Los socialistas europeos piden el cargo de Exteriores para apoyar a Barroso

A trancas y a barrancas pero cada d¨ªa con m¨¢s soltura, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, de 53 a?os, afianz¨® ayer su posici¨®n para ser reelegido de nuevo presidente de la Comisi¨®n Europea el d¨ªa 16. La decisi¨®n de votarle en esta fecha se decidir¨¢ hoy por los distintos grupos pero cuenta con el apoyo del Partido Popular Europeo (PPE), con 265 esca?os; conservadores brit¨¢nicos y checos (54); liberales (84) y los socialistas espa?oles, brit¨¢nicos y portugueses. Pero la combatividad de los debates hace que sea todav¨ªa incierto el resultado. Un diputado que compar¨® su actuaci¨®n con la de hace cinco a?os reconoci¨® que esta vez Barroso hab¨ªa actuado "con m¨¢s aplomo y hab¨ªa sabido encontrar un discurso entre la lucha contra el cambio clim¨¢tico y la crisis financiera".

Los grupos de la Euroc¨¢mara deciden hoy si ser¨¢ sometido a votaci¨®n el d¨ªa 16

Barroso, que en las sesiones anteriores hab¨ªa obtenido un total respaldo de los dos grupos de la derecha, ayer tuvo que batirse el cobre frente a socialistas (184), liberales (84) y verdes (55). Tras la audiencia ante los socialistas, que se celebr¨® a puerta cerrada, su portavoz, Martin Schulz, puso como condici¨®n para dar su apoyo al pol¨ªtico portugu¨¦s que el Alto Representante de la Pol¨ªtica Exterior de la UE, el cargo que actualmente ocupa Javier Solana, "sea un socialista". Tambi¨¦n exigi¨® que haya "un equilibrio pol¨ªtico entre derecha e izquierda en la Comisi¨®n Europa".

Sin embargo, la gran mayor¨ªa de las intervenciones socialistas fueron muy severas con la pol¨ªtica del presidente de la Comisi¨®n de los ¨²ltimos cinco a?os y apostaron por aplazar la votaci¨®n hasta despu¨¦s de la celebraci¨®n del refer¨¦ndum en Irlanda sobre el Tratado de Lisboa, el pr¨®ximo 2 de octubre. El presidente del Partido Socialista Europeo, Poul Nyrup Rasmussen, fue especialmente cr¨ªtico al definir a Barroso como "un buen actor pero un mal pol¨ªtico" y se quej¨® de que sus respuestas "no hab¨ªan sido concretas".

La estrategia de Schulz parece ser la de apaciguar a los grupos m¨¢s cr¨ªticos, especialmente italianos y franceses. Su objetivo es que su grupo se abstenga el pr¨®ximo 16 y forzar as¨ª una negociaci¨®n sobre la composici¨®n de la futura Comisi¨®n y sobre todo asegurar unos m¨ªnimos sociales del nuevo mandato (garantizar los mismos derechos a los trabajadores desplazados que a los nacionales, eliminar el l¨ªmite de las 65 horas semanales y que se pueda aprobar otra directiva similar, y enfatizar la pol¨ªtica social especialmente la lucha contra el paro).

Ram¨®n J¨¢uregui, secretario general de la delegaci¨®n de los socialistas espa?oles, plante¨® la necesidad de cambiar de discurso en la izquierda "abandonando las posiciones testimoniales y hacer frente al soberanismo y nacionalismos rampantes en las instituciones europeas". En este sentido, J¨¢uregui abog¨® por un "gran pacto europeo que promueva m¨¢s Estado y un mejor mercado", que en su opini¨®n es la idea que presenta Barroso y que defender¨¢ la UE en la reuni¨®n del G-20 en Pittsburgh.

El l¨ªder de los liberales, el ex primer ministro belga Guy Verhofstadt, se mostr¨® partidario de apoyar la votaci¨®n de Barroso el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, pero a condici¨®n de que inmediatamente se ponga en marcha el nombramiento de toda la Comisi¨®n.

La contradicci¨®n que supone nombrar a Barroso "con prisas" ahora con el Tratado de Niza vigente y menos exigente (mayor¨ªa simple) y a la nueva Comisi¨®n dentro de unos meses con el de Lisboa (mayor¨ªa absoluta) fue puesta de relieve por el presidente de los Verdes, Daniel Cohn-Bendit, esgrimiendo dict¨¢menes jur¨ªdicos. La audiencia abierta ante este grupo fue un vivo toma y daca, en la que el ex presidente portugu¨¦s no estuvo manco. A las cr¨ªticas de su evoluci¨®n desde "el mao¨ªsmo a las posturas m¨¢s conservadoras como promover la guerra de Irak", Barroso se revolvi¨® reivindicando "sus protestas en la calle cuando ten¨ªa 16 o 17 a?os contra la colonizaci¨®n".