Nueva vida en la vieja T-2
Una mujer da a luz en la antigua terminal el d¨ªa en que ¨¦sta se vac¨ªa de viajeros - Los comerciantes de la instalaci¨®n temen por su futuro
Un silencio ins¨®lito, que dol¨ªa, se adue?¨® ayer de las viejas terminales del aeropuerto del Prat, que parec¨ªan m¨¢s un desierto que una instalaci¨®n aeroportuaria. El bullicio cotidiano de las terminales hoy rebautizadas como T-2 (las antiguas A, B y C) hab¨ªa languidecido de un d¨ªa para otro y los trabajadores de los establecimientos que todav¨ªa no han bajado persianas (muchos ya se han mudado a la nueva T-1) confesaban ayer que se les hac¨ªa irrespirable el ambiente desangelado que rein¨® desde primera hora de la ma?ana en unas instalaciones en las que ayer se cerraba una etapa y se abr¨ªa otra plagada de incertidumbres.
"?Dios m¨ªo, qu¨¦ ha pasado aqu¨ª, qu¨¦ tristeza!", lamentaba Dolores, una vendedora de una caseta de loter¨ªa de la ONCE situada frente a los mostradores de facturaci¨®n de Vueling, en la terminal B, ayer absolutamente vac¨ªos. Ni rastro de las interminables colas de viajeros que hasta la noche del martes se formaban en esta zona. En su lugar, un grupo de informadores recib¨ªan a los no pocos despistados que no se hab¨ªan enterado de la mudanza y eran derivados a la T-1. El habitual griter¨ªo en la terminal B se convirti¨® ayer en poco m¨¢s que un susurro, s¨®lo truncado, a las diez de la ma?ana, por los gritos de una mujer que dio a luz en los lavabos
Las aerol¨ªneas y AENA reforzaron el personal para ayudar al pasaje
La mujer, que ya hab¨ªa salido de cuentas, ten¨ªa programado el parto para el d¨ªa siguiente (hoy para el lector) en el hospital de Vall d'Hebron, y acudi¨® al aeropuerto a recoger a su madre, que llegaba de un vuelo procedente de M¨¢laga para asistir al nacimiento de su nieta. Cuando la embarazada ya se dispon¨ªa a salir de la terminal junto a su madre, su marido y sus dos hijos, empez¨® a sentir dolores de parto y corri¨® hacia los lavabos.
El beb¨¦ (una ni?a) ya hab¨ªa nacido cuando llegaron los m¨¦dicos del SEM y del aeropuerto. "Todo fue muy r¨¢pido, nosotros s¨®lo pudimos cortar el cord¨®n umbilical y asistir a la mujer hasta que se la llevaron, a ella y al beb¨¦, al hospital Sant Joan de D¨¦u", explic¨® ayer Angelina S¨¢ez, m¨¦dico del aeropuerto. "La mujer y la ni?a, que tiene unos preciosos ojos negros, est¨¢n perfectamente", agreg¨®.
Para Gloria, una empleada del bar que hay justo delante de los lavabos, el nacimiento confirmaba que el de ayer ten¨ªa que ser "un gran d¨ªa".
"Despu¨¦s de un verano fren¨¦tico en el que no hemos tenido ni un respiro, ya esperaba con ganas poder trabajar con m¨¢s tranquilidad. Y la verdad es que hoy ha bajado en picado el trabajo y, adem¨¢s, nos han regalado este nacimiento, que nos ha emocionado", dec¨ªa Gloria. A M¨ªriam, la responsable de este establecimiento, la s¨²bita ca¨ªda de clientes no le sent¨® tan bien como a Gloria. "Estoy asustada. Hasta octubre tenemos asegurado que el local estar¨¢ abierto, pero luego no sabemos qu¨¦ pasar¨¢", aseguraba.
Como Gloria, muchos de los empleados de tiendas y establecimientos que ayer a¨²n permanec¨ªan abiertos aseguraban desconocer su futuro.
Fuentes del aeropuerto aseguraron ayer que las viejas terminales del Prat seguir¨¢n abiertas y mantendr¨¢n el 20% de la actividad, mayoritariamente de compa?¨ªas de bajo coste. Para finales de este a?o o principios del pr¨®ximo se prev¨¦ realizar un plan de mejora global de la T-2. El aeropuerto no dio detalles de la operaci¨®n, aunque especific¨® que las mejoras se centrar¨¢n en la gesti¨®n de equipajes, la facturaci¨®n y la seguridad.
Sobre el futuro de la terminal C, donde hasta el martes operaba el Puente A¨¦reo, fuentes del aeropuerto no se posicionaron. Tras realizarse, el martes por la noche, los ¨²ltimos vuelos que conectaban Barcelona y Madrid, ayer la terminal C estaba cerrada con un cartel en la puerta que dirig¨ªa a los viajeros despitados al nuevo "corredor" de la T-1 (as¨ª se llama la zona destinada al Puente A¨¦reo en la nueva instalaci¨®n).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.