Calvino y los banqueros
Si alguien se empe?a en lograr un determinado objetivo, si pone cuerpo y alma en conseguirlo, es posible que gane el trofeo. Los banqueros, por ejemplo, han llegado a cumplir su sue?o de ser los seres m¨¢s antip¨¢ticos y denostados de la Tierra. Cuesta obtener el t¨ªtulo -la competencia es dura: pol¨ªticos, periodistas-, pero largos a?os de desmanes y, adem¨¢s, presumir de ellos, tienen su merecida recompensa. Vale, nos rendimos: ustedes los banqueros son los tipos m¨¢s odiosos de la humanidad. La pensi¨®n que recibir¨¢ el ex consejero delegado del BBVA, Jos¨¦ Ignacio Goirigolzarri, tres millones de euros al a?o (para lo que el banco ha reservado unos 50 millones), m¨¢s parece el presupuesto de un ministerio que el sueldo de una persona. Es dif¨ªcil visualizar qu¨¦ trabajos le ameritaban para cobrar hasta ahora 4,2 millones al a?o, por muy calvinista que uno sea
y exija que el trabajo merezca adecuada recompensa. Ahora es m¨¢s f¨¢cil: Goirigolzarri va a cobrar tres millones cada a?o por no hacer nada. Puede pasear al perrito, dedicarse a coleccionar sellos de Suiza o mariposas ex¨®ticas 365 d¨ªas al a?o, que su extracto bancario le susurrar¨¢ al o¨ªdo c¨®mo caen, indefectiblemente, los millones en su cuenta.
Nada, pues, deber¨ªa extra?arles que el peque?o empresario al que el BBVA le ha negado un cr¨¦dito -entienda usted, tiempos de crisis- emita una opini¨®n m¨¢s bien desagradable de todo el Consejo de Administraci¨®n del banco al enterarse de tal pensi¨®n. Como resulta inevitable que el cliente al que por norma ya admitida le cobran una comisi¨®n abusiva, eche por su boca sapos y culebras: no puede dejar de pensar que quiz¨¢ una millon¨¦sima parte de cada c¨¦ntimo que le arrancan vaya a engrosar las cuentas de ese se?or que, tumbado frente al mar, un ejemplo, recolecta atardeceres.
Es tambi¨¦n muy graciosa la explicaci¨®n de rejuvenecimiento. Debe ser otra de las aportaciones de Calvino: la famosa doble predestinaci¨®n. Esto es: el Dios omnisciente ya sabe que los consejeros delegados del BBVA se ajan a los 55 a?os, mientras los presidentes, siempre que se llamen Francisco Gonz¨¢lez, permanecen lozanos 15 a?os m¨¢s. Y ojo, que esa edad a¨²n se puede ampliar.
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