La biblia levantinista
La desgracia es un gran est¨ªmulo literario: a veces estamos tan mal que s¨®lo nos queda nuestra historia, y necesitamos contarla. La Biblia, por ejemplo, se escribi¨® a golpes de cataclismo. La idea de redactar una biograf¨ªa de Dios, del mundo y del pueblo jud¨ªo surgi¨® hace unos 28 siglos; como suele ocurrir con las buenas ideas, no fue una sola persona quien la puso en pr¨¢ctica: en el reino de Israel apareci¨® un libro, y en el reino de Jud¨¢, otro. Contaban m¨¢s o menos lo mismo, pero lo contaban de manera diferente. Unos siglos m¨¢s tarde, tras la desaparici¨®n de Israel por conquista asiria, un editor en Jud¨¢ decidi¨® crear un relato ¨²nico e hizo un gran trabajo recortando y pegando. Cualquier lector del G¨¦nesis nota que ah¨ª hay dos historias entrelazadas, que no coinciden ni en el nombre de Dios: Yahv¨¦ en un caso, Elohim en otro.
Hay algo judaico en el centenario Levante: son pocos y su futuro es tan dif¨ªcil como su pasado
Luego, cuando Jud¨¢ tambi¨¦n se hund¨ªa por la presi¨®n babilonia y egipcia y los jud¨ªos atravesaban un momento p¨¦simo, alguien decidi¨® mantener viva la esperanza contando la historia por tercera vez: el Deuteronomio. E hizo que el texto, supuestamente antiqu¨ªsimo (hab¨ªa que atribuir la obra, como las otras, a Mois¨¦s), apareciera milagrosamente en los s¨®tanos de un palacio.
Lo de la desgracia y las letras (y lo de las dos historias entrelazadas) se repite ahora en el Levante, que esta semana ha cumplido 100 a?os. Hay algo judaico en el fen¨®meno granota: son pocos, no tienen la historia m¨¢s gloriosa del f¨²tbol mundial (s¨®lo han asomado la cabeza por Primera de vez en cuando), pasan por un presente m¨¢s bien apretado (la sociedad est¨¢ intervenida) y ante ellos se dibuja un futuro tan dif¨ªcil como el pasado. Pero en materia de letras no hay quien les gane.
El propio club patrocina, con ocasi¨®n del centenario, varios libros "oficiales" sobre el levantinismo. Y un grupo de escribas, coordinado por Felip Bens y Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Nieves, acaba de publicar una pieza fabulosa, casi b¨ªblica por alcance y por tama?o: ronda las 800 p¨¢ginas y se trata s¨®lo de un primer tomo, que abarca la historia del f¨²tbol valenciano y del Levante desde fines del siglo XIX hasta 1922. Dudo que exista algo igual referido a cualquier otra instituci¨®n futbol¨ªstica, incluyendo las m¨¢s gloriosas.
Seg¨²n la biblia levantinista, el Levante, como el G¨¦nesis, surge de dos tradiciones muy distintas. La del Levante FC, fundado por el catedr¨¢tico socialista Jos¨¦ Ballester Gozalvo, alto cargo de la Rep¨²blica y luego exiliado en Francia, con un evidente tono laico y progresista y con camiseta blanquinegra; y la del Gimn¨¤stic, fundado por los jesuitas del Patronato de la Juventud Obrera con los colores azulgrana y con el prop¨®sito de entretener a los chicos y evitar que se acercaran a la ideolog¨ªa de personas como Ballester Gozalvo.
De la fusi¨®n de ambos clubes, el laicista y el cat¨®lico, en 1940 (la biblia no ha llegado a¨²n a ese punto), surgi¨® el Levante de hoy.
Cabe desear que la gente granota no se enfrente, como ocurri¨® con los jud¨ªos, a 2.000 a?os de exilio. Si as¨ª fuera, al menos podr¨ªan aprovechar el par de milenios para leer la historia de su primer siglo.
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