La Ley de Dependencia perpet¨²a el cuidado de ancianos en casa
El 51% de las ayudas concedidas es una paga para las mujeres que atienden a sus mayores - La falta de servicios y la tradici¨®n abocan a este recurso econ¨®mico
La paga para el familiar que cuida de los ancianos en casa se ha disparado entre las ayudas previstas en la Ley de Dependencia. M¨¢s de la mitad de las prestaciones concedidas ya son para atender a los mayores en el domicilio, es decir, una retribuci¨®n para las mujeres -hijas, esposas y nueras- que los han atendido y lo seguir¨¢n haciendo. La prestaci¨®n econ¨®mica por cuidados familiares, que as¨ª se llama, es mayoritaria en casi todas las comunidades aut¨®nomas y ya supone, como media, el 51,4 del total de ayudas concedidas. As¨ª que, la direcci¨®n que est¨¢n tomando las cosas es justo la contraria de la que dice la ley. La ayuda al cuidador familiar debe ser "excepcional" y siempre que se den las condiciones adecuadas en la vivienda. Se redact¨® as¨ª previendo situaciones que ya se daban en nuestro pa¨ªs y para que aquellas zonas, sobre todo rurales, donde no llegan los servicios, tuvieran una contrapartida econ¨®mica.
Es m¨¢s barato dejar al dependiente en la vivienda que una plaza de geri¨¢trico
Los familiares no han recibido a¨²n la formaci¨®n que se hab¨ªa prometido
En Murcia apenas se ha concedido m¨¢s que dinero para las cuidadoras
Pero dos factores han dado la vuelta a la tortilla: las preferencias de los ciudadanos, guiados a¨²n por modelos tradicionales de cuidados a la vejez, y lo barata que les sale a las comunidades esta prestaci¨®n, mucho m¨¢s que una plaza en un geri¨¢trico. A ello se a?ade la escasez de servicios, que aboca a los profesionales, en ocasiones, a recetar esta ayuda econ¨®mica con tal de que el ciudadano reciba algo. Los trabajadores sociales reconocen que, a veces, no es lo m¨¢s adecuado para el anciano, pero no hay otra cosa que ofrecer. La ley prev¨¦, adem¨¢s, formaci¨®n para el cuidador, que tampoco la est¨¢ recibiendo.
Espectacular es el caso de Murcia, que, a juzgar por los datos, no ha hecho otra cosa en la Ley de Dependencia m¨¢s que dar esa ayuda. Baleares, Navarra, Ceuta y Melilla (ambas bajo la gesti¨®n del Gobierno), todas muy por encima de la media, que ya es bien alta. "Con estas cifras se puede decir que se ha desvirtuado la ley. Estas ayudas se contemplaron como algo excepcional para algunas zonas rurales, donde es m¨¢s dif¨ªcil que lleguen otros servicios, pero se est¨¢n generalizando", explica Montserrat Mu?oz, coordinadora ejecutiva de Pol¨ªtica Institucional de IU. Mu?oz, que particip¨® activamente en el nacimiento de esta ley, opina que "estas ayudas est¨¢n evitando que se cree empleo de calidad ligado al bienestar de los ciudadanos". Y a?ade: "La mayor¨ªa de los cuidadores son mujeres, lo que las consolida en el papel que han desempe?ado siempre. No se les est¨¢ dando un empleo, aunque ¨¦ste fuera con un gran sesgo sexista".
La secretaria de Asuntos Social del PSOE, Marisol P¨¦rez, opina que esta desviaci¨®n de la ley hacia la prestaci¨®n econ¨®mica es propia de los inicios, pero que cambiar¨¢. "No hay suficientes servicios a¨²n y s¨ª una cultura familiar que persiste: esta tarea la hac¨ªan muchas mujeres y algunas quieren seguir haci¨¦ndola. Cuando se hizo la ley, ¨¦ramos conscientes de esa realidad social. Se necesitar¨¢ un cambio generacional para modificar esa costumbre, pero, mientras tanto, esas mujeres tienen ahora ventajas, cobran por ello y se dan de alta en la seguridad social", explica.
Por su parte, el portavoz de Asuntos Sociales de CiU en el Congreso, Carles Campuzano, lamenta que "lo excepcional se est¨¦ convirtiendo en ordinario. Si se consolida este modelo, finalmente, la gente contar¨¢ con un poco m¨¢s de dinero, pero no se habr¨¢n resuelto los problemas de autonom¨ªa personal ni de calidad de vida. Por no hablar del empleo que dejar¨¢ de generarse. Y encima, el aumento de esa prestaci¨®n no va acompa?ado del apoyo y la formaci¨®n a los cuidadores que tambi¨¦n preve¨ªa la ley".
Una plaza en una residencia para ancianos (o discapacitados) es la segunda ayuda m¨¢s concedida, con casi un 20% de los casos. Pero esto es enga?oso, porque muchas de las personas que aparecen como beneficiarias de una plaza geri¨¢trica (86.220 en total) ya estaban atendidas all¨ª antes incluso de que se aprobara la ley. Las comunidades aut¨®nomas se limitaron, entonces, a registrarlos en las listas y a recibir dinero por cada uno de ellos, como han reconocido algunos responsables auton¨®micos. Madrid sorprende por encima de todas las dem¨¢s, 55 puntos por encima de la media en la supuesta concesi¨®n de plazas residenciales. Con esas cifras, la comunidad madrile?a habr¨ªa debido abrir en los ¨²ltimos tres a?os docenas de geri¨¢tricos.
El Gobierno se hart¨® de las cifras que las comunidades reflejaban sobre la concesi¨®n de nuevas plazas en residencias y sac¨® un decreto en febrero en el que advert¨ªa a las comunidades de que s¨®lo les dar¨ªa dinero si el procedimiento de solicitud y reconocimiento de una ayuda lo hab¨ªa solicitado el propio beneficiario. Las comunidades pararon. Pero Madrid, por ejemplo, ya hab¨ªa sumado por entonces de un mes para otro m¨¢s de 4.000 personas nuevas ingresadas en una residencia.
El resto de las prestaciones se han concedido en porcentajes muy escasos (ver gr¨¢fico) y alguna de ellas, como la ayuda a domicilio, est¨¢ en manos de los ayuntamientos. Por tanto, la gran novedad, tres a?os despu¨¦s de iniciarse la Ley de Dependencia, ha sido la paga a los familiares por cuidar a sus ancianos, justo lo contrario de lo previsto. Pero, al menos, es una ayuda derivada directamente de esta ley, porque antes no exist¨ªa. De todas las dem¨¢s, caben dudas.
A las comunidades les sale muy barato prescribir estas ayudas. Castilla y Le¨®n (PP), que ha hecho p¨²blicos datos como el n¨²mero de beneficiarios y el de prestaciones, as¨ª como la financiaci¨®n que recibe, ha calculado que si concediera un 51,4% de ayudas a los familiares (la media nacional), en lugar del 34,8% que da en la actualidad, se ahorrar¨ªa 6,1 millones de euros al mes.
Hoy se re¨²nen los consejeros con el Gobierno para aprobar, previsiblemente, un nuevo modelo de informaci¨®n que clarifique las estad¨ªsticas de la Dependencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Sistema Nacional Dependencia
- Ley Dependencia
- Beneficiarios prestaciones
- Ancianos
- Legislaci¨®n espa?ola
- Prestaciones
- Seguridad Social
- Pol¨ªtica laboral
- Legislaci¨®n
- Trabajo
- Justicia
- Dependencia
- Discapacidad
- Tercera edad
- Servicios sociales
- Pol¨ªtica social
- Administraci¨®n Estado
- Administraci¨®n p¨²blica
- Sociedad
- Imserso