La oposici¨®n ocupa de nuevo Teher¨¢n
Los reformistas resisten la represi¨®n y reavivan el desaf¨ªo al r¨¦gimen de los ayatol¨¢s
![?ngeles Espinosa](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F32bb7ff4-537e-43ea-9dab-0cb3f83ba60b.png?auth=fe7906998c48e4418837148be26d16b394f20655dd6a58f57c74c79fe3150bd9&width=100&height=100&smart=true)
"Ni Gaza, ni L¨ªbano, nuestra vida por Ir¨¢n", corearon ayer las decenas de miles de opositores que aprovecharon el D¨ªa de Jerusal¨¦n para volver a protestar contra el Gobierno de Mahmud Ahmadineyad. Fue, sin duda, la manifestaci¨®n de solidaridad con los palestinos m¨¢s concurrida desde que el ayatol¨¢ Jomeini instaurara esta jornada hace 30 a?os. Pero el "s¨ªmbolo de unidad" que anhelaban las autoridades se convirti¨® en una nueva prueba de la divisi¨®n del pa¨ªs. El desaf¨ªo de los reformistas desbord¨® lo esperado. Al concluir la plegaria de mediod¨ªa, polic¨ªas y paramilitares les disolvieron sin contemplaciones.
Hasta entonces y durante casi cinco horas, la marea verde (el color s¨ªmbolo de los reformistas) volvi¨® a tomar las calles del centro de Teher¨¢n como no pasaba desde el 17 de julio. Ese d¨ªa, tambi¨¦n un viernes, pronunci¨® el serm¨®n de la plegaria semanal el ayatol¨¢ Al¨ª Akbar Hashem¨ª Rafsanyan¨ª, considerado uno de los hombres m¨¢s poderosos de Ir¨¢n. El veterano pol¨ªtico pidi¨® entonces la liberaci¨®n de los detenidos en las protestas que siguieron a las elecciones de junio. Pero su gesto a favor de la oposici¨®n s¨®lo aument¨® las represalias.
Las protestas se saldaron con al menos una decena de detenidos
De hecho, cuando cuatro semanas despu¨¦s volv¨ªa a tocarle dirigir la oraci¨®n del viernes (un cometido en el que se turnan cuatro dignatarios religiosos) fue pasado por alto. Lo mismo ocurri¨® ayer. Tras 25 a?os pronunciando el serm¨®n del D¨ªa de Jerusal¨¦n, Rafsanyan¨ª fue sustituido por el ultraconservador ayatol¨¢ Ahmad Jatam¨ª (sin relaci¨®n con el presidente del mismo nombre), con una intervenci¨®n previa de Ahmadineyad. No se amilan¨®. Exhort¨® a los iran¨ªes a acudir a las manifestaciones en todo el pa¨ªs. Lo mismo hicieron los l¨ªderes reformistas Hosein Musav¨ª y Mehdi Karrub¨ª, y el ex presidente Mohamed Jatam¨ª.
Pero en el fracturado Ir¨¢n surgido de los ¨²ltimos comicios, los triunfadores (a quienes la oposici¨®n acusa de haberle robado los votos) no aceptan voces cr¨ªticas. Un grupo de manifestantes oblig¨® a Musav¨ª a abandonar la protesta y otro incluso lleg¨® a agredir a Jatam¨ª, cuyo turbante rod¨® por el suelo, seg¨²n informaron varias webs reformistas. La agencia semioficial Fars asegur¨® que Karrub¨ª y Rafsanyan¨ª se unieron a sendas marchas. La televisi¨®n estatal s¨®lo sac¨® im¨¢genes de las manifestaciones oficiales.
Sin embargo, en el bulevar Keshavarz, donde confluyeron partidarios y cr¨ªticos del Gobierno, estos ¨²ltimos superaban con mucho a los primeros. La polic¨ªa y numerosos agentes de paisano bloquearon el acceso de los opositores a la Universidad de Teher¨¢n, en cuyo campus se celebra la plegaria de los viernes. No pudieron evitar que avanzaran por el lado norte del paseo separados por un peque?o canal de los progubernamentales. Hasta que al llegar a la calle Al Quds (Jerusal¨¦n), ambos convergieron. A¨²n as¨ª, los esl¨®ganes de "Muerte a Israel, Muerte a Am¨¦rica, Muerte a la BBC" que rug¨ªan desde los altavoces de la manifestaci¨®n oficial, no lograban eclipsar el "Muerte al dictador" que coreaban los opositores. Entonces, los progubernamentales se les encaran con un "Muerte a los hip¨®critas", un grave insulto porque la palabra ¨¢rabe que usan, monafegh, tiene en Ir¨¢n connotaciones de traidor.
?De verdad creen que todos esos iran¨ªes son monafegh?, pregunto a un grupo de mujeres j¨®venes que les increpa con energ¨ªa. "No, s¨®lo est¨¢n mal informados", responde Maryam, una estudiante de teolog¨ªa de 21 a?os. Ella, como sus compa?eras, todas cubiertas con el chador, ha venido "para cumplir la orden del l¨ªder supremo y defender al pueblo palestino de la opresi¨®n". En el otro lado, un joven de edad parecida explica que "hoy Palestina es Ir¨¢n". A su alrededor, varios corean "Muerte a Rusia" y "Rusia debiera darte verg¨¹enza, deja libre a m¨ª pa¨ªs".
Los responsables del orden de una y otra marcha se esfuerzan para que no haya roces. Pero no todo el mundo es tan considerado. Una se?ora de mediana edad llama a un agente de paisano armado con un walkie-talkie y le espeta: "?Por qu¨¦ no pide refuerzos para que pongan fin a esto?". Esto, son las cintas verdes, las manos alzadas con el signo de la victoria, las voces que corean "mentiroso" cuando Ahmadineyad empieza su discurso, los j¨®venes y mayores que cuestionan la infalibilidad del l¨ªder supremo y piden respeto a la voluntad del pueblo expresada en las urnas.
Durante casi cinco horas, la polic¨ªa se ha mostrado paciente, temerosa de ensangrentar la jornada. Apenas concluida la plegaria, la polic¨ªa carga contra los opositores que marchan por la avenida de Karim Khan. M¨¢s adelante, cuando los manifestantes llegan a la plaza de Haft-e Tir, chocan con una pared de milicianos armados con porras y estalla una batalla campal. Algunos responden con piedras. Los m¨¢s osados queman varias motos de los milicianos. Al final del d¨ªa, testigos citados por las agencias de noticias hablan de una decena de detenidos.
![Un estudiante iran¨ª hace el signo de la victoria con una piedra en la mano durante la manifestaci¨®n de solidaridad con el pueblo palestino.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HLI5IM2FP5RT2AF4HYYKLYWCNM.jpg?auth=29160662d5d0dd180419449bef747e6926f716531d617bbeab63e87520273028&width=414)
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