Polanski y el punto de vista
La semana pasada la Associaci¨® de Dones Periodistes de Catalunya (ADPC) concedi¨® los premios de Comunicaci¨®n no sexista, en su 17? edici¨®n. De las 12 distinciones entregadas, nueve fueron para profesionales que, en distintas modalidades period¨ªsticas, se hab¨ªan distinguido por sus buenas pr¨¢cticas, la d¨¦cima fue para toda una trayectoria period¨ªstica, merecidamente para la fot¨®grafa Colita, y las dos ¨²ltimas recayeron en profesionales que destacaron por sus malas pr¨¢cticas. Uno de estos dos contrapremios se lo llev¨® un club de moteros por su publicidad: un cartel que parec¨ªa el anuncio de un club de alterne y no otra cosa. El hombre que recogi¨® este premio dijo que no hab¨ªa tenido conciencia del sexismo de la imagen hasta que las mujeres periodistas le hab¨ªan abierto los ojos y le hab¨ªan mostrado otra forma de mirar la realidad.
Si quieren saber c¨®mo es la mirada del poder miren al G-20: blancos, ricos, masculinos y de mediana edad
Y es que el punto de vista desde el que se cuenta cualquier historia, sea una novela, una imagen promocional o una noticia, resulta b¨¢sico para comunicar una determinada emoci¨®n o trasladar conceptos a quien lee, mira o escucha. ?Recuerdan La ventana indiscreta de Hitchcock? En una de las secuencias la chica entra en casa del presunto asesino sin sospechar que ¨¦l anda por all¨ª. La escena est¨¢ contada desde los ojos del novio, inmovilizado por una pierna escayolada. ?ste, desde su ventana y sin posibilidades de intervenir, observa los movimientos en la casa de enfrente. Nada mejor que ese punto de vista para comunicarnos su inquietud.
Otras veces, sin embargo, el punto de vista no es deliberado sino que se aplica por inercia. Es el punto de vista con el que estamos programados por defecto: el que nos ha inculcado quien tiene el poder. Y si ustedes quieren saber c¨®mo es la mirada del poder no tienen m¨¢s que buscar im¨¢genes del G-20; comprobar¨¢n que b¨¢sicamente es -ha sido siempre- blanco, rico, masculino y de mediana edad. As¨ª que la mayor¨ªa de personas, lo sepan o no, est¨¢n acostumbradas a observar la realidad desde esa mirada.
La noticia de la detenci¨®n de Roman Polanski, cineasta reputado de 76 a?os que, hace tres d¨¦cadas, drog¨® y viol¨® a una ni?a de 13 a?os, creo que es un ilustrativo ejemplo de lo anterior. Es decir, que no s¨®lo es un director de cine relevante, sino que, adem¨¢s, y sobre todo en este caso, es un pederasta y violador. Si el periodista dice que "probablemente Polanski debe de maldecir su encuentro con la n¨²bil aspirante a modelo en el pasado", provoca un sentimiento de empat¨ªa en el lector. Si el periodista, al explicar que la se?ora tal (la v¨ªctima) pidi¨® hace tiempo que se cerrara el proceso, lo hace sin omitir el nombre de la mujer (con lo que la victimiza doblemente) y omitiendo, en cambio, la raz¨®n por la que ella exigi¨® terminar con esa historia (que los medios la dejaran en paz), est¨¢ predisponiendo a lectores y lectoras contra la ni?a violada. En ambos casos, el periodista ha contado la historia desde el punto de vista de Polanski (blanco, rico, hombre...), es decir, el poder.
Este punto de vista es el mismo que aplica Garc¨ªa M¨¢rquez cuando escribe Historia de mis putas tristes y el mismo que aplican los cr¨ªticos al juzgarla una historia de amor, cuando no es m¨¢s que una historia de pederastia que en nada beneficia a las ni?as suramericanas traficadas por las mafias. Una ONG mexicana, con mirada distinta, ha interpuesto una denuncia para que no pueda ser llevada a la gran pantalla.
Este punto de vista es el mismo que utiliza el Vaticano para minimizar a los curas violadores calific¨¢ndolos de "efeb¨®filos".
Este punto de vista, en fin, es incompatible con la supuesta guerra que llevamos a cabo contra los pederastas en Internet.
Si queremos acabar con los abusos sexuales contra las criaturas, sea quien sea que los perpetre, es necesario que la c¨¢mara nos encuadre a todos por igual. Como escrib¨ªa Foucault, "hay momentos en la vida en que la cuesti¨®n de saber si uno puede pensar de otra manera en como piensa y percibir de otra manera en como percibe es indispensable para continuar mirando y reflexionando".
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