Los republicanos del Valle de los Ca¨ªdos ser¨¢n identificados

Ayer se abri¨® la posibilidad de que los restos de muchos de los republicanos que fueron sepultados en el Valle de los Ca¨ªdos (Madrid) sean devueltos a sus familiares para que los entierren donde estimen oportuno. Fue gracias a dos iniciativas: una ICV-IU-ERC, defendida por Joan Herrera, y otra de Uxue Barkos (Nafarroa Bai) en la Comisi¨®n Constitucional del Congreso de los Diputados. El Grupo Socialista puso su propio sello para poder aceptar las dos proposiciones no de ley. Tambi¨¦n votaron a favor CiU, PNV, Coalici¨®n Canaria y Grupo Mixto.

Falt¨® el apoyo del Grupo Popular, que vot¨® en contra con invocaciones del diputado Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, vicepresidente tercero del Congreso, a la necesidad de respetar la Ley de Protecci¨®n de Datos y a la competencia de la Comunidad Aut¨®noma de Madrid en estas materias. Lo cierto es que las negociaciones del diputado socialista catal¨¢n Daniel Fern¨¢ndez, secretario adjunto del Grupo Socialista, con Herrera y Barkos, han propiciado que el Congreso inste al Gobierno a "elaborar en el plazo de seis meses, un censo de las personas que se encuentran enterradas en el Valle de los Ca¨ªdos, especificando, cuando se conozcan, las identidades y sus lugares de procedencia". Los restos de 60.000 personas pueden estar en la fosa com¨²n de Cuelgamuros, seg¨²n la mayor¨ªa de las estimaciones.

Una vez realizado el censo, el Gobierno debe "facilitar a familiares y ciudadanos interesados, as¨ª como a las asociaciones e instituciones, desde la Oficina para las V¨ªctimas de la Guerra Civil y la Dictadura, con pleno respeto de las normas que regulan la protecci¨®n de datos personales, el conjunto de los datos disponibles sobre las inhumaciones de restos humanos en el Valle de los Ca¨ªdos, incluyendo, cuando se conozcan, las identidades y los lugares de procedencia de las personas all¨ª enterradas", se?ala el siguiente punto. Para esta tarea "se facilitar¨¢n econ¨®micamente las exhumaciones y, en su caso, se agilizar¨¢ el traslado de los restos humanos, cuando as¨ª lo soliciten los familiares o entidades representantes de los mismos", algo que ya figura en la Ley de Memoria Hist¨®rica.

La historia de los enterramientos del Valle de los Ca¨ªdos no termin¨® como Francisco Franco la concibi¨®. En un primer momento, el dictador no ten¨ªa intenci¨®n de dar reposo en ese recinto a los muertos republicanos. Y, adem¨¢s, muchas viudas de soldados del bando franquista no quisieron que sus maridos yacieran en ese lugar. Por tanto, el r¨¦gimen necesitaba cuerpos para llenar la enorme cripta. El Ministerio de la Gobernaci¨®n los pidi¨® por carta a ayuntamientos de toda Espa?a, con el ruego de que respondieran "con la mayor brevedad". Muchos municipios contestaron que no ten¨ªan muertos franquistas, pero s¨ª "fosas del ej¨¦rcito rojo". Las abrieron y llevaron los restos al mausoleo.