevas formas de producci¨®n de arte; que est¨¢ dispuesto a cuestionar la realidad y cuestionarse, con talleres y actividades; que apuesta por la cr¨ªtica a todos los niveles; que asume el estar en la periferia, no s¨®lo como un reto, sino como un activo. Un sitio con un programa educativo que se inici¨® ya el a?o pasado con un curso que tuvimos que cerrar porque se apuntaron de pronto 70 personas que ven¨ªan hasta de Alcobendas.

P. ?Y qu¨¦ curso era ¨¦se?

R. Se llama Pero... ?esto es arte?, y busca precisamente acercar lenguajes que permitan mejor comunicaci¨®n y entendimiento entre las obras, los autores y los espectadores.

P. Y si no queremos ir a ning¨²n curso...

R. Pues, por ejemplo, quien no venga a ver Auto. Sue?o y materia (del 9 de octubre al 10 de enero) se perder¨¢ toda una explicaci¨®n del arte contempor¨¢neo a trav¨¦s del autom¨®vil, el objeto que ha formateado el siglo XX desde que Ford inventara la cadena de producci¨®n. O el que no venga en enero a ver la muestra dedicada a Sonic Youth [banda punk americana de principios de los ochenta], Sensational Fix. Sonic Youth, se perder¨¢ la posibilidad de entender c¨®mo surge la contracultura y c¨®mo el arte no es algo acotado, sino que nace junto a otras manifestaciones art¨ªsticas (m¨²sica, v¨ªdeo...), y que, efectivamente, puede ser complejo pero no complicado.

P. Sesenta mil...

R. S¨ª, ¨¦se es el n¨²mero de usuarios que hemos tenido este a?o.

P. Son muchos, pocos... ?Cu¨¢l es el perfil?

R. Pues tenemos un p¨²blico dividido al 50%. Est¨¢ el consumidor habitual de arte contempor¨¢neo y el usuario que proviene de entre ese mill¨®n de personas que viven alrededor de la l¨ªnea 12 del metro. Necesitamos m¨¢s tiempo y visibilidad para que el centro forme parte del imaginario del conjunto de los ciudadanos.

P. ?Qu¨¦ balance hace entonces de este a?o?

R. Ha servido para poner en marcha la maquinaria, tener una programaci¨®n s¨®lida esta primera temporada y crear los principios de su desarrollo en el futuro.

P. ?Y hacia d¨®nde apunta?

R. Lo que me interesa del arte es su posibilidad de entrar en di¨¢logo con la realidad, a trav¨¦s de la iron¨ªa, la cr¨ªtica a la propia instituci¨®n y el trabajo educativo. Tenemos que hacer un centro extremadamente permeable. Pienso ya en una muestra colectiva que ocupe todo el centro y hable del presente.

P. Viniendo del Centro Santa M¨®nica, ?cu¨¢les son las diferencias que ha encontrado entre Barcelona y Madrid?

R. En Barcelona la preocupaci¨®n se centra en el arte conceptual y en Madrid se interrogan por el s¨ªmbolo y la representaci¨®n. En Barcelona, los temas tienen que ver con el trabajo, la econom¨ªa, los procesos de trabajo; en Madrid, el arte se interroga por el poder. Hasta hay un colectivo que se llama Democracia.

CA2M. Avenida de la Constituci¨®n, 23-25. M¨®stoles. (Renfe: M¨®stoles C5. Metrosur: M¨®stoles Centro, Pradillo. Autobuses: L1, L2, 519, 520, 521, 525, 526, 527).