Derrota sin alarmas

El Madrid de Ettore Messina perdi¨® en su estreno europeo, pero la derrota no deja de ser una an¨¦cdota sin ning¨²n motivo para la alarma. En el baloncesto de hoy en d¨ªa, al menos hasta febrero, no influyen cuestiones clasificatorias de importancia. Ni en la Liga nacional, que se decide a partir de abril, ni en la Euroliga, en la que el actual sistema, con cuatro clasificados por cada grupo de seis, impide, salvo hecatombe, que ninguno de los equipos del primer vag¨®n descarrile a las primeras de cambio. Por eso nos hallamos en una ¨¦poca en la que hay que mirar m¨¢s las sensaciones que los marcadores.

El Madrid, hasta ahora, despide buenas vibraciones. Desde el banquillo y tambi¨¦n desde la cancha. Las comparaciones, tan odiosas como inevitables, muestran un equipo muy mejorado. Ante los ejercicios de voluntarismo en que se convirtieron las dos ¨²ltimas temporadas, ahora salta a la cancha un colectivo solvente, lleno de jugadores contrastados y fiables. Otra cosa es saber si con lo fichado es suficiente para plantar cara al Barcelona o a los griegos, pero s¨ª parecen mimbres adecuados para hacer un Madrid competitivo, justo de lo que ha adolecido en tiempos recientes.

Al final, gan¨® el Khimki un partido igualado de principio a fin de igual forma que lo pod¨ªa haber ganado el Madrid si no hubiese fallado alg¨²n tiro libre de m¨¢s (hizo un paup¨¦rrimo 16 de 29) o cualquier otro detalle, todo resoluble en el futuro.

Fue una pena sobre todo por la inutilidad de la exhibici¨®n de Lavrinovic, que se fue hasta 49 de valoraci¨®n (32 puntos, 11 rebotes, tres tapones, 11 faltas recibidas), una cifra casi inalcanzable en estos tiempos. Curiosamente, al lituano no le correspond¨ªa jugar mucho al estar saliendo de una lesi¨®n. Pero es que sus ausencias supusieron siempre un dolor de cabeza para el Madrid. Las lesiones de Felipe Reyes y Van der Spiegel dejaban como ¨²nica opci¨®n posible una pareja interior formada por Velickovic y Garbajosa. Sin un p¨ªvot claro, el Khimki se daba un fest¨ªn de puntos y rebotes debajo de los aros que con Felipe habr¨ªa sido harto dif¨ªcil de repetir.

Pero el que result¨® decisivo no fue un p¨ªvot del equipo ruso, sino uno de sus bases espa?oles, Cabezas. A partir del tercer cuarto comenz¨® a dominar la escena, mover a sus compa?eros, buscar a Langford y rematar ¨¦l mismo la faena en la pr¨®rroga con un robo del bal¨®n fundamental que finaliz¨® por su cuenta y mucha seguridad en los tiros libres, factor b¨¢sico en estos lances.

El partido dej¨® m¨¢s evidencias positivas para el Madrid. Kaukenas es un pedazo de fichaje. Re¨²ne punter¨ªa, sensatez, valent¨ªa para jugarse los balones calientes y un f¨ªsico sobresaliente a pesar de haber cumplido los 30 hace ya tiempo. Y, si Kaukenas es presente, Velickovic dej¨® un par de detalles que auguran un buen futuro.

Estamos ante un equipo en proceso de formaci¨®n, que debe todav¨ªa asentarse, en rotaciones y jerarqu¨ªas, y en el que existen piezas nuevas que necesitan encaje y otras, como Llull o Bullock, que precisan reciclaje. Pero todo apunta hacia un conjunto capaz de crecer y ensamblarse lo suficiente para que los 14 a?os que lleva el Madrid sin alcanzar la final four de la m¨¢xima competici¨®n europea no aumenten mucho m¨¢s.

Otros resultados: Grupo A: Fenerbah?e Ulker, 59; Barcelona, 82 (el martes). Grupo B: Partiz¨¢n de Belgrado, 64; Unicaja, 72. Grupo C: Lottomotica Roma, 77; Caja Laboral Baskonia, 65.