Montilla abandera la Catalu?a serena
El presidente abre el debate de pol¨ªtica general apelando al electorado centrista - Llama a defender el Estatuto, a centrarse en la crisis y a evitar "las aventuras"
El gran partido de la recta final de legislatura se jugar¨¢ en el centro del campo. El presidente de la Generalitat est¨¢ convencido de ello y aprovech¨® el debate de pol¨ªtica general que ayer comenz¨® en el Parlament para instalarse c¨®modamente en toda la zona central de la cancha mientras trataba de arrinconar en un extremo a Converg¨¨ncia i Uni¨®. A un a?o de las elecciones auton¨®micas, Jos¨¦ Montilla ofreci¨® su cara m¨¢s centrista y moderada para acercarse al electorado que, agobiado por la crisis, exige soluciones sin reparar demasiado en las soflamas soberanistas del mundo nacionalista. "No es tiempo para aventuras ni sorpresas, no estamos para inventos", concluy¨®.
El equipo del presidente prepar¨® el discurso, de 1 hora y 40 minutos de duraci¨®n, como la gran oportunidad para explicar el trabajo hecho durante la legislatura. Tambi¨¦n buscaban contrastar la "seriedad" de Montilla, convenientemente ilustrada con una larga lista de logros, frente a los mensajes "err¨¢ticos" de su principal rival y l¨ªder de Converg¨¨ncia i Uni¨®, Artur Mas. Hoy, en el cara a cara entre ambos, se ver¨¢ si la estrategia funciona, pero Montilla ya tom¨® carrerilla ayer proclamando desde la tribuna del Parlament su "amor" por Catalu?a, que se tradujo, dijo en un compromiso sin fisuras con el Estatuto.
"Ante la crisis, m¨¢ximo realismo y m¨ªnimo pesimismo", defendi¨® Montilla
Sin referirse a las consultas soberanistas, apost¨® por el Estatuto como ¨²nica v¨ªa
El apoyo que amplios sectores de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica, comenzando por Artur Mas, han brindado a las consultas soberanistas impulsadas por movimientos extraparlamentarios en varios municipios catalanes le fue como anillo al dedo al presidente para enmarcar a los nacionalistas de CiU en una espiral de radicalizaci¨®n que para nada conviene a Catalu?a.
Sin reparar en el hecho de que sus socios de Esquerra Republicana se han visto arrastrados por el mismo movimiento, Montilla dijo que la herramienta que defender en estos momentos es el Estatuto. Nadie en Espa?a entender¨ªa, seg¨²n el presidente, que Catalu?a renegara de su carta auton¨®mica cuando apenas lleva tres a?os en vigor. "Catalu?a no puede parecer como aquellas criaturas mal criadas que desean con deleite un juguete y cuando lo tienen lo abandonan reclamando otro nuevo". El comentario no cay¨® demasiado bien en la bancada de Esquerra Republicana, en la que muchos diputados se abstuvieron de aplaudir.
El tripartito s¨ª apareci¨® unido y relajado cuando el presidente fij¨® la lucha contra la crisis como su primera y casi exclusiva prioridad, con permiso de los miembros del Tribunal Constitucional. No hizo grandes anuncios, pero avanz¨® que, pese a las estrecheces presupuestarias, el Gobierno piensa ampliar las ayudas a la formaci¨®n de parados y a los ayuntamientos, las administraciones que m¨¢s est¨¢n sufriendo la crisis econ¨®mica. No concret¨® las dotaciones adicionales que prev¨¦ destinar a ello, pero asegur¨® que no le preocupa endeudarse. "Iremos al l¨ªmite de nuestras posibilidades de d¨¦ficit", dijo.
Tambi¨¦n en clave electoral, Montilla dej¨® claro que no emular¨¢ a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, quien en los comicios de 2007 se sac¨® de la chistera la rebaja de 400 euros del IRPF que el Gobierno ahora ha tenido que retirar. "No haremos electoralismo con la crisis econ¨®mica, quien intente utilizar esta situaci¨®n para ganar votos se equivocar¨¢", dijo Montilla.
El presidente no quiso arriesgarse a hacer una previsi¨®n de lo que queda de crisis ni aventur¨® si la econom¨ªa ha tocado fondo. S¨®lo admiti¨® que seguimos "en plena recesi¨®n" y que su Gobierno no bajar¨¢ la guardia ni relajar¨¢ las medidas de est¨ªmulo mientras no haya "garant¨ªas" de que se est¨¢ saliendo de la depresi¨®n. Con todo, dijo ser "moderadamente optimista". Lo dijo para contrastar su discurso con el catastrofismo que previsiblemente exhibir¨¢n hoy los grupos de la oposici¨®n. "M¨¢ximo realismo, m¨ªnimo pesimismo", dijo a modo de lema.
La idea entronca con la voluntad del Gobierno de ahuyentar el fantasma del derrotismo y de asociar el tripartito con el ¨¦xito y la proyecci¨®n exterior de determinadas empresas y personajes p¨²blicos catalanes. As¨ª, Montilla encaden¨® en su discurso logros del Gobierno, como la nueva financiaci¨®n de la Generalitat y la desalinizadora de El Prat, con los triunfos del cocinero Ferran Adri¨¤ o del cient¨ªfico Pedro Alonso, referente mundial en la lucha contra el paludismo. La portavoz del Partido Popular, Dolors Montserrat, hizo burla de ello: "S¨®lo le falt¨® atribuirse el triplete del Bar?a".
No estaba en el gui¨®n inicial que Montilla hab¨ªa trazado hace d¨ªas para el discurso de ayer, pero la pol¨¦mica generada por el informe que Presidencia encarg¨® a un asesor externo y que examinaba las opiniones de varios periodistas sobre el tripartito oblig¨® a un cambio de planes. Montilla evit¨® referirse al informe concreto, pero dej¨® claro que ha puesto coto a la manga ancha del Gobierno a la hora de encargar informes a asesores externos. As¨ª, introdujo una referencia en el discurso para comprometerse a "ajustar" el gasto en informes externos y a "mejorar" la gesti¨®n en este aspecto.
El esfuerzo del Gobierno en presentar una imagen de austeridad y de control del gasto ante la crisis econ¨®mica corre riesgo de resultar in¨²til a ra¨ªz de la auditor¨ªa externa que confirma que en 2007 el tripartito gast¨® como m¨ªnimo 700.000 euros en informes superfluos o que podr¨ªan haber redactado funcionarios en plantilla. Por eso Montilla subray¨® que en ¨¦poca de crisis se ha de ser "ejemplar" en la gesti¨®n de los recursos p¨²blicos y a?adi¨® que el Ejecutivo "es consciente de que a¨²n ha de ser posible en el futuro ajustar m¨¢s este tipo de gastos, mejorar su gesti¨®n". Con todo, el presidente dej¨® claro que de la auditor¨ªa no se desprenden hechos "irregulares".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.