La Universidad europea ya habla ingl¨¦s. ?Y el alumno?
La lengua franca cobra fuerza - La oferta de t¨ªtulos en ese idioma y el nivel del estudiantado, claves para el ¨¦xito en el espacio ¨²nico
?En qu¨¦ lengua puede estudiar una carrera un espa?ol en Polonia? ?Y un polaco en Espa?a? ?Y un alem¨¢n en Suecia? ?Y un franc¨¦s en Lituania? La riqueza de idiomas de la UE juega en contra de la materializaci¨®n del espacio com¨²n europeo de universidades que persigue, como uno de los objetivos m¨¢s relevantes, fomentar la movilidad de estudiantes. Suena bien, pero ?en qu¨¦ lengua van a estudiar esos alumnos para poder entender bien los contenidos de ingenier¨ªa, historia del arte o sociolog¨ªa? Descartado hace tiempo el esperanto, todo apunta a que la lengua franca va a ser el ingl¨¦s. En futuro, porque a¨²n no lo es. S¨ª en el mundo empresarial o en el de la investigaci¨®n. Pero este aspecto, que requiere una inversi¨®n (no s¨®lo econ¨®mica, principalmente organizativa y de impulso pol¨ªtico) a medio-largo plazo no est¨¢ exento de dificultades.
La oferta de t¨ªtulos en ingl¨¦s es muy escasa en el sur de Europa
Holanda o los pa¨ªses escandinavos cubren esa demanda
El atractivo del espa?ol ha impulsado las becas Erasmus
Los campus brit¨¢nicos temen ahora por su ventaja competitiva
Ofrecer t¨ªtulos en ingl¨¦s atrae a los que tambi¨¦n buscan aprender castellano
"La informaci¨®n es internacional o no es universitaria", dice un vicerrector
"Que todo el mundo sea biling¨¹e es ideal pero ut¨®pico"
En Espa?a las matr¨ªculas apenas alcanzan el 12% de las subvenciones
En primer lugar, la movilidad implica que los pa¨ªses receptores invierten en la formaci¨®n de un extranjero que, en muchos casos (como el de Espa?a o Alemania) no paga ni de lejos con las tasas de matr¨ªcula lo que de verdad cuestan sus estudios. Con lo cual, ese estado receptor estar¨ªa costeando la formaci¨®n de la poblaci¨®n de sus vecinos sin recibir nada a cambio. Un tema que, por el momento, no han previsto los estados. En segundo lugar, la oferta de t¨ªtulos en ingl¨¦s (sobre todo de grados) es a¨²n muy baja, especialmente en los pa¨ªses de sur de la Uni¨®n. Naciones que arrastran desde hace d¨¦cadas la asignatura pendiente de la buena formaci¨®n en ingl¨¦s de la poblaci¨®n. ?Cu¨¢nto tardar¨¢n los espa?oles en llegar a la universidad con el suficiente nivel como para estudiar una carrera en ingl¨¦s o incluso para impartirla? ?Una generaci¨®n?
?sta es la situaci¨®n de partida con la que se encuentra la UE a tres meses de empezar oficialmente a implantarse, en 2010, el Espacio Europeo de Educaci¨®n Superior (EEES), suscrito por 47 de pa¨ªses, despu¨¦s de que en 1999 acordaran su creaci¨®n en la Declaraci¨®n de Bolonia. Y, a d¨ªa de hoy, los gobiernos, incluido el espa?ol, no se han planteado impulsar pol¨ªticas y medidas para sortear estos escollos.
"La movilidad total para estudiar la carrera de Grado va a seguir siendo muchos a?os excepcional, s¨®lo la habr¨¢ en universidades de mucho prestigio y en titulaciones puntuales", vaticina el rector de la UNED, Juan Gimeno, que preside la Comisi¨®n de Relaciones Internacionales de la Conferencia de Rectores de las Universidades Espa?olas (CRUE). "Se va a potenciar mucho el modelo tipo Erasmus, es decir, que los alumnos vayan a estudiar alg¨²n curso a otro pa¨ªs de la UE, tambi¨¦n las titulaciones dobles de varias universidades, los acuerdos entre centros... Pero la movilidad total va a costar muchos a?os".
"Carlos V dec¨ªa que hablaba en espa?ol con Dios, en italiano con las mujeres, en franc¨¦s con los hombres y en alem¨¢n con su perro. Hoy en d¨ªa a?adir¨ªa: y en ingl¨¦s con el mundo acad¨¦mico". Con esta an¨¦cdota arranca la presentaci¨®n de un seminario que se celebrar¨¢ en diciembre en Bruselas sobre las estrategias que debe adoptar la UE acerca de la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica en la universidad. Europa se juega mucho con este tema. Todos est¨¢n pendientes de ¨¦l. ?Es mejor ense?ar en ingl¨¦s?, se preguntan estos expertos. En el fondo del debate hay varias cuestiones: c¨®mo compatibilizar la promoci¨®n de una lengua franca para fomentar la movilidad con lograr que los alumnos salgan bien preparados aprendiendo en una lengua extranjera; hasta qu¨¦ punto pueden resentirse las lenguas y culturas de una pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica universitaria que mire demasiado al mercado, y c¨®mo deben compatibilizarse estas pol¨ªticas con las que promueven la diversidad y el multiling¨¹ismo europeo.
Y en el otro lado del campo, los brit¨¢nicos. En posici¨®n de alerta. La prestigiosa revista de educaci¨®n superior brit¨¢nica Times Higher Education ha dedicado al tema recientemente dos amplios art¨ªculos. Un editorial titulado Everyone is talking the talk. Es decir: todo el mundo est¨¢ hablando la lengua. Y expone que "el aumento del uso del ingl¨¦s en la educaci¨®n superior a trav¨¦s de Europa puede costar al Reino Unido su ventaja competitiva vital". El otro art¨ªculo se titula directamente The language of competition: El idioma de la competici¨®n.
?Que si el ingl¨¦s ser¨¢ lengua franca de la universidad europea? "Es evidente", responde el rector de la UNED. "La oferta brit¨¢nica no cubre la demanda que hay de estudios en ingl¨¦s, y la absorben los pa¨ªses escandinavos u Holanda, por ejemplo, que tienen tradicionalmente m¨¢s estudios en ingl¨¦s". "La ventaja de Espa?a", prosigue el rector, "se ha visto con la gran demanda de Erasmus que tenemos, muy superior a los dem¨¢s pa¨ªses, por el atractivo del espa?ol. Y esto nos da un poco m¨¢s de margen que a otros pa¨ªses. Las iniciativas de potenciar el ingl¨¦s existen, pero van despacio. Los ministerios de Educaci¨®n y de Ciencia e Innovaci¨®n est¨¢n insistiendo en la internacionalizaci¨®n pero har¨ªa falta una mayor concreci¨®n en las pol¨ªticas que habr¨ªa que poner en marcha para hacerla realidad, tres o cuatro rasgos relevantes para impulsar esa internacionalizaci¨®n".
Acompasar una oferta realista y rentable a la creciente demanda, inicialmente procedente sobre todo el norte de la Uni¨®n, es uno de los pr¨®ximos retos. S¨®lo como referencia, si se analizan los estudios de Grado y Posgrado que ofrecen en ingl¨¦s las 100 mejores universidades de Europa no brit¨¢nicas, seg¨²n el ranking del QS Times Higher Education (el de referencia, junto al de la universidad de Shanghai), el resultado es que ese centenar imparten s¨®lo 34 t¨ªtulos de Grado en ingl¨¦s y 60 posgrados. Son datos del curso pasado, basados en el ¨²ltimo ranking del QS Times, realizado en 2008. Entre esas 100 hab¨ªa cuatro espa?olas (Universidad de Barcelona, Aut¨®noma de Madrid, Aut¨®noma de Barcelona, y Complutense), descontadas las brit¨¢nicas. Ninguna de ellas en ese a?o ofrec¨ªa alg¨²n t¨ªtulo de Grado totalmente en ingl¨¦s, aunque s¨ª un m¨¢ster, seg¨²n el an¨¢lisis de la oferta p¨²blica que hizo entonces la IE Universidad, un centro del Instituto de Empresa.
En la actualidad, es decir, dos cursos acad¨¦micos despu¨¦s, la situaci¨®n ha avanzado algo. Por ejemplo, la Aut¨®noma de Barcelona tiene un Grado completo en ingl¨¦s de Direcci¨®n Hotelera y la Complutense ha empezado un Grado de Psicolog¨ªa tambi¨¦n ¨ªntegramente en ingl¨¦s. En cuanto a los m¨¢steres, gran parte de las universidades espa?olas tienen ya algunos en esta lengua franca en las m¨¢s diversas disciplinas.
Otras universidades m¨¢s modernas, como la Carlos III, ya nacieron mirando al ingl¨¦s. Este centro madrile?o fue pionero en impartir t¨ªtulos en esa lengua. Ahora tiene dos Grados completos y otros nueve biling¨¹es, explica el vicerrector de Relaciones Internacionales, ?lvaro Escribano. El a?o que viene implantar¨¢n otros dos, que ser¨¢n ingenier¨ªas. Escribano insiste en que "ofrecer t¨ªtulos en ingl¨¦s favorece al espa?ol porque atrae a extranjeros a estudiar a Espa?a que, de paso, quieren aprender castellano".
El vicerrector de Coordinaci¨®n de la IE Universidad, Juan Luis Mart¨ªnez, cuenta que lo primero que han visto es que el espa?ol tiene un hueco claro, es muy atractivo para el mercado internacional, un plus. Por eso su universidad ofrece todas las carreras en espa?ol y en ingl¨¦s. No es un modelo biling¨¹e, el alumno tiene que elegir un idioma. As¨ª consiguen captar alumnos de diversos pa¨ªses, a la mitad de los cuales becan toda la carrera.
"La oferta en ingl¨¦s es imprescindible y hay dos razones clave", explica este vicerrector de IE Universidad, "por un lado, la formaci¨®n universitaria del siglo XXI o es internacional o no es universitaria, y, por otro, todas las universidades necesitan cada vez m¨¢s acudir a un nicho grande de alumnos para que sea rentable, y para eso la oferta espa?ol-ingl¨¦s es imprescindible". Mart¨ªnez a?ade que "una apuesta por ofrecer t¨ªtulos en ingl¨¦s implica otra cosa, que se est¨¢n buscando par¨¢metros de calidad, un mercado de profesores con una cualificaci¨®n complementaria, permite, por ejemplo, captar a docentes excelentes en un ¨¢rea que est¨¢n dando clase en un pa¨ªs asi¨¢tico porque pueden hacerlo en ingl¨¦s, pero no en espa?ol".
En Espa?a hay s¨®lo un 5% de profesores universitarios catedr¨¢ticos y titulares extranjeros (nacidos en otro pa¨ªs), seg¨²n datos (de 2005, las m¨¢s recientes disponibles) del Ministerio de Administraciones P¨²blicas. Los estudiantes de doctorado no nacidos en Espa?a representan en la actualidad el 15%.
El rector de la UNED lanza un mensaje positivo: "Se est¨¢ potenciando traer profesores de otros pa¨ªses a la vez que el propio espacio europeo de educaci¨®n superior impulsa que se domine, porque sin el dominio de una lengua extranjera las universidades no te convalidan el t¨ªtulo, y en la mayor parte de los casos se estudia como segunda lengua, l¨®gicamente, el ingl¨¦s".
Espa?a tiene, por tanto, el reto de preparar docentes. "Que todo el mundo sea biling¨¹e es el ideal, pero es una utop¨ªa, de momento. Mientras tanto, hace falta que las administraciones se tomen en serio que deben poner en marcha pol¨ªticas que aseguren que los profesores que puedan llegar a impartir una carrera en ingl¨¦s tengan apoyo para ello. Esto requiere formarles en t¨¦cnicas espec¨ªficas -como el CLIL (Content and Language Integrated Learning), por ejemplo- enfocadas a ense?ar a personas que est¨¢n impartiendo las clases en un idioma extranjero". Julie McGuinness es experta en formaci¨®n del profesorado de secundaria y universitario que imparte clases en ingl¨¦s. Ha formado a docentes de la titulaci¨®n en ingl¨¦s de Ciencias Econ¨®micas que tiene la Universidad de Valencia y en la actualidad trabaja en el Centro Superior de Idiomas Modernos (CSIM) de la Complutense. "Tambi¨¦n es fundamental que cuando se manda los profesores al extranjero a aprender ingl¨¦s y t¨¦cnicas para ense?arlo haya un control de ese nivel, de los resultados de ese gasto realizado, que muchas veces no se hace", a?ade esta especialista.
En el mundo de la investigaci¨®n, el ingl¨¦s es ya hace tiempo la lengua de referencia internacional. El presidente del Comit¨¦ de Pol¨ªtica Cient¨ªfica y Tecnol¨®gica de la OCDE, que dirige adem¨¢s el Instituto de Pol¨ªticas y Bienes P¨²blicos del CSIC, Luis Sanz, dice que el an¨¢lisis de esta cuesti¨®n hay que situarlo en las tres dimensiones de la universidad: la formaci¨®n de los alumnos, la investigaci¨®n avanzada y la transferencia de conocimiento al sector productivo. "Respecto a la investigaci¨®n, est¨¢ claro que o tienes la capacidad de aprender y ense?ar en ingl¨¦s o est¨¢s en desventaja para competir en los mercados internacionales". De hecho, las tesis doctorales en Espa?a (se leen unas 7.000 al a?o) hace tiempo ya que se han empezado a realizar en ingl¨¦s, dice Sanz. Se empez¨® a hacer har¨¢ unos 15 a?os en disciplinas como la econom¨ªa, la f¨ªsica o las ciencias sociales.
Otro tema es la docencia, prosigue Sanz. "En los grados se tiende a dar en la lengua nacional por el papel de construcci¨®n de las identidades educativas y culturales que tienen los idiomas de los pa¨ªses o regiones". Este experto cree que esta tendencia se mantendr¨¢ con independencia de que por otro lado se apueste por la globalizaci¨®n y por el ingl¨¦s.
El ¨²ltimo aspecto, y quiz¨¢ el primero en importancia, que influye en esta movilidad estudiantil es la financiaci¨®n. ?Qui¨¦n va a pagar realmente los estudios de los estudiantes que se muevan de pa¨ªs? Porque las titulaciones universitarias no est¨¢n igual de subvencionados por el Estado en todos los pa¨ªses. En Espa?a, las tasas y matr¨ªculas en las universidades p¨²blicas representan de media el 12% de las subvenciones corrientes y la subvenci¨®n media por estudiante es de 5.000 euros al a?o. Sin embargo, en los pa¨ªses anglosajones las matr¨ªculas representan el 35% de media de la subvenci¨®n. En EE UU, por ejemplo, la subvenci¨®n media anual por estudiante en algunos Estados ronda los 20.000 euros por alumno. "Hay chinos dispuestos a pagar 25.000 euros para estudiar en una universidad brit¨¢nica y otros que se vienen a Espa?a porque les cuesta 900 y adem¨¢s, aprenden espa?ol", expone Luis Sanz. "?No habr¨ªa que establecer alg¨²n tipo de transferencia de prestaci¨®n de servicios, para que los costes sean compensados por el Estado correspondiente?", se pregunta.
"Que yo sepa nadie se ha planteado este debate", apunta el rector de la UNED. "S¨ª se ha hablado mucho sobre la adecuada pol¨ªtica de precios, pero no el coste que esto puede suponer si empieza a aumentar en serio la movilidad de alumnos y qu¨¦ habr¨ªa que hacer". Cada pa¨ªs de la UE tiene un modelo distinto, lo que complica m¨¢s la cosa. Bajas tasas y pocas becas, altas tasas y muchas becas. ?La soluci¨®n debe ser com¨²n? ?Es elevar las tasas y becar a muchos para que nadie que quiera ir a la universidad se quede fuera? Parece que a¨²n queda mucho por estudiar.
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