Titulares

Cada vez me fijo m¨¢s en los titulares y menos en los textos. No porque me d¨¦ por informada s¨®lo con el encabezado y desprecie el cuerpo del asunto, sino precisamente porque los t¨ªtulos actuales me parecen en s¨ª mismos dignos de atenci¨®n. E intercambiables con otras noticias, incluso con otros momentos de la Historia may¨²scula o de la tragedia y la farsa teatrales.

La trama G¨¹rtel da mucho de s¨ª. Uno dice: "?Ricardo sabe c¨®mo quiere el coche?", y a esta observadora le viene a la mente otro Ricardo, el III, que tambi¨¦n en su ¨²ltima hora bramaba: "?Un caballo, un caballo! ?Mi reino por un caballo!".

C¨®mo han cambiado los tiempos, que hasta la culpa de lo que pasa se le puede echar a un pen drive, y no al complejo de Edipo. Si Rajoy proclama como divisa "indiferencia" y "olvido", record¨¢ndonos los esl¨®ganes guerreros con que Bush el Hijo asombraba y deste?¨ªa el mundo, que Berlusconi diga que "la justicia es igual para todos, pero no su aplicaci¨®n" puede asignarse a cada uno de los sujetos que he nombrado en este p¨¢rrafo. Incluido el del caballo.

Dentro de esta riqueza tituladora o titulante o titulativa, el Vaticano y la Santa Madre -nunca mejor dicho- Iglesia provocaron, hace una semana, dos enunciados que me gustan ora pro nobis cantidad. Primero: "El Vaticano afirma que los curas no son ped¨®filos, sino efeb¨®filos". Dos d¨ªas despu¨¦s, este otro: "Los obispos llaman a salir a la calle contra la matanza de hijos".

Si hubiera podido, habr¨ªa a?adido un tercero de mi propia invenci¨®n: "No abort¨¦is, que se nos acaban los efebos y no podremos cumplir con el cupo de violaciones que nos toca al clero cat¨®lico".

Por cierto, ?alguna relaci¨®n entre "Si ve a la leona, conserve la calma" y Esperanza Aguirre?