El mal rollo del espionaje

El vicepresidente tercero del Consell, Juan Cotino, neg¨® ayer categ¨®ricamente que hubiese auspiciado una investigaci¨®n sobre el n¨²mero dos del PP, Ricardo Costa, y sobre el vicepresidente econ¨®mico del Consell, Gerardo Camps. Pero hizo tarde. El mal rollo ya llevaba horas instalado entre los cargos populares que, no s¨®lo dieron credibilidad a las informaciones, sino que exteriorizaron su indignaci¨®n. El malestar por el supuesto espionaje interno aument¨® ayer la desconfianza en el seno del PP, donde va cobrando fuerza la idea de que se est¨¢ ante un final de ciclo que, en un plazo m¨¢s corto de lo previsto, podr¨ªa abrir la batalla por la sucesi¨®n.

En este contexto, los presidentes provinciales y los principales alcaldes estaban a la espera de que Camps les consulte cual ser¨¢ su propuesta de esta tarde al Comit¨¦ Ejecutivo Regional.

Los m¨¢s allegados a Camps intentaron convencerlo ayer de que debe realizar una demostraci¨®n de fuerza en el Comit¨¦ Ejecutivo para evitar que siga creciendo la lista de cargos desafectos o de los que est¨¢n a la espera de ver c¨®mo evolucionan los acontecimientos.

En cualquier caso, Camps intentar¨¢ limitar al m¨¢ximo las repercusiones de la reuni¨®n. Es decir, no tiene previsto realizar una operaci¨®n de gran calado que afecte al Gobierno valenciano. Situaci¨®n que le abrir¨ªa un nuevo frente de consecuencias desconocidas.

Todo ello, siempre y cuando consiga pactar con Ricardo Costa las condiciones de la "destituci¨®n temporal". Fuentes de Presidencia especulaban ayer todav¨ªa con la posibilidad de que Costa se pueda mantener como portavoz parlamentario, una medida que la mayor¨ªa del PP considera inviable. En cualquier caso, el Comit¨¦ Ejecutivo, con los zaplanistas al frente, espera hoy explicaciones claras.