La marcha de 150.000.000
En 1994 public¨® Enrique Falc¨®n (Valencia, 1968) El saqueo, una epopeya moral que impugnaba el imperialismo y el capitalismo depredador, y propon¨ªa un avance hacia la fraternidad humana, bajo las banderas del comunismo libertario con simbolog¨ªa cristiana, en la estela de la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n. El coro de los desheredados en el que se dilu¨ªa la voz del autor protagonizaba unos cantos plet¨®ricos como los grandes poemas hist¨®ricos y cosmog¨®nicos de Neruda (Canto general) y Ernesto Cardenal (C¨¢ntico c¨®smico), con influencias de Maiakovski, Nazim Hikmet y, m¨¢s pr¨®ximo, Roque Dalton. A aquella entrega fueron sucediendo otras, dentro del proyecto global La marcha de 150.000.000, que al cabo de quince a?os aparece en edici¨®n definitiva y completa.
La marcha de 150.000.000
La marcha de 150.000.000
Enrique Falc¨®n
Pr¨®logos de J. Riechmann, A. Orihuela,
E. Mil¨¢n, E. Moga y M. Casado
Eclipsados. Zaragoza, 2009
272 p¨¢ginas. 23 euros
Compuesto por cinco apartados, 55 cantos y varios miles de versos, el libro refiere la expedici¨®n de los sin tierra contra el Estado de Cosas: un mundo objetivamente insoportable asumido por la conciencia acorchada de los habitantes del norte. La l¨ªrica de esta an¨¢basis, organizada en oleadas salm¨®dicas e iteraciones verbales, es asaltada por elementos despoetizadores (cr¨®nicas y digresiones ensay¨ªsticas, cuando no ganga informativa); eso sin contar con otras instrucciones de uso como sus cinco pr¨®logos. La fluencia discursiva es interrumpida por la intersecci¨®n de planos debida a las notas al margen, que proporcionan datos necesarios para comprender un poema convertido en producto intencionalmente circunstancial, que cuestiona la instituci¨®n "poes¨ªa" igual que anta?o lo hiciera el socialrealismo de posguerra (del que difiere por su lenguaje vanguardista y su aliento universal). El que las abundantes notas figuren al margen, y no al pie, impone una distribuci¨®n del texto en dos columnas, lo que interfiere en la visualizaci¨®n de unos cantos donde cuenta tanto la composici¨®n topogr¨¢fica de la p¨¢gina -versos, vers¨ªculos, prosas-, y que parecen concebidos m¨¢s para ser escuchados en recitativos envolventes que contemplados como un cuadro cubista. Ello aparte, he aqu¨ª un libro enunciativo, desbordante y desigual, atenido a una idea de la poes¨ªa que, exclaustrada de la intimidad, se echa a la calle y a la historia con la voluntad -tan vieja, tan nueva- de cambiar el mundo.
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