Presupuestos 'blindados'
El PSOE prefiere correr riesgos con el PNV que con el mosaico de fuerzas de izquierda
La clave del acuerdo alcanzado ayer por el PSOE con el PNV para la aprobaci¨®n de los Presupuestos de 2010 (para lo que tambi¨¦n contar¨¢ con los dos votos de Coalici¨®n Canaria) es la aceptaci¨®n por los socialistas del llamado blindaje del Concierto vasco, asunto que es pol¨¦mico en varios aspectos. La opci¨®n de Zapatero significa que prefiere correr riesgos con los nacionalistas antes que con los partidos situados a su izquierda.
La portavoz del Gobierno no descart¨® ayer, sin embargo, la posibilidad de sumar a esos partidos durante la tramitaci¨®n de las enmiendas parciales. De hecho, los socialistas han negociado a la vez con el mosaico de izquierdas (ERC, IU, ICV, BNG, NaBai) y con los nacionalistas. El discurso m¨¢s bien izquierdista frente a la crisis favorec¨ªa un acuerdo con ese mosaico, pero ten¨ªa la dificultad de tener que satisfacer demasiadas demandas a la vez. La ¨²nica formaci¨®n que garantizaba por s¨ª sola los votos necesarios era CiU, con la que hubo un acercamiento tras el acuerdo sobre financiaci¨®n auton¨®mica. Pero no hab¨ªa terreno suficiente para el pacto, sobre todo por las incertidumbres abiertas sobre el Estatuto, unidas a la proximidad de las elecciones catalanas.
La segunda opci¨®n era el PNV, que con sus seis esca?os casi completaba los necesarios. Ya fue el principal apoyo el a?o pasado, pero entonces estaba en Ajuria Enea y ahora est¨¢ all¨ª un socialista. ?se fue el motivo de que en lugar de reivindicaciones contantes y sonantes (el huevo), como otros a?os, planteara como contrapartida algo relativo al fuero: la modificaci¨®n de dos leyes org¨¢nicas para impedir que las normas fiscales aprobadas por las Juntas Generales de Vizcaya, Guip¨²zcoa y ?lava puedan ser recurridas por cualquier persona f¨ªsica o jur¨ªdica, como ha venido ocurriendo.
El blindaje planteado no se refiere al Concierto como tal, y mucho menos al cupo, que se negocia cada cinco a?os, sino a las normas tributarias aprobadas en aplicaci¨®n de la capacidad que tienen reconocidas las provincias vascas para modificar los tipos impositivos y las exenciones fiscales, dentro de unos l¨ªmites. Algunas de esas normas fueron anuladas por tribunales espa?oles y europeos por no respetar tales l¨ªmites, atendiendo a recursos presentados por comunidades lim¨ªtrofes que alegaron vulneraci¨®n de la competencia.
De lo que se trata no es de eliminar la posibilidad de recurso sino de que se pueda recurrir en las mismas condiciones en que lo pueden ser las leyes fiscales aprobadas por cualquier Parlamento aut¨®nomo en los tributos o tramos sobre los que tienen competencia: es decir que s¨®lo puedan ser recurridas ante el Constitucional y por el Gobierno o por 50 parlamentarios.
La reforma no es descabellada, y la prueba es que ya en 2007 fue apoyada por nacionalistas y no nacionalistas en un pleno del Parlamento vasco. Sin embargo, modificar el sistema de recursos puede entenderse como un intento de acotar las posibilidades de actuaci¨®n contra extralimitaciones como las que hubo en su momento. As¨ª lo han interpretado las comunidades de La Rioja y Castilla y Le¨®n, gobernadas ambas por el PP, que anunciaron recursos contra la eventual modificaci¨®n por considerarla inconstitucional. Ello llev¨® al PP a votar el martes pasado contra la toma en consideraci¨®n de la propuesta.
Una reforma como ¨¦sta, que modifica en alguna medida las reglas de juego, deber¨ªa ser consensuada. Pero el hecho de que el PNV la presentara como contrapartida a su apoyo a los Presupuestos ha dificultado que lo fuera. Podr¨¢ ser aprobada por la misma mayor¨ªa que respalde las cuentas del Estado, pero el PSOE asume el riesgo de que una vez abierta la v¨ªa de la reforma otros partidos propongan volver al recurso previo de inconstitucionalidad, lo que plantear¨ªa un serio problema.
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