La T-1 supera la prueba de fuego

"Parece un aeropuerto internacional". ?sta es la impresi¨®n de Carlos, pasajero del vuelo IBE 5222 procedente de Budapest, al llegar ayer a la terminal 1 del aeropuerto de El Prat. No se equivoca, se trata del noveno aeropuerto de Europa. Opiniones como la de Carlos indican que la T-1 ha cumplido uno de sus objetivos: que el aeropuerto del Barcelona, adem¨¢s, de ser internacional, lo parezca. La nueva terminal pas¨® ayer su prueba de fuego y con nota. Despu¨¦s de su inauguraci¨®n el pasado 17 de julio, las instalaciones hab¨ªan acogido poco m¨¢s del 26% de los vuelos del aeropuerto; desde ayer esa cifra roza el 70%.

El incremento de operaciones no afect¨® a la buena marcha de la nueva terminal. El traslado de las 17 compa?¨ªas, incluidas las que integran la alianza OneWorld, entre ellas Iberia y Vueling, sumadas a las de Star Alliance, que opera en la T-1 desde su inauguraci¨®n, hace que la nueva terminal sea, de hecho, el nuevo aeropuerto barcelon¨¦s.

"La T-2 era m¨¢s bien casposa y ¨¦sta es encantadora", dice un usuario

La normalidad fue la t¨®nica general de una jornada que tambi¨¦n podr¨ªa haber sido el d¨ªa de los chaquetas verdes, como se conoce al personal de informaci¨®n de tierra de Aeropuerto Espa?oles y Navegaci¨®n A¨¦rea (AENA), que ayer tuvo que emplearse a conciencia para orientar a los usuarios en unas instalaciones de m¨¢s de 500.000 metros cuadrados.

El propio director del aeropuerto, Fernando Echegaray, asegur¨® ayer: "La noticia es que no hay noticia". Si alguien esperaba una repetici¨®n de la inauguraci¨®n de la T-4 de Barajas, con cientos de maletas extraviadas y trabajadores que visitaban por primera vez la instalaci¨®n, se qued¨® con las ganas. No fue ¨¦se el caso de la T-1 ayer. AENA increment¨® el personal de tierra para poder orientar al pasaje. Y lo mismo hicieron compa?¨ªas como Iberia, con casi el 30% m¨¢s de informadores. "No me ha dado tiempo de perderme; un chico se me ha acercado nada m¨¢s entrar por si necesitaba algo", aseguraba ayer Carmen, mientras esperaba a su hijo.

Muchos viajeros vivieron la misma situaci¨®n y la mayor¨ªa lo agradecieron, pr¨¢cticamente cualquier operaci¨®n -llegar a facturaci¨®n, al aparcamiento o a la recepci¨®n de viajeros- requer¨ªa de un m¨ªnimo de dos preguntas a los chaquetas verdes.

Pese a todo, tambi¨¦n hubo quien pag¨® la novatada: "Le hemos dicho al taxista que vol¨¢bamos con Iberia y nos ha llevado a la T-2, all¨ª nos han mandado a la T-1", explicaba ayer Laura, que tuvo que sumar a su viaje unos minutos m¨¢s de trayecto. Nancy, que esperaba a su hijo procedente de Colombia, tambi¨¦n visit¨® ambas terminales antes de dar con el lugar acertado y aseguraba que al llegar al aeropuerto se hab¨ªa sentido algo "desconcertada". La sensaci¨®n se repiti¨® en muchos pasajeros.

Orientaci¨®n aparte, la impresi¨®n de los usuarios sobre la obra del arquitecto Ricardo Bofill era m¨¢s que positiva, "Venimos de N¨¢poles y comparado con aquello esto es lo s¨²per de lo s¨²per, nos hemos quedado con la boca abierta", aseguraba un grupo de espa?oles procedentes de Italia.

El Puente A¨¦reo Madrid-Barcelona, operado por Iberia, es uno de los grandes beneficiados del traslado a la T-1, y aprovecha as¨ª para ganarle unos puntos al AVE, su gran enemigo en el ¨²ltimo a?o. Los cerca de 60 vuelos diarios de este servicio llegan ahora al llamado corredor Barcelona-Madrid, en la zona norte del aeropuerto, con acceso y parrilla de taxis propia. "Ya era hora, la T-2 era m¨¢s bien casposa y ¨¦sta resulta encantadora", opinaba Jaime, usuario habitual del Puente A¨¦reo, que, desde ayer, tarda unos 12 minutos menos gracias a que los aviones aterrizan m¨¢s cerca de la terminal. En general, los usuarios dec¨ªan haber salido ganando con el cambio a la nueva terminal.

La percepci¨®n positiva del pasaje concuerda con la valoraci¨®n que hacen tanto AENA como las aerol¨ªneas. Por ejemplo, el presidente de Vueling, Josep Piqu¨¦, quien calific¨® la jornada de "¨¦xito" y asegur¨® que la T-1 representa una mejora de la imagen internacional de Barcelona y Espa?a.