Pujol favoreci¨® a 28 empresas que financiaron a Converg¨¨ncia
Agbar y RVSA donaron 138.000 euros y se les alarg¨® el control de las ITV en 2003
La controvertida fundaci¨®n Trias Fargas, vinculada a Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya (CDC), se demostr¨® en los ¨²ltimos a?os del pujolismo como una de las v¨ªas m¨¢s r¨¢pidas para conseguir tratos favorables del Gobierno catal¨¢n. El 80% de las empresas que aportaron dinero a esta fundaci¨®n obtuvieron a corto plazo jugosos contratos de la Administraci¨®n auton¨®mica, concesiones administrativas o recalificaciones de terrenos para desempe?ar sus proyectos de futuro. As¨ª lo demuestran las cifras que la misma fundaci¨®n deposit¨® en el registro de fundaciones de la Generalitat.
Entre 2002 y 2005, 34 empresas aportaron dinero a la fundaci¨®n Trias Fargas. Tambi¨¦n lo hicieron dos fundaciones, la Puig y la del Orfe¨® Catal¨¤, que presid¨ªa F¨¨lix Millet. Hasta 28 de las empresas donantes se vieron beneficiadas por decisiones del Gobierno catal¨¢n entre 2002 y 2003, los ¨²ltimos con Jordi Pujol al frente de la Generalitat y Artur Mas de conseller en cap.
Los tratos favorables a varias compa?¨ªas se redujeron con el tripartito
Sin ninguno de estos datos y sin aportar pruebas, el ex presidente de la Generalitat Pasqual Maragall motiv¨® una importante crisis pol¨ªtica en 2005 al acusar a CDC de financiarse a trav¨¦s de comisiones sobre obra p¨²blica y empresas de servicios. Fue el denominado caso del 3%, que finalmente los partidos catalanes decidieron enterrar. Mas neg¨® entonces solemnemente que su partido hubiera obtenido ingresos a cambio de favores a empresas. Maragall retir¨® las acusaciones. Jordi Pujol tambi¨¦n asegur¨® recientemente, en la presentaci¨®n de su libro de memorias, que su gobierno fue "poco clientelista".
Pero la documentaci¨®n del propio partido crea sombras de duda sobre si los donativos de las empresas a la fundaci¨®n del partido eran totalmente altruistas. La mayor parte de estas donaciones proced¨ªan de constructoras de obra p¨²blica con contratas del Gobierno catal¨¢n, de laboratorios farmac¨¦uticos proveedores del departamento de Salud o de compa?¨ªas que prestaban servicios a la Generalitat. Entre 2002 y 2005 las donaciones particulares a la fundaci¨®n Trias Fargas ascendieron a 2,1 mill¨®n de euros, la mitad procedentes de empresas constructoras de obra p¨²blica. Muchas de estas empresas vieron reducidos sus contratos con la Generalitat con la llegada de la izquierda.
- Concesiones prolongadas. En septiembre de 2003, tres meses antes de salir de la Generalitat, el Gobierno de CiU firm¨® una resoluci¨®n con la que ampli¨® por otros ocho a?os -hasta 2014- las concesiones que venc¨ªan en 2006 a las dos empresas que gestionaban la Inspecci¨®n T¨¦cnica de Veh¨ªculos. Las dos empresas eran Applus, entonces del grupo Agbar, y RVSA. Ese a?o, Agbar dio 90.000 euros y RVSA otros 48.000 a la fundaci¨®n de CDC. No repitieron las donaciones en a?os posteriores.
Pasa a la p¨¢gina 2- Ampliaci¨®n de Baqueira. La pol¨¦mica ampliaci¨®n de las pistas de esqu¨ª de Baqueira Beret, entonces propiedad de Catalana Occidente, vio finalmente luz verde en 2002 tras a?os de oposici¨®n ecologista y de la propia Generalitat. En mayo de 2002, el Gobierno de Jordi Pujol cambi¨® de opini¨®n y autoriz¨® la construcci¨®n de 17 pistas en parajes casi v¨ªrgenes del Pallars Sobir¨¤. Las obras empezaron en 2003. Catalana Occidente aport¨® aquel a?o 60.000 euros a la fundaci¨®n de CDC y otros 60.000 en 2004.
- Compra de veh¨ªculos. Las empresas Motorsol y Autolica, dedicadas a la venta de coches, obtuvieron en 2002 un contrato por valor de dos millones de euros, que repartir entre sus sociedades, para suministrar de veh¨ªculos a los Mossos d'Esquadra. Motorsol y Autolica aportaron 5.000 euros cada una a la fundaci¨®n Trias Fargas aquel a?o, pero no volvieron a registrarse nuevas donaciones en a?os posteriores.
- Adjudicaciones de obras. Las tres principales adjudicatarias de obras de la empresa p¨²blica Gisa, entonces dependiente del actual n¨²mero dos de CDC, Felip Puig, aportaron fondos a la fundaci¨®n del partido. La primera, FCC, les dio 60.000 euros. La misma cantidad aport¨® Copisa, que entre 1999 y 2003 fue la segunda contratista de Gisa. La tercera en liza es Comsa, de la familia Miarnau, que a trav¨¦s de tres de sus filiales entreg¨® 160.000 euros a la fundaci¨®n nacionalista. Las dos ¨²ltimas empresas han ca¨ªdo del podio de constructoras de la Generalitat. Otra sociedad que inyectaba con frecuencia ingentes cantidades a la Trias Fargas era Rehac SA, que entre 1999 y 2004 se adjudic¨® obras de rehabilitaci¨®n por 9,7 millones de Adigsa.
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