"Nosotros ofrecemos el cambio, el valor diferencial"
Eduardo Paes, alcalde de R¨ªo de Janeiro desde hace un a?o, est¨¢ muy vinculado a Madrid. Sus abuelos son espa?oles y ¨¦l conserva la doble nacionalidad. Adem¨¢s, asegura, le gusta mucho Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Tanto que dice que le ha prometido que le apoyar¨¢ en las siguientes elecciones si, a cambio, el regidor madrile?o da su voto a R¨ªo, una de las tres rivales de Madrid en la lucha por organizar los Juegos Ol¨ªmpicos de 2016.
Ese intercambio parece complicado. Paes lo sabe. Pero est¨¢ muy confiado ante la elecci¨®n del pr¨®ximo viernes. Dice que no teme el efecto Obama y pronostica una lucha muy apretada. Su candidatura ha subido como la espuma en los ¨²ltimos meses, pero nadie quiere ir de favorito en esta carrera.
En un descanso del ensayo que realiz¨® ayer por la ma?ana su candidatura en el centro de convenciones de Copenhague, atendi¨® a la prensa sin parar de re¨ªr y con su purito entre los labios.
Pregunta. ?Cu¨¢les son las ¨²ltimas sensaciones?
Respuesta. Soy optimista. Es una oportunidad fant¨¢stica para nosotros. Pero respetamos mucho a nuestras adversarias. Son ciudades con toda la infraestructura para hacer bien los Juegos. Pero nosotros creemos en la posibilidad del cambio, en que los Juegos puedan ir a una ciudad como R¨ªo y un continente como Suram¨¦rica. Y lo que podemos ofrecer a los Juegos, precisamente, es nuestro valor diferencial. Parece que R¨ªo se ha convertido en la favorita en los ¨²ltimos d¨ªas. Todos somos pol¨ªticos. Gallard¨®n, el alcalde de Chicago... Y hay que esperar a la votaci¨®n. Somos optimistas, pero hay que esperar. Lo que dec¨ªa en el informe el COI es que las cuatro estamos preparadas para los Juegos. Pero nosotros creemos que los mejores ser¨¢n en R¨ªo.
P. Usted tiene la nacionalidad espa?ola. ?No tiene el coraz¨®n dividido?
R. No, no... (se r¨ªe). Soy completamente carioca. Me encanta Madrid. Mi abuela viene de ah¨ª. Pero, en este caso, estoy con R¨ªo. Ya le he dicho a Gallard¨®n que yo le votar¨¦ en las elecciones toda la vida, pero ¨¦l tiene que votar a R¨ªo para los Juegos (suelta una carcajada). En serio, Gallard¨®n es un ejemplo para nosotros y hablo a menudo con ¨¦l para otras cosas. No tengo duda de que esta disputa ol¨ªmpica estrechara lazos.
P. ?Cree que la presencia de Obama desestabilizar¨¢ la balanza?
R. Como presidente de Estados Unidos, Obama es muy poderoso, un l¨ªder importante del mundo de hoy. Pero no le temo. No creo que cambie mucho. Entre Lula y R¨ªo, por un lado, y Obama y Chicago, por otro, yo me quedo con lo nuestro.
P. ?Por qu¨¦ cree que ha decidido tan tarde venir a defender a Chicago?
R. Ten¨ªa que venir. No pod¨ªa hacer otra cosa. Viene el Rey, viene Lula, viene el primer ministro de Jap¨®n... ?C¨®mo no iba a venir? Pero el que viene es un hombre distinto, al que respetamos todos para que haga los cambios necesarios en la pol¨ªtica norteamericana. Es un gesto muy simp¨¢tico venir a un evento como ¨¦ste... Es la actitud del multilateralismo. Pero, con todo el respeto, Obama est¨¢ aqu¨ª de visita. En cambio, Lula ha participado y ha trabajado en muchos eventos ol¨ªmpicos. Obama es un visitante al que consideramos bienvenido.
P. ?Qu¨¦ tal los ensayos?
R. No se lo contar¨¦ a los peri¨®dicos espa?oles...
P. ?Sabe que una de las armas de Madrid es una ni?a de 12 a?os que subir¨¢ al estrado?
R. Pues yo tengo una de cinco que habla espa?ol, japon¨¦s, portugu¨¦s...
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