Un bingo tira en la calle los datos de miles de lud¨®patas

Mar¨ªa Victoria pidi¨® en agosto de 1998 que no se la dejara entrar a m¨¢s bingos, temerosa de su adicci¨®n al juego. Se trata de un detalle de su vida tan remoto como inc¨®modo, que ella no recuerda a gusto. Sin embargo, esa informaci¨®n estuvo ayer durante horas a la vista de los muchos transe¨²ntes que pasaron por la calle de Urgell. Tambi¨¦n sus apellidos, DNI y domicilio. Constan en la ficha que guardaba el bingo d'Urgell, junto con las de otros miles de personas con problemas de juego, que hab¨ªan pedido que les fuera prohibido el acceso a las salas.

Los due?os del bingo no destruyeron las fichas cuando cerraron el local, hace un a?o. Ahora, el local se convertir¨¢ en un restaurante chino, y quienes lo reforman tiraron anteanoche los papeles a los contenedores de escombros de la calle. "Estoy indignad¨ªsima", lament¨® Victoria.

"Es como si hubieran violado mi correo", denuncia una afectada

"Puede ser una infracci¨®n muy grave", apunt¨® por su parte la directora de la Agencia Catalana de Protecci¨®n de Datos, Esther Mitjans. Los Mossos d'Esquadra elevaron a este organismo y a la direcci¨®n de Juegos y Espect¨¢culos un acta de lo sucedido despu¨¦s de que una vecina de la zona les avisase de que las fichas estaban en la calle. Tambi¨¦n alertaron a los servicios de limpieza municipales, que retiraron los documentos poco despu¨¦s de la medianoche del martes con el objetivo de destruir las fichas. Unos y otros, sin embargo, lo hicieron de forma bastante deficiente: a primera hora de la tarde de ayer, a¨²n quedaban decenas de papeles en la v¨ªa p¨²blica.

De la gran cantidad de informaci¨®n que almacenan las salas de bingo da una idea la empleada de un local muy cercano. "Tenemos unos cinco millones de fichas", afirma mientras teclea en un vetusto ordenador los n¨²meros que le recitan las se?oras mayores que quieren entrar en el local. El negocio en el que trabaja abri¨® en 1980, y, como cualquier bingo, debe registrar los datos de todos sus clientes. Y evitar la entrada de menores y de lud¨®patas. Las fichas de este ¨²ltimo tipo son las que el Urgell ha dejado en plena calle.

"No son datos cualesquiera. Se trata de informaci¨®n sobre enfermedades, sobre salud. Pueden dar lugar a discriminaciones y, por eso, deben tener una especial protecci¨®n", se?al¨® Mitjans. "Hay indicios de que estamos ante una custodia muy deficiente de datos sensibles", dijo. Esto no es delito, pero s¨ª que puede suponer una sanci¨®n de hasta 300.000 euros.

Y quien podr¨ªa recibirla no es una empresa cualquiera. Seg¨²n el registro mercantil, en Bingo Urgell estuvo la sede social de Explotaciones V¨ªa Layetana, S.L. Su presidente y consejero delegado es Francisco Javier Gonz¨¢lez Reverte. Este destacado empresario del sector del juego preside, tambi¨¦n, el Gremio Catal¨¢n de Bingos. Este peri¨®dico intent¨® ayer, sin ¨¦xito, recoger su versi¨®n de los hechos.

Mientras, el desconcierto de Victoria era considerable al conocer que, sin que ella lo supiese, sus datos hab¨ªan quedado al descubierto. "Es como si hubiesen violado mi correo. Me gustar¨ªa denunciarlo, pero ?a qui¨¦n? ?Y con qu¨¦ pruebas?", se quejaba. "Me han expuesto a que me roben, me persigan, me agredan", a?ad¨ªa Victoria, que reclam¨® adem¨¢s un endurecimiento de las sanciones previstas para quien revela datos "que tiene porque uno est¨¢ obligado a darle". "Habr¨ªa que haber hasta penas de c¨¢rcel", proclam¨®.