Pacto educativo viable

El punto de partida para intentar alcanzar un Pacto de Estado de Educaci¨®n resulta, en principio, esperanzador. Tras la primera reuni¨®n entre el ministro ?ngel Gabilondo y la secretaria general del PP, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, socialistas y populares ven "viable" el acuerdo. Algo sin duda positivo y que refleja que ¨¦ste es un momento interesante para que ambas partes muestren una actitud moderada abri¨¦ndose a acercamientos pol¨ªticos. Sin embargo, aparte de la buena disposici¨®n, lograr un pacto relevante sin renunciar a principios fundamentales de ambos partidos va a resultar una tarea complicada.

El hecho de que Gabilondo haya accedido a "cambios legislativos" si se llega a un pacto ha sido la clave de este buen comienzo. Sin embargo, los populares quieren una reforma completa. Ya han dejado claro que no aceptan el modelo de la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n (LOE), de 2006.

La lucha contra el alto fracaso escolar y el prematuro abandono de las aulas de los j¨®venes, de los que alertan todos los informes, es el argumento principal, junto a la estabilidad normativa, para impulsar este pacto. En la necesidad de solucionar este fracaso no discrepan. S¨ª en la soluci¨®n. Sobre todo cuando el PP la vincula a un modelo que "vertebre" el sistema, un enfoque pol¨¦mico. En realidad, ese fracaso se solucionar¨ªa con medidas m¨¢s efectivas y generalizadas de apoyo a los alumnos con dificultades de aprendizaje, lo que va ligado al aumento progresivo de la financiaci¨®n, un compromiso en el que deber¨ªan llegar a un acuerdo junto a las comunidades.

Habr¨¢ adem¨¢s que observar qu¨¦ cambios normativos est¨¢ dispuesto a introducir el Gobierno. La estabilidad legislativa la dar¨ªa el acuerdo entre PP y PSOE, pero no hay que olvidar que s¨®lo el PP vot¨® en contra de la LOE y que el PSOE pact¨® con el resto de los partidos, incluidos los nacionalistas. Si ahora cambia las reglas del juego, podr¨ªa perder su apoyo, lo que dificultar¨ªa el consenso y podr¨ªa reabrir viejas heridas.