Caso abierto

El informe policial conocido el jueves (y del que este peri¨®dico publica hoy m¨¢s detalles) sobre las relaciones entre la c¨²pula del PP de Valencia y la rama en esa comunidad de la trama G¨¹rtel contiene los elementos cl¨¢sicos de los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n relacionados con la financiaci¨®n ilegal de los partidos: doble contabilidad, facturas ficticias y lenguaje codificado para despistar al posible escucha no deseado.

Las reacciones tambi¨¦n han sido las caracter¨ªsticas: negativa rotunda ("un montaje"), seguida de intentos de culpar a los dem¨¢s. Quien fue ayer m¨¢s lejos en esa direcci¨®n fue el secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, uno de los m¨¢s comprometidos por el informe, que acus¨® al ministro de Interior de haberlo instigado una vez que los jueces "no le dieron la raz¨®n" (al archivar la causa en el caso de los trajes). Argumento absurdo, puesto que el informe es anterior a ese archivo.

Sostiene el PP que ni jueces ni fiscales hab¨ªan pedido ese informe, y que ¨¦sa fue la raz¨®n de que el Tribunal Superior de Valencia lo rechazara alegando que no lo hab¨ªa solicitado. Es una interpretaci¨®n que retuerce interesadamente los hechos. La investigaci¨®n policial fue iniciada en el marco de las diligencias judiciales abiertas por el juez Garz¨®n a ra¨ªz de la denuncia de un ex concejal del PP. Y en el auto de inhibici¨®n de ese juez, en marzo pasado, en favor de los tribunales superiores de Madrid y Valencia, el propio Garz¨®n ya se?alaba algunos indicios de financiaci¨®n ilegal: sobre todo, ingresos que apuntaban a posibles pagos a cambio de adjudicaciones y otros procedentes de la trama. Hab¨ªa, pues, indicios, con huecos pendientes de investigaci¨®n. Cuando ¨¦sta se complet¨®, en julio, fue enviada al Superior de Valencia (competente para investigar la parte valenciana del caso); ¨¦ste, sin embargo, no la tom¨® en consideraci¨®n, alegando que no ten¨ªa relaci¨®n con el cohecho impropio que se dilucidaba en ese momento.

Del contenido del informe se deduce que fue aqu¨¦lla una decisi¨®n como m¨ªnimo precipitada. La resoluci¨®n de archivo reconoc¨ªa que no hab¨ªa pruebas del pago de los trajes por parte de Camps, pero tampoco de que fueran regalos a cambio de algo. El conocimiento de la forma como actuaba la trama permite afinar m¨¢s: el PP valenciano pagaba servicios de la trama con contratos a dedo, e ingresaba por mediaci¨®n de la trama cantidades procedentes de empresas de la construcci¨®n beneficiadas por concesiones administrativas.

Pero hace falta esforzarse mucho para no preguntar el origen del dinero que pagaba eventos varios y para no encontrar sospechosos los regalos. Rajoy ha dicho que da por cerrado el caso en su vertiente valenciana. Pero eso s¨®lo ocurrir¨¢ si la fiscal¨ªa y los jueces competentes imitan al m¨¢s que amigo de Camps que cerr¨® los ojos para no ver y renuncian a investigar los fuertes indicios de financiaci¨®n ilegal del informe. De acabar ¨¦ste en el limbo, sin juez (imparcial) que lo investigue, el esc¨¢ndalo ser¨ªa may¨²sculo y el descr¨¦dito al sistema judicial en Espa?a, irreparable.