Libre indirecto

Fue una buena idea que la celebraci¨®n del centenario de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol se celebrase juntando en un terreno de juego a todos los futbolistas que alguna vez han vestido la camiseta nacional. Faltaron algunos, incluyendo el que la ha vestido en m¨¢s ocasiones, Zubizarreta, que estaba en el extranjero, pero se juntaron unos 400.

La iniciativa dio ocasi¨®n para que se conocieran jugadores de generaciones alejadas entre s¨ª y para que volvieran a verse los de la misma camada. Pero tambi¨¦n para que les vieran, en foto, los aficionados de todas las generaciones. Posaron en cinemascope, como los mandatarios del G-20, pero en modelo m¨¢s poblado. Ello dio ocasi¨®n a esos aficionados de todos los tiempos a que intentaran descubrir entre los 400 a los h¨¦roes de su infancia y comparar su aspecto actual con el que ten¨ªan en sus viejos ¨¢lbumes de cromos. Los jugadores fueron saliendo al campo por d¨¦cadas, dec¨ªan ayer los peri¨®dicos, sin precisar si se trataba de la de su nacimiento o la de su internacionalidad.

La primera fila se reserv¨® para los m¨¢s veteranos, encabezados por un canario de 92 a?os, Gabriel Jorge Sosa, que jug¨® en el Espa?ol en la d¨¦cada de los cuarenta y fue internacional una sola vez, contra Portugal, en Lisboa, el 12 de enero de 1941. Tambi¨¦n estaban en la fila noble, o emboscados algo m¨¢s atr¨¢s, seg¨²n su car¨¢cter, algunos que ya eran figuras hace medio siglo, y cuyos nombres, Puchades, Basora, Eizaguirre, Z¨¢rraga, Arza, constituyen en s¨ª mismos una evocaci¨®n ¨¦pica. Tambi¨¦n estaba Di St¨¦fano, el m¨¢s grande, y, al frente de la generaci¨®n que gan¨® la Eurocopa de 1964, Iribar, con Zoco, Pereda, Marcelino y los dem¨¢s. Jugadores que formaron asociaciones cl¨¢sicas, desde la que constituyeron Peir¨® y Collar a la a¨²n vigente Guti-Ra¨²l, se buscaron entre los 400 para posar juntos. Desde la ¨²ltima fila tomaban nota los Iniesta, Casillas y compa?¨ªa.

Al portero actual de la selecci¨®n y del Madrid le marc¨® un gol el presidente Zapatero, barcelonista confeso como muchos otros leoneses a cuenta de su paisano C¨¦sar, delantero centro de los cul¨¦s entre 1941 y 1956; pero no de penalti, como les dio por decir a casi todos los medios, sino de libre indirecto dentro del ¨¢rea y a pase de Puyol.