La gripe AM y el efecto contagio

Por si alguien no ha reparado en ello, la cuenta atr¨¢s para la independencia de Catalu?a ya ha comenzado. El pr¨®ximo domingo, si la autoridad y el clima lo permiten, los 8.000 habitantes de Arenys de Munt -o cualesquiera otros, pues no se podr¨¢ usar el censo electoral, y tampoco est¨¢ confirmada la presencia de interventores u observadores internacionales- est¨¢n convocados a responder una sencilla pregunta: "?Est¨¢ de acuerdo con que Catalu?a se convierta en un Estado de derecho, independiente, democr¨¢tico y social, integrado en la Uni¨®n Europea?"

Puesto que la llamada a las urnas corre a cargo del Moviment Arenyenc per l'Autodeterminaci¨® (MAPA) -ruego a los editores del diario que respeten el nombre original en catal¨¢n, que no es cuesti¨®n de herir sensibilidades gratuitamente-, existe la remota posibilidad de que los votantes refractarios a la secesi¨®n de Catalu?a declinen participar en la consulta. Dicho sea esto sin ¨¢nimo de cuestionar la ecuanimidad de la organizaci¨®n convocante, ni mucho menos de poner en tela de juicio la limpieza del ulterior escrutinio.

Tras el virus de la marcha contra el Constitucional, el de la consulta de Arenys. El nacionalismo anda bajo de defensas

Para aquellos que jam¨¢s hayan o¨ªdo hablar del Moviment Arenyenc per l'Autodeterminaci¨®, les bastar¨¢ con saber que es una suerte de casa gran (versi¨®n reducida) del independentismo local, pues cuenta en sus filas con militantes de Esquerra, Iniciativa, las juventudes de Converg¨¨ncia y los Maulets. A estos ¨²ltimos los recordar¨¢n porque son los mismos patriotas que hace dos a?os la liaron parda con la quema de fotos del Rey.

El recordatorio viene a cuento porque, a poco que los independentistas y los pr¨®ceres del Estado se pongan a ello, el virus de la gripe de Arenys de Munt (en adelante, gripe AM) se contagiar¨¢ por toda Catalu?a con la misma profusi¨®n con que lo hizo en su d¨ªa la cat¨¢rtica (y pueril) incineraci¨®n de efigies mon¨¢rquicas. La conocieran o no, unos y otros confirmaron la tercera ley de Newton: "Con toda acci¨®n ocurre siempre una reacci¨®n igual y contraria: o sea, las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en direcciones opuestas". A la primera quema sigui¨® la respuesta judicial, que tuvo como r¨¦plica independentista la combusti¨®n de m¨¢s estampas borb¨®nicas, que a su vez la justicia se empe?¨® en sancionar...

El virus de la sinraz¨®n es, acaso, el m¨¢s peligroso de todos; se extiende por doquier y a¨²n nadie ha sintetizado la vacuna. Tal vez por ello el soberanismo catal¨¢n -neologismo reciente que abarca desde ERC hasta el sector preponderante en CDC, am¨¦n de varios grup¨²sculos extraparlamentarios- se est¨¦ frotando las manos ante la decisi¨®n del Gobierno, ratificada por un juez, de prohibir que el Ayuntamiento de Arenys preste apoyo e instalaciones a los convocantes de este pseudorefer¨¦ndum. Pero estos, como entidad privada que son, son libres de preguntar a los ciudadanos si apoyan la autodeterminaci¨®n, o si prefieren el caf¨¦ solo o con leche.

En pos de un minuto de gloria, y a fin de poner su granito de arena en la liberaci¨®n nacional de Catalu?a, abundar¨¢n los ayuntamientos prestos a alentar consultas similares. Como los de Argentona y Ser¨°s, excitados por una sobreactuaci¨®n del Estado que, legalmente impecable pero torpe pol¨ªticamente, brinda a sus minoritarios detractores el pretexto perfecto para denunciar la intolerable opresi¨®n que sufre Catalu?a. Acci¨®n, reacci¨®n... y vuelta a empezar.

M¨¢s significativo resulta que de tan insignificante votaci¨®n haya l¨ªderes pol¨ªticos dispuestos a obtener beneficio electoral. Del presidente de Esquerra Republicana, Joan Puigcerc¨®s, se espera que trabaje para construir una mayor¨ªa social proclive a la independencia, y que s¨®lo llegado ese momento reclame un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n. Pero al abanderar como propia una parodia de consulta secesionista comete el error de trivializar el que debiera ser el m¨¢s sublime de sus objetivos pol¨ªticos.

Tampoco el l¨ªder de CiU ha querido quedarse atr¨¢s. Artur Mas ha confesado que votar¨ªa s¨ª a la independencia en la consulta de Arenys, pero sin aclarar si har¨ªa lo propio en caso de que las urnas no fueran de juguete. Apenas sanado del virus de la manifestaci¨®n preventiva contra el Constitucional, el nacionalismo ha contra¨ªdo la gripe AM. Debe andar bajo de defensas.