Arquitectura del placer
Cultura protege la casa que construy¨® Bernard Rudofsky en Frigiliana
Bernard Rudofsky (Moravia, 1905-Nueva York, 1988) dej¨® su huella en la historia de la arquitectura del siglo XX con una vida marcada por la b¨²squeda y la inquietud est¨¦tica. Fue, adem¨¢s, cr¨ªtico, coordinador de exposiciones en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, dise?ador de ropa, fot¨®grafo, artista pl¨¢stico y profesor de universidades de prestigio. Es tambi¨¦n autor de Arquitectura sin arquitectos, la exposici¨®n de fotograf¨ªas de construcciones aut¨®ctonas que, tras su inauguraci¨®n en el MoMA en 1964, viaj¨® a cerca de un centenar de ciudades en los 11 a?os siguientes. El cat¨¢logo de esta muestra est¨¢ considerado un libro fundamental para estudiosos e interesados en la arquitectura.
"Es el manifiesto de lo que quiso expresar a lo largo de su vida"
Rudofsky eligi¨® la localidad malague?a de Frigiliana como lugar de descanso en sus ¨²ltimos a?os. El arquitecto levant¨® all¨ª su ¨²ltima obra a principios de los a?os setenta. Aquella casa construida entre olivos fue el lugar que habit¨® junto a su mujer, Berta, durante los veranos de los ¨²ltimos 20 a?os de su vida. Rudofsky la llam¨® La Casa. La sobriedad fue una de las caracter¨ªsticas de un edificio construido sobre una cresta, a tres kil¨®metros de la costa. La Casa no ten¨ªa tel¨¦fono, radio o televisi¨®n.
La obra del arquitecto reflejaba su deseo de disfrutar de una vida arm¨®nica y placentera en la estaci¨®n que parece m¨¢s propicia para ello. El Mediterr¨¢neo, con su cultura destilada a trav¨¦s de miles de a?os, se ajustaba como marco ideal para un epicure¨ªsmo basado en las delicias m¨¢s simples.
La Consejer¨ªa de Cultura ha decidido convertir La Casa en Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC). En una resoluci¨®n hecha p¨²blica el 17 de agosto a trav¨¦s del BOJA, la Direcci¨®n General de Bienes Culturales incoa el procedimiento para inscribir la casa de Rudofsky en el Cat¨¢logo General del Patrimonio Hist¨®rico Andaluz como BIC con la tipolog¨ªa de Monumento.
El dise?o y construcci¨®n de la vivienda se llev¨® a cabo entre 1970 y 1972. La casa sintetiza las propuestas arquitect¨®nicas de Rudofsky y es la ¨²ltima obra levantada por ¨¦l. "Esta casa es como el manifiesto de lo que quiso expresar a lo largo de su vida. Fue un arquitecto muy te¨®rico, con pocas obras. Como la casa era suya, pudo expresar en ella lo que consideraba el habitar contempor¨¢neo", comenta Mar¨ªa Jos¨¦ L¨®pez, arquitecta de la Consejer¨ªa de Cultura.
La edificaci¨®n est¨¢ marcada por la austeridad de medios, su conexi¨®n con el territorio y el paisaje y su voluntad de recuperar la sabidur¨ªa de la arquitectura vern¨¢cula. La obra de Rudofsky enlaza con las l¨ªneas maestras de la arquitectura sostenible, lo que refuerza la modernidad de su propuesta. La casa se hallaba en un estado perfecto hasta 2006, ya que Berta Rudofsky la us¨® hasta ese mismo a?o, en el que muri¨®. En marzo de 2007, el inmueble fue objeto de peque?as transformaciones. El pasado junio se realizaron obras. De ah¨ª que Cultura haya adoptado medidas de protecci¨®n legal para impedir que se altere la estructura.
"Recientemente, en la vivienda se hicieron obras menores de conservaci¨®n y de reparaci¨®n de desperfectos. Las obras se hicieron sin pedir licencia y el Ayuntamiento ha abierto un expediente. La due?a reside en Austria. Hay maleza y la casa est¨¢ en mal estado de conservaci¨®n", se?ala Miguel ?ngel L¨®pez, arquitecto t¨¦cnico del Ayuntamiento de Frigiliana. Para hacer obras de conservaci¨®n y reparaci¨®n, la due?a de la casa deber¨¢ contar con la autorizaci¨®n de Cultura.
La parcela donde se sit¨²a el edificio forma parte del Cortijo de San Rafael, en la parte baja de los montes de Frigiliana, en una zona muy cercana al t¨¦rmino municipal de Nerja. La topograf¨ªa del lugar tiene como rasgo rese?able una pendiente muy acusada oeste-este, caracter¨ªstica de la costa malague?a. El proyecto de Rudofsky respet¨® el paisaje rural de la parcela y sus alrededores. Conserv¨® la topograf¨ªa abrupta y la vegetaci¨®n original de olivos, pinos e higueras para insertarse en el paisaje.
La Casa, que se levanta en cinco niveles, acoge un dormitorio, sala de estar, cocina, comedor y un peque?o estudio. La vivienda se enriquece con la tradici¨®n de la casa mediterr¨¢nea. El proyecto difumina los l¨ªmites de los espacios interiores. Las zonas no construidas se transforman, as¨ª, en una expansi¨®n natural del inmueble. Un p¨®rtico, concebido para gozar con el paisaje, vertebra la edificaci¨®n. La vivienda se distribuye en dos piezas a ambos lados del p¨®rtico.
La obra de Rudofsky se centra en la escala de lo dom¨¦stico. El arquitecto apost¨® por la salvaguarda de la intimidad frente a lo colectivo. Con su vivienda aspiraba a potenciar un universo propio que facilitara la forja de la identidad personal. Rudofsky busc¨® conciliar la disminuci¨®n del consumo con el aumento del placer. Intent¨® combinar disciplina y hedonismo, dos universos que vio materializados en las arquitecturas mediterr¨¢nea y japonesa. La austeridad y la sensualidad se un¨ªan en una visi¨®n del mundo arraigada en la sabidur¨ªa vital. En 1938 escribi¨® su primer art¨ªculo. Su lema era elocuente: "lo que hace falta no es una nueva forma de construir, sino una nueva forma de vivir".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.