El acusado de dejar morir a su madre de hambre culpa al Ayuntamiento
El funcionario acusado de dejar morir a su madre por inanici¨®n declar¨® ayer en la primera sesi¨®n el juicio contra ¨¦l que los servicios sociales del Ayuntamiento de Barcelona conoc¨ªan la delicada situaci¨®n familiar desde 2002 y no actuaron. "Siempre que iba a verlos me dec¨ªan que era un problema que deb¨ªa resolver yo. Que si mi abuela y mi madre no quer¨ªan internarse, ellos no pod¨ªan hacer nada", relat¨® Marc L,, de 37 a?os, que afronta una petici¨®n de cuatro a?os de c¨¢rcel por homicidio por imprudencia.
Su abogado lo define como "una v¨ªctima de una serie de ineficacias de la administraci¨®n", pero el fiscal asegura que Marc L, abandon¨® a su suerte a su madre y a su abuela en un piso de 35 metros cuadrados del Raval, hasta que la primera falleci¨® desnutrida el 15 de mayo de 2006, rodeada de heces y con llagas por todo el cuerpo tras permanecer tres a?os sin salir a la calle.
La fiscal¨ªa no actu¨® para internar a la fallecida pese a conocer el caso
Una trabajadora social del distrito de Ciutat Vella testific¨® en el juicio que la delicada situaci¨®n de ambas mujeres era conocida por Asuntos Sociales desde agosto de 2002, tal como ha confirmado una trabajadora social del distrito de Ciutat-Vella. "Se negaban a ser atendidos, as¨ª que emitimos un informe en el que aconsej¨¢bamos el ingreso de la madre en un centro de alcoh¨®licos, y de la abuela en una residencia, adem¨¢s de la limpieza urgente del piso, cuyas condiciones de insalubridad empezaban a perjudicar ya al resto de habitantes de la finca", asegur¨®.
Ese informe fue remitido por Asuntos Sociales a la Fiscal¨ªa -consta una referencia al caso en los archivos del Servicio de Atenci¨®n a la V¨ªctima del 13 de febrero de 2003- pero el ministerio p¨²blico no inici¨® ning¨²n proceso para incapacitar a ambas mujeres y proceder a su internamieto.
As¨ª pues, el deterioro de la madre y la anciana fue progresivo. El acusado, que era estudiante de Econ¨®micas por la tarde, relat¨® que ambas mujeres se negaban a comer, "pero yo cada d¨ªa les llenaba la nevera, les pon¨ªa un plato de comida preparada en un restaurante de la calle Jovellanos e insist¨ªa para que tomaran alg¨²n alimento", precis¨®.
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