"Viene Obama", Madrid tuerce el gesto
El presidente de EE UU pedir¨¢ en Copenhague el voto para Chicago - Gallard¨®n ironiza: "Su presencia dar¨¢ emoci¨®n a la cosa"
La delegaci¨®n de Madrid 2016 acababa de aterrizar en el aeropuerto de Copenhague. Tres horas de vuelo con la ilusi¨®n intacta. Las portadas de los peri¨®dicos hablaban de la corazonada y todos sus miembros arrastraban la resaca de la gran fiesta de Cibeles. El alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y su mano derecha, Manuel Cobo, esperaban a que salieran sus maletas por la cinta transportadora cuando un colaborador les dio la noticia: "Viene Obama". Torcieron un poco el gesto. Desde hace semanas, la candidatura espa?ola barajaba la idea de que el presidente de Estados Unidos se presentar¨ªa en la asamblea del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) el ¨²ltimo d¨ªa. No s¨®lo eso. Subir¨¢ al estrado junto a su esposa para pedir el voto para Chicago.
La influencia de Blair hace cuatro a?os le vali¨® a Londres conseguir los Juegos
"Es una visita m¨¢s testimonial, tendr¨¢ un efecto medi¨¢tico", dice Alejandro Blanco
El grupo recogi¨® sus id¨¦nticas maletas rojas y sali¨® a la calle. Sin grandes emociones. En la puerta del aeropuerto, Gallard¨®n rest¨® importancia a que el l¨ªder m¨¢s carism¨¢tico del mundo d¨¦ la cara por una de las rivales de Madrid. "Que venga Obama da emoci¨®n a la cosa. Vuelvo a recordar que de todos los jefes de Estado el ¨²nico que puede llamar compa?eros al resto de los miembros del COI porque ha sido deportista ol¨ªmpico es el Rey de Espa?a", destac¨® el alcalde.
?sa es la postura oficial. De puertas adentro, "la cosa", como la llam¨® Gallard¨®n, preocupa un poco. Si Obama se desplaza a Copenhague, creen en la delegaci¨®n, impulsar¨¢ fuertemente a Chicago. Una candidatura que se encontraba en horas bajas y que cobra un renovado br¨ªo gracias al anuncio del presidente de su pa¨ªs. Tambi¨¦n, pese a todo, el COI tiene una cuenta pendiente con Estados Unidos tras los problemas de seguridad de Atlanta 1996 y el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n de Salt Lake City 2002. "Claro que pens¨¢bamos que pod¨ªa venir. Pero seguimos con nuestra carrera sin mirar a los dem¨¢s", dijo el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky.
Tras la noticia del aeropuerto, la delegaci¨®n se march¨® al hotel. Lluvia y fr¨ªo. Algunos se resguardaron en un pub para hacer tiempo hasta la primera reuni¨®n "para preparar la estrategia de estos d¨ªas". En la plaza del Ayuntamiento, un panel electr¨®nico gigante anunciaba la llegada de Obama. Su presencia sorprendi¨® a todos. Y ¨¦se era el plan. "Han manejado muy bien los tiempos y han sabido jugar con la incertidumbre de si ven¨ªa o no. Pero precisamente eso puede molestar a alg¨²n miembro del COI", dicen desde la candidatura madrile?a.
La ¨²ltima vez que un presidente se implic¨® a fondo con esta votaci¨®n, su candidatura se llev¨® el gato al agua. La sombra de Tony Blair, ex primer ministro de Reino Unido, paseaba ayer por Copenhague. Su influencia sobre los miembros del COI hace cuatro a?os le vali¨® a Londres sus segundos Juegos. Sin embargo, Obama llegar¨¢ la noche antes de la asamblea y apenas tendr¨¢ tiempo de desplegar sus encantos. Adem¨¢s, a diferencia de Blair, no podr¨¢ garantizar financieramente el proyecto de Chicago, ya que est¨¢ dise?ado con fondos privados. "Por eso creemos que es una visita m¨¢s testimonial, que tendr¨¢ un efecto medi¨¢tico. Su presencia no da la victoria a Chicago de salida en absoluto", sostuvo el presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol, Alejandro Blanco. La esposa del presidente, Michelle Obama, llegar¨¢ el martes. Ella es la encargada de reunirse con los miembros del COI para tratar de convencerles de las bondades de Chicago. Ese asalto final estar¨¢ ali?ado con las conversaciones de pasillo, en las que habr¨¢n participado la estrella de la televisi¨®n Oprah Winfrey y el ex atleta Michael Johnson.
Hoy, la delegaci¨®n espa?ola realizar¨¢ el primer ensayo general en tierras danesas. La prueba ser¨¢ en el Bella Center, el recinto de convenciones que albergar¨¢ la ceremonia del viernes. Todas las candidaturas podr¨¢n pulir los ¨²ltimos flecos de su puesta en escena. Pero, de momento, las sensaciones son las mismas. Una lucha muy apretada en la que R¨ªo llega como un tiro y en la que Madrid tiene un proyecto s¨®lido y casi terminado que le da garant¨ªas en una situaci¨®n de crisis mundial. Un escenario en el que Tokio est¨¢ pasando de puntillas, pero reforzando las relaciones diplom¨¢ticas. Y ahora, adem¨¢s, con Obama en Dinamarca, se avecina una foto para la historia en la votaci¨®n.
Hoy, los ensayos
- 9.00-13.00. La delegaci¨®n de Tokio ensayar¨¢ en el Bella Center, escenario de la votaci¨®n, la presentaci¨®n
de su candidatura.
- 14.30-18.00. Tras un descanso para la comida, ser¨¢ la delegaci¨®n de Madrid la que prepare la presentaci¨®n de la suya (las de Chicago y R¨ªo de Janeiro realizaron ayer sus pruebas).
Celebrar los Juegos le costar¨ªa 7.600 millones a R¨ªo
El presupuesto de R¨ªo de Janeiro se disparar¨ªa hasta los 7.600 millones de euros en caso de celebrar los Juegos Ol¨ªmpicos de 2016, muy por encima de los 2.350 presupuestados por Madrid, los 1.430 de Tokio o incluso los 705 de Chicago, aunque la ciudad estadounidense no ha incluido en su proyecto, al rev¨¦s que las dem¨¢s, partidas relacionadas con mejoras en aeropuertos, carreteras, alojamientos o servicios m¨¦dicos.
Hatoyama, primer ministro japon¨¦s, viajar¨¢ con Tokio
El primer ministro japon¨¦s, Yukio Hatoyama, elegido en agosto, viajar¨¢ con la delegaci¨®n de Tokio 2016 a Copenhague, seg¨²n anunci¨® Ichiro Kono, presidente del proyecto nip¨®n: Se lleva a Copenhague el apoyo de m¨¢s de 100 millones de aficionados apasionados de nuestro pa¨ªs y una garant¨ªa total para el COI, lo que sabemos que es extremadamente importante en estos tiempos dif¨ªciles.
Asistir a la apertura en Madrid, entre 335 y 575 euros
En caso de que Madrid finalmente acogiese los Juegos de 2016 las entradas para presenciar la ceremonia de apertura en el estadio de La Peineta costar¨ªan entre 335 y 575 euros. Un precio mucho m¨¢s m¨®dico que el que habr¨ªa que desembolsar si Chicago es la ciudad elegida (entre 355 y 1.125 euros) y por encima de las entradas m¨¢s baratas de R¨ªo de Janeiro (de 135 a 685 euros) y Tokio (entre 158 y 950 euros).
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