Una misi¨®n de la OEA llega a Honduras para forzar una soluci¨®n a la crisis
Insulza deja de hablar de golpe de Estado, prefiere "los sucesos del 28 de junio"
El di¨¢logo ha empezado en Honduras. La multitudinaria delegaci¨®n de la OEA, que ha necesitado cuatro aviones para llegar a Tegucigalpa, se apretuja en el hotel Clarion de la capital, donde tres representantes de Manuel Zelaya y otros tres de Roberto Micheletti intentar¨¢n poner fin a tres meses de espanto para los hondure?os. Jos¨¦ Miguel Insulza, el secretario general de la OEA, ha admitido que la reuni¨®n es la consecuencia de dos fracasos. El fracaso de Micheletti por creer que se puede echar del pa¨ªs a un presidente pistola en mano y que la vida siga transcurriendo con normalidad. Y el fracaso de la comunidad internacional, que no ha conseguido -a pesar de la condena un¨¢nime y del bloqueo econ¨®mico- restituir a Zelaya en el poder. S¨®lo hay un punto en el que coinciden las dos partes: la soluci¨®n tiene que venir ya, lo antes posible.
El Gobierno golpista promete reabrir los medios clausurados
Sentado en la primera fila del sal¨®n de actos del hotel, el viejo empresario Adolfo Facuss¨¦ echa mano de la historia para explicar lo que est¨¢ pasando en Honduras: "Mire, de la ¨¦poca colonial hacia ac¨¢, hemos tenido 100 golpes de Estado. Cada presidente que llega al poder se cree que es la madre de Tarz¨¢n y se quiere quedar en el poder. Y la manera -muy mejorable- de quitarlos es asesinarlos o botarlos del pa¨ªs. Yo creo que habr¨ªa que restituir a Zelaya, pero creo que Micheletti no est¨¢ de acuerdo...". Y esa es la cuesti¨®n principal que los enviados de cada parte tendr¨¢n que dilucidar: ?qu¨¦ hacer con Zelaya? Los discursos de los diplom¨¢ticos que acaban de aterrizar en Tegucigalpa son fluidos y bonitos -"una oportunidad del di¨¢logo", "el futuro est¨¢ en las elecciones", "Honduras es due?a de su esperanza"- hasta que alguien les plantea las cuestiones candentes. ?Va a regresar Zelaya al poder? Si la respuesta es no, ?qu¨¦ le van a ofrecer a cambio? Si la respuesta es s¨ª, ?cu¨¢ndo volver¨¢ a la Casa Presidencial, antes o despu¨¦s de las elecciones?
Desde el televisor de la Embajada de Brasil, donde se encuentra recluido desde hace 16 d¨ªas, el presidente Manuel Zelaya observa el inicio del di¨¢logo sobre su futuro que acaba de empezar en el hotel Clarion.
Zelaya -cuentan por tel¨¦fono los que comparten cautiverio con ¨¦l- est¨¢ que se sube por las paredes. Acaba de presenciar c¨®mo Jos¨¦ Miguel Insulza, el secretario general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos, se ha dirigido a los negociadores y a los cancilleres presentes. No le ha gustado el tono. Ni el contenido. Insulza, que lider¨® la feroz condena internacional al golpe de estado -as¨ª lo llam¨®, con todas sus letras-, ayer habl¨® de "los sucesos del 28 de junio".
Unos segundos antes, Zelaya hab¨ªa visto por televisi¨®n c¨®mo la canciller de Micheletti acud¨ªa al aeropuerto para recibir oficialmente a la delegaci¨®n de la OEA. Lo ¨²nico que ha conseguido el presidente depuesto es que el gobierno golpista se haya comprometido a reabrir los medios de comunicaci¨®n clausurados y a aflojar la presi¨®n policial y militar en torno a la Embajada de Brasil. "Podr¨¢n salir y entrar", ha dicho el canciller del gobierno de facto, "todas las personas sin cuentas pendientes con la Justicia". Obviamente, no estaba pensando en Zelaya.
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