Alarma en el comercio por la demora de su ley

El calendario avanza inexorable. La negociaci¨®n, no. Cada vez parece m¨¢s dif¨ªcil, por no decir imposible, que la nueva ley del comercio de que debe dotarse Catalu?a, que a¨²n no ha pasado ni por el Consell Executiu, pueda entrar en vigor coincidiendo con la fecha tope que marca Bruselas, el pr¨®ximo 28 de diciembre. Y la incertidumbre que plantea este patinazo, que los comerciantes y la oposici¨®n atribuyen a diferencias dentro del tripartito entre republicanos y socialistas, es grande: ?qu¨¦ ocurrir¨¢ con las empresas que soliciten licencia para abrir una nueva gran superficie a partir del pr¨®ximo enero si la nueva normativa no ha entrado a¨²n en vigor? La respuesta es que, si el Gobierno catal¨¢n le denegara el permiso sobre la base de la normativa catalana actual, la empresa podr¨ªa acudir a los tribunales e invocar los principios de la directiva europea que regula los servicios. Y la filosof¨ªa de la llamada directiva Bolkenstein es m¨¢s m¨¢s liberal respecto a las nuevas superficies. Estar¨¢ vigente a partir de Navidad.

Si no hay ley antes de enero, las solicitudes de apertura quedar¨¢n en un limbo jur¨ªdico

Los ayuntamientos rechazan las limitaciones que pide el comercio

"La incertidumbre jur¨ªdica que se vislumbra es descomunal y algunas empresas pueden intentar aprovecharlo", se queja Miguel ?ngel Fraile, secretario general de la Confederaci¨®n del Comercio de Catalu?a (CCC), en pugna eterna con los gigantes que agrupa la patronal ANGED.

La inquietud ha prendido hasta lo indecible en un sector que en Catalu?a es material sensible por el modelo de comercio urbano que defienden todos los partidos -incluido el PP de la comunidad, aunque con menos ah¨ªnco- y porque conforma una cantera de votos especialmente cortejada por los republicanos de ERC y los nacionalistas de CiU.

El Gobierno catal¨¢n present¨® ante el sector un borrador de la ley en mayo pasado. Un borrador que, como ense?a, fijaba en 800 metros cuadrados la superficie m¨ªnima para poder solicitar licencia comercial en Catalu?a, donde, por lo general, los grandes establecimientos ya s¨®lo tienen cabida en las tramas urbanas consolidadas. En poblaciones de hasta 25.000 habitantes, el borrador prev¨¦ que s¨®lo puedan pedir licencia establecimientos con una superficie de venta de entre 800 y 1.300 metros cuadrados. En el caso de localidades de entre 25.000 y 70.000 habitantes, pueden solicitarla establecimientos de entre 800 y 2.000 metros cuadrados. El tope sube hasta los 2.500 metros cuadrados de superficie en el caso de ciudades de m¨¢s de 70.000 habitantes.

Los comerciantes -y no s¨®lo la CCC, sino tambi¨¦n las empresas distribuidoras de alimentaci¨®n reunidas en el CEDAC y las empresas familiares que agrupa Comertia, entre otras- han pedido, entre otras reivindicaciones restrictivas respecto de lo propuesto, que las grandes superficies comerciales de m¨¢s de 2.500 metros cuadrados s¨®lo puedan implantarse en tramas urbanas de m¨¢s de 100.000 habitantes.

Pasa a la p¨¢gina 2En julio, el consejero de Innovaci¨®n, Universidades y Empresa, Josep Huguet, y la directora general de Comercio, Gemma Puig, se comprometieron a negociar con el sector la incorporaci¨®n de al menos parte de sus reivindicaciones, entre las cuales figura una deseada simplificaci¨®n administrativa que juega en detrimento del poder de los ayuntamientos y cuya p¨¦rdida no se ve tan clara desde el PSC.

Tambi¨¦n prometieron negociar intensamente durante la segunda mitad de agosto y tener listo un texto en septiembre. "S¨ª, tambi¨¦n a nosotros nos lo dijeron, pero estamos a finales de septiembre y no nos han convocado siquiera para hablar", lamenta Josep Maria Recasens, presidente de la sectorial de Comercio de Converg¨¨ncia. La oposici¨®n da por hecho que la norma, que a¨²n debe negociarse con el sector, ser aprobada como anteproyecto por el Gobierno catal¨¢n y pasar por una bater¨ªa de tr¨¢mites previos y por el Parlament, no podr¨¢ entrar en vigor antes de la fecha tope de diciembre. "Un gobierno responsable no puede estar al albur de lo que ocurre. Podr¨ªa ser una ranura legal que cree una situaci¨®n jur¨ªdicamente compleja", a?ade Recasens.

Preguntado al respecto, el diputado de ERC responsable de Comercio, Alfons Quera, afirm¨® que el Departamento de Innovaci¨®n (tambi¨¦n en manos de los republicanos) "sigue comprometido con la fecha". Las modificaciones que a¨²n se cocinan en el tripartito a¨²n no han trascendido. Algunos de los aspectos en los que el departamento de Huguet estar¨ªa dispuesto a ser flexible y ceder ante el sector son, por ejemplo, que la Generalitat elimine de la normativa las "¨¢reas de desarrollo estrat¨¦gico" en las que, de forma discrecional, un acuerdo de la Generalitat puede hacer que se acepte la implantaci¨®n de un nuevo establecimiento donde lo desee. Tambi¨¦n est¨¢ en el aire que puedan implantarse zonas comerciales en las ¨¢reas fronterizas con Francia o con comunidades aut¨®nomas colindantes, como prev¨¦ el borrador.

Sin embargo, no est¨¢ nada claro en qu¨¦ ciudades se podr¨¢ abrir hipermercados (m¨¢s de 2.500 metros cuadrados). La Generalittat quiere que en poblaciones de m¨¢s de 70.000 habitantes, y los comerciantes, en las de 100.000. Y en este punto es, adem¨¢s, donde entran en juego los ayuntamientos, que desean meter baza y piden l¨ªmites m¨¢s bajos. Los municipios quieren asimismo que en las tramas urbanas residenciales (parte de la ciudad, pero de menos densidad geogr¨¢fica) se puedan abrir tiendas de entre 400 y 800 metros cuadrados, cuando el m¨¢ximo que plantea la Generalitat son 400 metros.