La Merc¨¨ vence a la crisis
La ciudad se llena de m¨²sica, teatro, 'castells' y alegr¨ªa
Los turcos vuelven a rodear la galera de Juan de Austria que dirigi¨® el bando cristiano en la batalla de Lepanto, cuya reproducci¨®n se expone en el Museo Mar¨ªtimo de les Drassanes. Pero esta vez no lanzan ca?onazos. Han llegado con derviches -m¨ªsticos musulmanes-, teatros de sombras y fotos de Estambul, la ciudad invitada a las fiestas de la Merc¨¨ de este a?o. Ayer fue el d¨ªa grande, y miles de barceloneses grandes y peque?os aprovecharon el buen tiempo para acercarse a las Drassanes o a los muchos otros espacios repletos de actividades. Las ganas de fiesta se comieron a la crisis, que Estuvo tan ausente de la jornada como la guerra de religiones. S¨ª que afloraron, en cambio, las mil caras de la Barcelona mestiza, dispuesta a disfrutar de los mil espect¨¢culos que se ofrec¨ªan.
Cerd¨¤ y el 'Ict¨ªneo' compartieron el pasacalle con el Gegant del Pi
La fiesta arranc¨® de modo tradicional en el casco antiguo. Uno de los epicentros fue la plaza de Sant Jaume, dentro y fuera del ayuntamiento. Tambi¨¦n en los aleda?os. A mediod¨ªa, en la plaza de la Merc¨¨, la comitiva municipal pudo apreciar el bullicio alegre cuando abandon¨® la bas¨ªlica, tras la misa en honor de la patrona. La salida del alcalde, Jordi Hereu, y de los concejales que hab¨ªan asistido al acto fue saludada por los castellers con los tradicionales pilares de cinco. El p¨²blico no se cansaba de tomar fotograf¨ªas de casi todo.
El cardenal arzobispo de Barcelona, Llu¨ªs Mart¨ªnez Sistach, no desaprovech¨® la misa tradicional: en la homil¨ªa hizo un alegato contra el aborto ante Hereu y el presidente Jos¨¦ Montilla.Mart¨ªnez Sistach defendi¨® que los que a¨²n no han nacido son "seres humanos con la dignidad propia de la persona humana". "La vida del nasciturus pide protecci¨®n por parte de la madre y el padre, de la familia y de la Administraci¨®n, de la sociedad y de la Iglesia", dijo. Y a?adi¨®: "La regulaci¨®n del aborto no es signo de una sociedad progresista, sino al contrario". Hereu quit¨® hierro a estas afirmaciones.
M¨¢s all¨¢ de estos debates, el cl¨ªmax festivo de la jornada lleg¨® sobre el mediod¨ªa, con la actuaci¨®n castellera local. Los de Sants demostraron con una tripleta de castells de vuit por qu¨¦ figuran en las clasificaciones por delante de los de Barcelona, que s¨®lo pudieron descargar tres de sus cinco estructuras.
Y por la tarde, la tradici¨®n volvi¨® con el pasacalle que llen¨®, sobre todo de ni?os, La Rambla, la calle de Ferran y la Via Laietana. Pero tambi¨¦n lo segu¨ªa alg¨²n extranjero, como dos alemanas que lo encontraban "algo aburrido" y tres neoyorquinos que estaban encantados de ver pasar a casi un centenar de gigantes. "?Qui¨¦n es ¨¦se?", preguntaban al paso del cabezudo de Narc¨ªs Monturiol. ?l e Ildefons Cerd¨¤ acompa?aron este a?o al Gegant del Pi y al que representa a Jaume I. La ciudad conmemora que hace 150 a?os se aprob¨® el Eixample de Cerd¨¤ y que Monturiol navegaba con su submarino Ict¨ªneo.
Pero poco tienen las tradiciones de puras. Son inventadas y mestizas, recuerda el programa de la Merc¨¨. Y as¨ª, no todo fue de d¨ªa, ni en el casco antiguo, ni aut¨®ctono. El mar, por ejemplo, tambi¨¦n protagoniza la fiesta, y ayer se ofrec¨ªan viajes gratuitos en golondrina. Varias generaciones de montones de familias hac¨ªan cola para subir a los barcos, donde una actriz explicaba de forma amena la historia del puerto. La golondrina simulaba un viaje a Mallorca, aunque en realidad s¨®lo iba hasta la nueva bocana. Al pasar por la zona de cruceros, los navegantes de ambas embarcaciones se saludaban efusivamente.
Y si el d¨ªa fue masivo, tambi¨¦n, la noche. M¨¢s de 80.000 personas, seg¨²n el Ayuntamiento, oyeron anteanoche a Rosario cantar una versi¨®n biling¨¹e de Paraules d'amor en la plaza de Catalunya; a Canteca de Macao, en un espacio algo inc¨®modo junto a Col¨®n, y a Nena Daconte en el F¨®rum. All¨ª se concentr¨® la mayor¨ªa de los espectadores, lo que provoc¨® una sobrecarga en el metro sobre las cinco de la madrugada.
Finalmente, la mejor encarnaci¨®n del mestizaje fueron las 1.200 raciones de arroz que regalaron los restauradores de la Rambla del Raval. Hubo desde un plato de Casa Leopoldo hasta una crema de arroz inglesa, pasando por alg¨²n risotto y platos tailandeses. Otro toque diverso lo dieron los latinoamericanos, que, por cuarto a?o, celebraron su misa en honor de la Merc¨¨ tras la oficial. "Me preguntaban en el metro si era andaluza", dec¨ªa una mujer con un traje regional verde y blanco. Son los colores de la regi¨®n boliviana de Santa Cruz. Su patrona es, tambi¨¦n, la Virgen de las Mercedes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.