Mucho m¨¢s que unos Juegos para Brasil

Brasil se juega esta tarde m¨¢s que unos Juegos Ol¨ªmpicos. Lo dicen todos los comentaristas pol¨ªticos y deportivos. El presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva lo sabe muy bien, dado el momento especial que este pa¨ªs vive cara al mundo, en el que cada vez quiere intervenir m¨¢s.

Como pol¨ªtico lince que es, Lula ha hecho saber que Obama va a Copenhague a petici¨®n suya. Se trat¨® de una broma, pero calculada. "Mi esposa Marisa va a ir. Si su esposa viene sola, vamos a ser dos contra uno. Mejor que venga tambi¨¦n usted", le coment¨® Lula al presidente estadounidense. Para Lula, si R¨ªo pierde la candidatura es m¨¢s honroso si Obama se ha empe?ado en ganar. Ser¨ªa un pulso entre los dos y no ser¨ªa deshonroso si ganara Chicago, la ciudad del hombre m¨¢s poderoso del mundo.

Peor hubiese sido para Lula perder sin Obama presente. Ser¨ªa la demostraci¨®n de que Estados Unidos tiene fuerza suficiente para ganar los Juegos con o sin Obama. ?Y si acabara ganando R¨ªo? Ya sin bromas, la diplomacia brasile?a ha hecho saber, por activa y por pasiva a Washington la importancia para Am¨¦rica del Sur de que gane R¨ªo. Ser¨ªan los primeros Juegos en este continente, cada vez m¨¢s importante y delicado para la diplomacia americana. Y Lula est¨¢ visto como el hombre de Am¨¦rica del Sur capaz de dialogar con Ch¨¢vez y con los otros presidentes poco afines a los Estados Unidos, para intentar calmar sus ¨ªnfulas antiimperialistas.

Hay m¨¢s. A los Estados Unidos les interesa cada vez m¨¢s Brasil, llamado a estar m¨¢s pronto o m¨¢s tarde presente en los mayores y m¨¢s importantes organismos internacionales, comenzando por el Consejo de Seguridad de la ONU. Si R¨ªo ganara, podr¨ªa muy bien parecer que, al final, Obama habr¨ªa echado una mano a la candidatura brasile?a. Para Lula ser¨ªa la coronaci¨®n de su segundo mandato, que acaba el a?o pr¨®ximo, y que deja internamente con un 89% de consenso popular. La victoria de R¨ªo consagrar¨ªa a Lula como un gran estratega tambi¨¦n internacional.

Lula ha viajado a Copenhague de la mano de los dos grandes magos brasile?os: el rey del f¨²tbol, el gran Pel¨¦, que sigue siendo un mito mundial, y Paulo Coelho, el escritor brasile?o de fama mundial, que no ha perdido su fama de mago, que las biograf¨ªas le atribuyen desde que era joven: tendr¨ªa el poder m¨¢gico de alejar o atraer la lluvia.

Si ganara R¨ªo, la victoria tendr¨ªa tres magos: el gran mago de la pol¨ªtica, el mago del bal¨®n y el mago de la literatura. Si perdiera frente a Madrid, Chicago o Tokio, el agua, seg¨²n los cariocas, que aman vivir felices y que ma?ana festejar¨¢n pierdan o ganen la nominaci¨®n, no llegar¨ªa al r¨ªo, ya que el R¨ªo ciudad, seguir¨¢ siendo, como dec¨ªa Le Corbusier, el rinc¨®n m¨¢s m¨¢gico de la tierra.