"Las venas de Am¨¦rica Latina todav¨ªa siguen abiertas"
Con cabeza de patricio romano y conciencia de tribuno de la plebe, Eduardo Galeano tiene siempre presente una frase de Jos¨¦ Mart¨ª: "Todas las glorias del mundo caben en un grano de ma¨ªz". Lo dice porque la semana pasada le dieron en Madrid la Medalla de oro del C¨ªrculo de Bellas Artes. "Es una alegr¨ªa, claro. No practico la falsa humildad, pero tampoco me olvido de Mart¨ª y me digo: eh, tranquilo, despacito por las piedras". Al d¨ªa siguiente, adem¨¢s, recibi¨® un premio de la ONG Save the Children.
A los 69 a?os, el escritor uruguayo es una piedra en el zapato de los vencedores de la historia, una especie de best seller furtivo de la izquierda. El a?o pasado, durante la gira espa?ola de presentaci¨®n de su ¨²ltimo libro, Espejos. Una historia casi universal (Siglo XXI), abarrot¨® cada sal¨®n de actos que pis¨®, llegando incluso a desbordar el Auditorio de Galicia, en Santiago de Compostela, con capacidad para 1.000 personas. El pr¨®ximo d¨ªa 14 cerrar¨¢ esta nueva visita a Espa?a con una lectura de su obra en el Auditorio Marcelino Camacho de Comisiones Obreras, en Madrid.
Galeano ha conseguido levantar pasiones con libros sin g¨¦nero preciso, pero escritos con un estilo fragmentario y seco que ¨¦l opone a "la tradici¨®n ret¨®rica del pecho inflado. Aprend¨ª a disfrutar diciendo m¨¢s con menos", dice en su hotel madrile?o de siempre, a un paso de la Puerta del Sol. All¨ª cuenta que su maestro, Juan Carlos Onetti, "que no daba consejos", le dijo algo que no ha olvidado: "Como era bastante mentiroso, para dar prestigio a sus palabras sol¨ªa decir que eran proverbios chinos. Un d¨ªa me solt¨®: Las ¨²nicas palabras dignas de existir son aqu¨¦llas mejores que el silencio".
El autor de D¨ªas y noches de amor y guerra lleva a?os pele¨¢ndose con el silencio. Ahora se pelea tambi¨¦n con el miedo. M¨¢s que las elecciones presidenciales que se celebran en Uruguay el 25 de octubre, le interesan los dos plebiscitos que tendr¨¢n lugar ese d¨ªa. Uno pretende derogar la ley que impide castigar a los militares de la dictadura: "El Estado no puede renunciar a hacer justicia porque la impunidad estimula el delito". Hace 20 a?os se celebr¨® un refer¨¦ndum con igual objetivo. Y con mal resultado. "Lanzaron toneladas de bombas de miedo", cuenta el escritor. "Se dec¨ªa que si la ley se derogaba volver¨ªa la violencia, y la gente vot¨® asustada".
Aquel primer plebiscito de los a?os ochenta fue promovido por una comisi¨®n en la que, junto a Galeano estaba Mario Benedetti. Desde la muerte de ¨¦ste, en mayo pasado, su amigo forma parte de la fundaci¨®n que hered¨® el legado del poeta para promover la literatura joven: "Era un ins¨®lito caso de escritor generoso. El nuestro es un gremio ego¨ªsta que ocupa la jaula de los pavos reales. A cada uno le duele el ¨¦xito del otro. A Mario no". Respecto a las reclamaciones del hermano de Be-nedetti, molesto con el testamento, Galeano es diplom¨¢tico: "Eso est¨¢ superado. De los l¨ªos de herencia no se salva nadie".
El dinero mezclado con los l¨ªos lleva inevitablemente al f¨²tbol, un asunto al que el escritor ha dedicado cientos de p¨¢ginas, entre ellas, las que forman un cl¨¢sico de la literatura deportiva: El f¨²tbol a sol y sombra. ?Es obsceno pagar millones de euros por un jugador? "El f¨²tbol profesional es la industria de entretenimiento m¨¢s importante del mundo. Adem¨¢s es un deporte que parece religi¨®n: la religi¨®n de todos los ateos. Lo que hay que tener claro es lo que dec¨ªa Machado: ahora cualquier necio confunde valor y precio".
Por otro lado, en el anecdotario diplom¨¢tico internacional ha quedado grabado el hecho de que Hugo Ch¨¢vez regalara a Obama el libro m¨¢s popular (30 ediciones en ingl¨¦s) del autor montevideano, Las venas abiertas de Am¨¦rica Latina, un ensayo de 1971 que su propio autor describe como "una contrahistoria econ¨®mica y pol¨ªtica con fines de divulgaci¨®n de datos desconocidos". Y a?ade: "Lo que describ¨ªa sigue siendo cierto. El sistema internacional de poder hace que la riqueza se siga alimentando de la pobreza ajena. S¨ª, las venas de Am¨¦rica Latina todav¨ªa siguen abiertas".
Galeano no cree que el presidente de Estados Unidos lo haya le¨ªdo: "Lo dudo. Fue s¨®lo un gesto. Adem¨¢s, la edici¨®n era en espa?ol". La elecci¨®n de Obama le pareci¨® una victoria contra el racismo, pero le decepcion¨® que aumentara el presupuesto de Defensa: "Los pol¨ªticos mejor intencionados terminan presos de una maquinaria que los devora". ?Y qu¨¦ le parece su pol¨ªtica hacia Latinoam¨¦rica? "Tiene buenas intenciones, pero hay problema de training. Los estadounidenses llevan siglo y medio fabricando dictaduras, y a la hora de entenderse con pa¨ªses democr¨¢ticos, les cuesta. El desconcierto ante lo que ocurri¨® en Honduras es una muestra".
El segundo plebiscito que espera al escritor al volver a casa busca otorgar el voto a los uruguayos que no viven all¨ª, "?una quinta parte de la poblaci¨®n!". ?l mismo tuvo que exiliarse y sabe lo que es sobrevivir sin derechos: "No ten¨ªa documentos porque la dictadura me los negaba. Cuando viv¨ªa en Barcelona ten¨ªa que concurrir a la polic¨ªa cada mes. Me hac¨ªan repetir los formularios y cambiar cien veces de ventanilla. Al final, en la casilla de la profesi¨®n yo pon¨ªa: escritor. Y entre par¨¦ntesis: de formularios". Nadie se dio cuenta.
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