Un caso ¨²nico en el mundo

Al m¨¦dico de la calle C¨®rdoba, en Rosario, Argentina, no le qued¨® m¨¢s remedio que enfrentar a do?a Celia y anunciarle que su hijo Leo, nacido el 24 de junio de 1987 en el n¨²mero 500 de la calle Estado de Israel, en el barrio de Las Heras, era "un caso en veinte mil". Messi contaba nueve a?os, med¨ªa 1,27 metros y el historial cl¨ªnico aseguraba que sus gl¨¢ndulas sufr¨ªan una "pereza atroz para fabricar la hormona del crecimiento" y, por tanto, le ser¨ªa muy dif¨ªcil alcanzar la condici¨®n de futbolista por m¨¢s que los t¨¦cnicos adivinaran a una figura mundial. Messi precisaba de un tratamiento m¨¦dico que River se negaba a financiar como ped¨ªa su padre para dejar el Newell's Old Boys.

El argentino firma hasta 2016 y su cl¨¢usula se eleva a 250 millones

La carrera del futbolista quedaba en manos del club que invirtiera los casi 2.000 euros que costaba estirar a la pulga. Y entonces apareci¨® Horacio Gabioli, un agente argentino que negociaba con el intermediario Josep Maria Minguella, y en septiembre de 2000 le consiguieron una prueba en el campo 3, anexo al Miniestadi, con el infantil A del Barcelona que se med¨ªa a los cadetes. "Todav¨ªa no me hab¨ªa sentado en el banquillo, despu¨¦s de atravesar medio campo, y hasta mi mujer ya sab¨ªa que el bueno era Leo", recuerda Carles Rexach. "El problema no fue descubrirle sino ficharle porque a diario se planteaban nuevas preguntas en el club: ?No crees que es muy peque?o? Y yo respond¨ªa: ?Fichadlo! ?Y si le cedi¨¦ramos a un equipo argentino? Y yo, otra vez, resoplaba: ?Fichadlo!". Hasta que Charly se hart¨® y, llegado del mes de octubre, tom¨® una servilleta de papel del restaurante del Club de Tenis Pompeia, presidido por Minguella, y extendi¨® un contrato al que posteriormente dieron curso Joan Lacueva y Joan Castells en nombre del Bar?a. El 8 de enero de 2001 se firmaba un documento por el que se garantizaban siete millones de pesetas al padre del jugador en concepto de un puesto de trabajo dentro del f¨²tbol base, una manera de encubrir una ficha para Messi, al que se aseguraba adem¨¢s el pago del tratamiento hormonal por unos 2.000 euros.

Messi ya no ha parado de crecer, y con el dinero que ha ido ganando hasta do?a Celia ha podido regresar a Rosario con su hija porque no se acababa de adaptar a Barcelona. A sus 22 a?os, la pulga firm¨® ayer por cuarto a?o consecutivo la mejora de su contrato con el Bar?a: percibir¨¢ m¨¢s de 10 millones de euros al a?o, m¨¢s que ning¨²n futbolista azulgrana, y su cl¨¢usula de rescisi¨®n pasa de 150 a 250 millones. "Aspiro a retirarme en el Bar?a", convino el jugador, consciente de que su nuevo acuerdo expira en 2016 -el anterior acababa en 2014- cuando contar¨¢ con 29 a?os. "Me siento uno m¨¢s de un grupo espectacular de jugadores".

Hoy no s¨®lo es el jugador mejor pagado sino que responde a la condici¨®n de l¨ªder del equipo, rango que el entrenador le ha otorgado despu¨¦s de las salidas de Ronaldinho, Deco y Eto'o, y aspira a suceder tambi¨¦n a Cristiano Ronaldo como mejor futbolista del mundo en las elecciones del Fifa World Player y del Bal¨®n de Oro.

"La renovaci¨®n de Messi es una inmensa noticia", asever¨® Guardiola, que le recibi¨® en su despacho: "Le he dicho que jugaba muy mal y le he hecho diez mil correcciones": Un total de 83 goles en 165 partidos, desde su debut en la temporada 2004-05, certifican su reinado en el Camp Nou tras una mejora tan progresiva que cada curso se le ha tenido que revisar el contrato. El peque?o diablo, como le bautiz¨® Fabio Capello en el Gamper de 2005, se ha convertido en el ¨ªdolo del Bar?a y en el saco de los golpes de Argentina. Messi necesita tanto al Bar?a como el Bar?a a Messi. As¨ª que no debe extra?ar que ayer se juraran fidelidad eterna.