'L¨ªbano' se alza con el Le¨®n de Oro

Al comienzo de la ceremonia de clausura de la Mostra, la presentadora lee un texto grotescamente triunfalista en el que destaca la efervescencia, vitalismo, intensidad, fantas¨ªa, emociones y arte que hemos podido disfrutar a lo largo de ella. La mentira que encierra esta desvergonzada autopromoci¨®n puede hacer enrojecer a cualquier espectador medianamente sensato. De las 25 pel¨ªculas que compet¨ªan s¨®lo me quedar¨¢ en el recuerdo la excelentemente adaptaci¨®n que ha realizado John Hillcoat de la novela de Cormac McCarthy La carretera y la fascinante visualidad y extra?a poes¨ªa que ha creado Jaco van Dormael en Mr. Nobody. Han exhibido un mont¨®n de cine desechable y algunas cosas simplemente aceptables. Los premios que ha otorgado el jurado que presid¨ªa Ang Lee han despreciado consecuentemente a La carretera (es cine norteamericano y lo protagoniza admirablemente una estrella como Viggo Mortensen, factores decisivos para que sea ignorada en el siempre vanguardista palmar¨¦s) y le han otorgado uno menor, el de dise?o de producci¨®n, a Mr. Nobody.

Colin Firth pertenece a esa estirpe de actores ingleses con registros amplios

Los premios que han concedido no son escandalosos, s¨®lo olvidables

Pero afortunadamente los premios que han concedido no son injustos ni escandalosos, s¨®lo olvidables. El Le¨®n de Oro a la israel¨ª L¨ªbano, dirigida por Samuel Maoz, reconoce la dificultad de ambientar una trama en el interior de un tanque. Desde este espacio claustrof¨®bico somos testigos del terror, las contradicciones, la disciplina ciega, la incertidumbre o el sentido de culpa de sus ocupantes. Tanto ellos como nosotros vemos ¨²nicamente el infierno que se desarrolla en el exterior a trav¨¦s de la mirilla del tanque, recurso expresivo que puede ser original pero que tambi¨¦n tiene sus limitaciones. Por mi parte, me siento completamente agotado hacia la mitad del metraje de tanta intensidad psicol¨®gica, de la compulsiva gestualidad y el incesante griter¨ªo que montan esos soldados jud¨ªos que est¨¢n invadiendo L¨ªbano, algo que no me ocurr¨ªa en la tambi¨¦n pel¨ªcula israel¨ª Vals con Bashir, un terrible retrato en dibujos animados sobre el mismo tema. O recuerdo la tensi¨®n que lograba Hitchcock en N¨¢ufragos sin que su c¨¢mara se moviera del escenario de una barca en medio del mar. En L¨ªbano tengo la molesta sensaci¨®n de que el experimento daba para un apasionante cortometraje. Todo acaba siendo a¨²n m¨¢s reiterativo que angustioso.

El Le¨®n de Plata a la directora iran¨ª Shiri Neshat por Mujeres sin hombres premia un estilo con demasiadas pretensiones de arte, con im¨¢genes rebuscadas. Tambi¨¦n la denuncia de la ancestral opresi¨®n que sufren las mujeres en Ir¨¢n describiendo las penurias por culpa de los hombres que sufren cuatro de ellas en la ¨¦poca de la coronaci¨®n del sha Reza Pahlevi. Es cre¨ªble el alegato feminista, pero la forma de expresarlo tampoco invita a lanzar cohetes.

Fatih Akin, Premio especial del jurado, es un director que hab¨ªa logrado justo reconocimiento con sus anteriores tragedias centradas en familias de inmigrantes, seres err¨¢ticos y desesperados que se mueven peligrosamente entre Alemania y Turqu¨ªa, nos ha sorprendido Soul kitchen con una comedia amable, llena de buenos sentimientos, agradable de ver y de o¨ªr, sobre las desventuras sentimentales y profesionales que padece el mel¨®mano propietario de un restaurante al que los especuladores pretenden cerrar el negocio. Es grato comprobar que un director que parec¨ªa exclusivamente dotado para las tem¨¢ticas sombr¨ªas tambi¨¦n posee sentido del humor, que adem¨¢s de oprimirte es capaz de despertar sonrisas.

Colin Firth pertenece a esa estirpe de actores ingleses con registros amplios, con presencia, que siempre convencen. Junto a la de Viggo Mortensen, su interpretaci¨®n de un hombre destruido por la muerte de su novio en A single man es la ¨²nica actuaci¨®n masculina destacable que hemos presenciado en la secci¨®n oficial. Firth est¨¢ mod¨¦lico mostrando la educada desolaci¨®n, las ganas de matarse y los fracasados intentos de encontrar flotadores existenciales. Esa sobriedad tiene m¨¢s m¨¦rito al ir pareja al recargado esteticismo que exhibe el director Tom Ford, ese genio de la sastrer¨ªa que se ha empe?ado en dirigir pel¨ªculas. A single man es relamida y pretenciosa pero Colin Firth sale a flote en tan intensa nader¨ªa.

Tampoco hemos visto interpretaciones femeninas que resulten memorables, aunque la antip¨¢tica Isabelle Huppert est¨¦ tan eficiente como acostumbra en Material blanco. Pero otorgarle m¨¢s premios a esta actriz permanentemente laureada debi¨® parecerle abusivo al jurado. La para m¨ª desconocida actriz Kseniya Rappoport est¨¢ muy convincente en La doppia ora, una trama excesivamente retorcida pero que no te incita a salir corriendo de la sala a la media hora, sensaci¨®n permanente ante casi todo lo que ha ofrecido la secci¨®n oficial. Al final de La doppia ora puedes sentirte mosqueado por los tramposos giros del gui¨®n pero la habilidad narrativa del director Guiseppe Capotondi y el magnetismo de su actriz logran un entretenido desasosiego.

El premio al mejor gui¨®n al exc¨¦ntrico y s¨®rdido Todd Solondz, autor de Life during wartime, reconoce su vocaci¨®n para crear friquis y situaciones absurdas. No le pillo la gracia a esa familia de tarados, ni a la excesiva comprensi¨®n que muestra Solondz hacia un pederasta que violaba a su hijo, aunque la supuesta trasgresi¨®n de este director tiene muchos admiradores entre el p¨²blico de los festivales.

Lo ¨²nico agradecible que me ha deparado esta Mostra, igual de vacua y extenuante desde que Marco Muller y su despreciable concepto del cine de autor se hicieron cargo de ella es que haya finalizado. Con el broche surrealista de homenajear rendidamente al trascendente autor Sylvester Stallone. Seguro que tambi¨¦n hay un prop¨®sito intelectual en ese tributo a la ortodoxia descerebrada.