Ir¨¢n defrauda la idea de un pacto nuclear
EE UU admite un retraso de d¨ªas, pero advierte que no esperar¨¢ eternamente
Ir¨¢n volvi¨® ayer a defraudar las esperanzas de la comunidad internacional en una soluci¨®n r¨¢pida y pac¨ªfica de la crisis nuclear con ese pa¨ªs al negarse a aceptar, en el plazo marcado, la propuesta que le fue presentada esta semana por Estados Unidos y las otras cinco potencias implicadas en la negociaci¨®n (Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania). El Gobierno iran¨ª ha pedido m¨¢s tiempo, hasta la pr¨®xima semana, y la Administraci¨®n estadounidense advirti¨® que no puede seguir esperando eternamente.
En lugar de responder ayer formalmente al director general del Organismo Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA), Mohamed El Baradei, de acuerdo con el l¨ªmite que ¨¦l mismo hab¨ªa establecido, Ir¨¢n ha contestado de momento de forma extraoficial con una confusa contraoferta que en absoluto satisface las aspiraciones de los dem¨¢s pa¨ªses y que vuelve a sembrar el pesimismo sobre el resultado final de las conversaciones.
El Gobierno iran¨ª baraja comprar combustible nuclear en el exterior
Un portavoz oficial a?adi¨® que la respuesta definitiva le ser¨¢ entregada a El Baradei la pr¨®xima semana, probablemente en el marco de una nueva ronda de negociaciones en Ginebra. Pero, tanto en Washington como en otras capitales, se interpreta esta actitud de Teher¨¢n como un nuevo intento de ganar tiempo que ser¨¢ dif¨ªcil que conduzca a algo positivo.
La resistencia iran¨ª resulta especialmente grave y embarazosa para el presidente Barack Obama, que hab¨ªa apostado personalmente al di¨¢logo para la soluci¨®n del litigio con Ir¨¢n y que, por primera vez, hab¨ªa enviado a un representante a las negociaciones multilaterales con el r¨¦gimen de Teher¨¢n.
Las autoridades iran¨ªes deb¨ªan aceptar ayer una propuesta que los participantes en esas negociaciones (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad m¨¢s Alemania) le presentaron el mi¨¦rcoles en Viena para que Teher¨¢n enviara a Rusia y Francia una parte sustancial (alrededor del 70%) de sus reservas de uranio levemente enriquecido para que esos dos pa¨ªses lo convirtiesen en combustible adecuado para ser usado en su programa nuclear civil. De esa forma, se evitaba que Ir¨¢n desarrollase el proceso que se requiere para el enriquecimiento de uranio y, como consecuencia, para la fabricaci¨®n de bombas at¨®micas.
Con ese acuerdo, las principales potencias cre¨ªan que pod¨ªan alejar por mucho tiempo el peligro de que Ir¨¢n disponga de armas nucleares y, a la vez, crear las condiciones para la normalizaci¨®n de relaciones.
En lugar de eso, un locutor de la televisi¨®n estatal, citando a una fuente oficial an¨®nima, mencion¨® una propuesta para comprar en el exterior el combustible que requiere su central nuclear, lo que no s¨®lo impide reducir las reservas con las que Ir¨¢n cuenta, sino que intenta violar una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad que le proh¨ªbe a Ir¨¢n ese tipo de transacci¨®n.
A la espera de una posici¨®n m¨¢s constructiva de parte de Teher¨¢n, los dem¨¢s pa¨ªses enviaron ayer a El Baradei sus respectivas notas de aprobaci¨®n del compromiso obtenido en Viena. Curiosamente, Rusia fue el primero en hacerlo, lo que podr¨ªa dar a entender que ese pa¨ªs se mantiene al lado de Occidente en la pol¨ªtica a seguir respecto a Ir¨¢n.
Se puede decir que la actitud iran¨ª ha decepcionado, pero no ha sorprendido. Cuando el representante iran¨ª en Viena, Ali Asghar Soltanieh, dijo el mi¨¦rcoles que ten¨ªa que esperar a recibir la aprobaci¨®n de Teher¨¢n para apoyar el acuerdo, el resto de pa¨ªses ya se tem¨ªan lo peor: otra maniobra del r¨¦gimen isl¨¢mico para burlar la presi¨®n internacional.
Ahora, Ir¨¢n ha parado un poco el reloj, ha establecido un nuevo plazo, esta vez la pr¨®xima semana, lo que supone un retraso de m¨¢s de un mes sobre la fecha que Obama hab¨ªa establecido inicialmente para obtener una respuesta.
La frustraci¨®n ayer en Estados Unidos era, por tanto, evidente. Pero, al mismo tiempo, nadie quiere a¨²n apagar la d¨¦bil llama de esperanza a¨²n existente. El portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, manifest¨®: "Podemos alargar la negociaci¨®n unos d¨ªas, pero no podemos esperar por siempre. Nuestra paciencia no es infinita".
En estos d¨ªas, Estados Unidos intentar¨¢ fortalecer la unidad entre los negociadores ante la evidente posibilidad de que haya que recurrir a medidas de fuerza, como la aprobaci¨®n de un nuevo y m¨¢s agresivo paquete de sanciones en el Consejo de Seguridad.
Tanto Rusia como China, ambos con importantes intereses estrat¨¦gicos y comerciales en Ir¨¢n, se han resistido hasta ahora a esas sanciones. Rusia ha dado en las ¨²ltimas semanas indicaciones de haber modificado su posici¨®n. Las dudas de China podr¨ªan resolverse el mes pr¨®ximo, durante el viaje de Obama a Pek¨ªn.
Pero antes habr¨¢ que esperar a conocer cu¨¢l es la ¨²ltima jugada de Teher¨¢n, qu¨¦ es lo que contestan a El Baradei, que podr¨ªa ser otra dosis de buenas intenciones sin compromisos precisos.
Seis a?os de diplomacia fallida
Durante seis a?os de negociaciones, Ir¨¢n ha deso¨ªdo en numerosas ocasiones las ofertas occidentales para detener o reorientar su programa de enriquecimiento de uranio. Occidente sospecha que Teher¨¢n planea construir una bomba mientras que Ir¨¢n aduce que su plan nuclear, cuya existencia fue revelada en 2002 por un grupo opositor, tiene como fin producir energ¨ªa el¨¦ctrica.
- 1. Conversaciones Ir¨¢n-UE-3: El Organismo Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) confirma en octubre de 2003 que Ir¨¢n ha escondido su programa de enriquecimiento de uranio durante dos d¨¦cadas. Ir¨¢n accede a negociar con Francia, Reino Unido y Alemania (UE-3) un paquete de incentivos econ¨®micos a cambio de la suspensi¨®n del enriquecimiento. EE UU no se suma a la negociaci¨®n porque cree que est¨¢ destinada a fracasar.
- 2. Remisi¨®n del 'dossier' nuclear iran¨ª al Consejo de Seguridad: El UE-3 rompe las negociaciones en junio de 2006 y el OIEA eleva la cuesti¨®n al Consejo de Seguridad de la ONU para que considere la posibilidad de sanciones, que no excluyen una represalia militar.
- 3. Las ofertas del P5+1: En junio de 2006, EE UU, Rusia y China se unen al UE-3 y hacen una nueva oferta a Ir¨¢n. El P5+1 -los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y Alemania- promete no recurrir a las sanciones si Ir¨¢n detiene el enriquecimiento a cambio de incentivos econ¨®micos y cooperaci¨®n militar.
- 4. Resoluciones y sanciones del Consejo de Seguridad. Entre julio de 2006 y septiembre de 2008, la ONU adopta cinco resoluciones en las que ordena a Teher¨¢n que detenga su programa nuclear. Tres de ellas -diciembre de 2006, marzo de 2007 y marzo de 2008- penalizan el comercio de materiales que podr¨ªan ser usados en el plan nuclear iran¨ª, y restringen los visados y congelan los activos financieros de empresas e individuos implicados en este programa.
- 5. Primera ronda de conversaciones en Ginebra. En julio de 2008, el vicesecretario de Estado norteamericano, Williams Burns, se re¨²ne con sus hom¨®logos del grupo P5+1 y con el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana. A la cita asiste el negociador iran¨ª Said Jalili. Burns, que particip¨® como observador, abandon¨® la sala de reuni¨®n para evitar estrechar la mano de Jalili. Dos semanas m¨¢s tarde expira, sin respuesta de Ir¨¢n, el plazo fijado para una nueva propuesta occidental.
- 6. Segunda ronda de conversaciones en Ginebra. El 1 de octubre de 2009, despu¨¦s de hacerse p¨²blico que Ir¨¢n ocultaba una planta nuclear subterr¨¢nea, el r¨¦gimen de los ayatol¨¢s accede a un principio de acuerdo, concretado el mi¨¦rcoles en Viena, para que un tercer pa¨ªs enriquezca su uranio. Teher¨¢n acepta, adem¨¢s, que los investigadores del OIEA visiten las instalaciones, lo que deber¨ªa ocurrir ma?ana.
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